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“¿Tú me puedes ayudar a conseguir una casa?”

Los niños siguen siendo la muestra más clara del drama migratorio. Con o sin conferencias gubernamentales en las que participan diferentes gobiernos, el flujo migratorio sólo tiene en la calle un lugar para dormir, comer y guardar la esperanza de llegar a EU

CRISIS MIGRATORIA 

Migrantes en la Plaza Giordano Bruno

Migrantes en la Plaza Giordano Bruno

Liliana Gómez

Kenly, de 10 años es un niño migrante haitiano acaba de llegar a la Ciudad de México junto con su papá y su abuelo; el pequeño viajó recientemente en avión, tren y autobús. Su destino es llegar a Estados Unidos.

El pequeño migrante pasó su primera noche en la Plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez, “en el piso”, aclara.

Sentado, mientras come plátanos con huevo, el pequeño es el único de su familia que habla español, por lo que es el traductor de su papá y su abuelo.

“Sólo quiero una casa, quiero cosas para dormir y para comer”, dice el niño. 

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Kenly, su papá y su abuelito son los integrantes de la cuarta ola migrante que llega a instarse la Plaza Giordano Bruno en el año. Desde el pasado mes de abril la Giordano se ha convertido en la Pequeña Haití, un campamento callejero que aparece y desaparece y donde comen, lavan, se bañan, duermen y hacen sus necesidades los migrantes antillanos.

Migrantes haitianos en la Plaza Giordano Bruno

Migrantes haitianos en la Plaza Giordano Bruno

Adrián Contreras

Con la ayuda de Kenly, su padre pide ayuda para conseguir una casa y no pasar la noche nuevamente en el piso, “¿tú me puedes ayudar a conseguir una casa?”, pregunta el pequeño haitiano, mientras su papá sigue susurrándole palabras al oído.

Dentro de la Pequeña Haití se encuentra Masha, de un año. El pequeño persigue palomas en la plaza, corre detrás de ellas y señala las aves con su dedito.

Masha y su familia haitiana durmieron en cartones, y posiblemente lo hagan de nuevo varios días. Quieren llegar a EU, solo esperan la cita de CBP One, herramienta para pedir asilo en Estados Unidos.

Faiky, de 13 años es otro de los niños migrantes, él extraña su escuela y a sus amigos, “yo en Haití iba a la escuela, quiero regresar, espero que cuando llegue a Estados Unidos vaya a una”.

Nuevamente, las jardineras de la Giordano lucen con haitianos sentados, compartiendo su experiencia por el paso de la frontera sur, la mayoría pernoctó antes en Tapachula, Chiapas, estos haitianos son parte de la caravana que hace unos días partió del municipio.

Migrantes haitianos en la Plaza Giordano Bruno

Migrantes haitianos en la Plaza Giordano Bruno

Liliana Gómez