Mientras el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, pregona que todo marcha de maravilla en el estado y que las denuncias de inseguridad no son para alarmarse, ya se está haciendo cotidiano presenciar enfrentamientos entre grupos del crimen organizado sin importar si hay civiles en medio del fuego cruzado, como ocurrió la madrugada del lunes, lo que dejó dos muertos, un herido y varios vehículos incendiados, según el reporte de la Fiscalía General del estado (FGE).

A través de un comunicado la FGE señaló que tras la violencia generada inició una carpeta de investigación mientras elementos de la corporación arribaron a la zona en conflicto para tomar el control en el lugar del enfrentamiento sobre la carretera de Tuxtla Gutiérrez a Ocozocoautla.

Gabriela Zepeda, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, informó sobre el despliegue de un operativo por tierra y aire y el refuerzo de la seguridad con la Guardia Nacional y elementos del Ejército Mexicano, Policía Estatal y peritos de la Fiscalía General del Estado.

Transportistas y vecinos reportaron el enfrentamiento cerca de las 4:00 horas de la madrugada del lunes con fuertes detonaciones de arma de fuego que duraron más de 20 minutos y observaron fuego sobre la vía de comunicación.

Minutos más tarde se supo de varios vehículos incendiados -principalmente camionetas, mientras que la circulación se paralizó sobre esta vía de comunicación, donde se ve aún un centenar de tráilers y carros varados aún costado de la vía federal.

En redes sociales se dio cuenta del hecho delictivo en imágenes donde se aprecian los carros incendiados y los cuerpos tirados sobre el pavimento, así como un vehículo de una línea del transporte público con impactos de bala.

Hasta el momento se reportan cerradas a la circulación la salida de Tuxtla Gutiérrez con dirección al municipio de Ocozocoautla, así como el tramo carretero Berriozábal – Ocozocoautla.

Los hechos ocurren en medio de la ola de violencia en Chiapas, donde han crecido las disputas de los cárteles de la droga por el control de la frontera de México con Centroamérica, lo que ha resultado en homicidios, desapariciones y desplazamiento forzado de comunidades, en particular de indígenas.