
Tomar el sol es saludable, pero hacerlo por periodos prolongados de tiempo y en exceso, más en temporada de calor, podría provocar problemas en la piel como irritación, alergias y en casos extremos cáncer, pero en el caso de las personas que padecen de acné, la creencia de que recibir los rayos solares es saludable ya que ayuda a secar estas afecciones cutáneas podría resultar contraproducente, ya que de no tener un cuidado en las partes afectadas del cutis podrían aparecer lesiones graves.
"Hay una etapa en la vida de las personas en la que este problema es mucho más frecuente, principalmente entre jóvenes de entre 14 y 25 años, y es que en una de cada cuatro consultas dermatológicas el paciente tiene este problema", explica la dermatóloga Sandra Ibeth, del Hospital de la Divina Providencia, ubicado en Azcapotzalco.
Riesgos de exposición excesiva al sol
De acuerdo con la especialista, la resequedad que provoca el sol sobre la piel puede tener un efecto positivo de inmediato, pero a su vez activa la producción de grasa a través de las glándulas sebáceas, una de las principales causas del acné.
La piel se vuelve más seca por el sol y tiende a queratinizarse, es decir, las células de su superficie externa se endurecen y se dificulta el ciclo natural por el cual las células muertas se desprenden y el sebo sale por los poros.
El acné suele ser una enfermedad hereditaria y consiste en una condición inflamatoria de la piel con erupciones cutáneas alrededor de los folículos pilosos (parte de la piel que da crecimiento al cabello).
¿Por qué tomar sol en verano afecta la piel?
La doctora Sandra Ibeth destacó que las afecciones cutáneas llegan a agravarse debido a la exposición del sol, y "empeora porque se produce un acné denominado post-solar, que es la presencia de muchos puntos negros sobre la piel y que aparecen regularmente durante los periodos de vacaciones de verano, y con la exposición al sol las afectaciones suelen ser más graves”, refirió.
En la misma línea, la especialista en tratamientos del acné subrayó que “al tomar el sol, las quemaduras (por exposiciones prolongadas) podrían tener varios efectos negativos como afectar cicatrices (ya existentes) y (que) se marcarían aún más de no haber un buen cuidado, lo que podría causar cáncer de piel", explicó.
Tomar con prudencia y responsabilidad baños de sol, como suele llamarse a periodos cortos de exposición a los rayos solares suele ser saludable, más durante las vacaciones y es que en esta etapa hay mejora en la dieta de las personas, aumenta el consumo de agua, la ingesta de frutas y verduras, lo que es benéfico para la piel.
Asimismo, disminuye el estrés, el cual produce vasodilatación (ensanchamiento de los vasos sanguíneos, por lo general cerca de la superficie de la piel, lo que aumenta el flujo sanguíneo con enrojecimiento o calor), "lo que se traduce en un aumento de irrigación sanguínea a la piel, que reacciona produciendo más grasa", mencionó la dermatóloga.
Sugerencias para tener una piel más sana:
1. Hacer exfoliaciones o peelings una vez a la semana
2. Cuidar la alimentación, comer frutas y verduras diario
3. Lavar la cara dos veces al día al despertar y antes de dormir.
4. Beber al menos dos litros de agua al día, lo que favorece la hidratación de la piel y elimina toxinas.
5. Poner bloqueador solar antes de salir de casa y retocarla cada tres horas
Copyright © 2022 La Crónica de Hoy .