Se encienden los focos rojos en Guanajuato tras secuestro de 23 personas
A más de 72 horas de lo ocurrido, se desconoce el paradero de estas personas, de las que hay confusión, pues se dice que son turistas o migrantes jornaleros
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Dos casos diferentes y en medio de confusión ponen en evidencia la inseguridad fuera de control que se vive entre Guanajuato y San Luis Potosí, dos estados donde grupos criminales han hecho de las suyas sin que las autoridades de los tres órdenes del gobierno hayan hecho algo para remediar el problema. El secuestro de 23 personas que salieron la noche del 3 de abril del municipio de San Felipe Torres Mocas, en Guanajuato y de los que no se sabe nada, y un asalto carretero a 15 turistas sobre la carretera a Matehuala, enlace entre estos dos estados han encendido las alarmas en la región.
Son ya más de 72 horas de la desaparición de 23 guanajuatenses que viajaban en dos camionetas contratadas por la empresa Eifel para el traslado de estos viajeros a Saltillo, en Coahuila, y lo único que se sabe es que fueron secuestrados.
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Versiones de las autoridades de San Felipe señalan que las personas desaparecidas son migrantes mexicanos originarios de este municipio, que habían regresado de Estados Unidos y que trabajarían como jornaleros en Coahuila; sin embargo, otra versión del gobierno estatal refiere que todos los viajeros, con excepción del chofer eran turistas que se dirigían a Saltillo.
Mientras se mantiene esta confusión, la realidad es que hay un grave problema de inseguridad en Guanajuato y en carreras que la conectan, una situación que ha desatado preocupación de habitantes no solo de la entidad, sino de estados vecinos.
El otro suceso que no deja de ser grave también es el que involucra a 15 turistas originarias de Ciudad de México, Querétaro y Guanajuato que se dirigían hacia Saltillo y que fueron interceptados por dos camionetas con hombres armados que los despojaron de sus pertenencias sobre la carretera Matehuala.
Tras este negro suceso los afectados fueron liberados y seguir su camino hasta Coahuila, donde denunciaron ante la Fiscalía General del Estado lo sucedido.