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Sin política de seguridad ni policias, ciudades en México caen en garras del crimen organizado

Uno de los grandes obstáculos para la mejora de la seguridad pública en las ciudades mexicanas es número de elementos policiaco  por cada diez mil habitantes, donde México tiene un enorme déficit de 100 mil policías.

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Inseguridad galopante en capitales y urbes mexicanas

Inseguridad galopante en capitales y urbes mexicanas

Sin una política ni legislaciones para reducir la incidencia criminal, cada vez más ciudades o capitales mexicanas son presa de la violencia e inseguridad que azota a nuestro país como se ha registrado en las últimas semanas en Zacatecas, Chiapas, Michoacán, pero lo más grave es que muchas de ellas tienen pocos policías, o de plano ni siquiera tienen cuerpos policiacos como es el caso de 650 municipios del país donde de plano nO hay ni uno.

Es decir, 4 % de la población nacional vive en municipios sin policías, establece un estudio del Instituto Belisario Domínguez, (IBD) del Senado con base en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SSPC / SESNSP, 2022)

El escenario se avizora negro pues las restricciones presupuestarias que están en marcha, la dinámica delictiva que hay en las regiones más peligrosas de México, que obliga a la renuncia o deserción de policías ante el riesgo de morir, hace casi imposible que esta situación mejore.

De acuerdo con un estudio del IBD denominado, “Ciudades violentas. Panorama internacional y desafíos para México”, uno de los grandes obstáculos para la mejora de la seguridad pública en las ciudades mexicanas es el estado de fuerza, es decir, el número de elementos policiacos por cada diez mil habitantes, donde México tiene un enorme déficit de 100 mil policías.

Según estándares internacionales, un país o una región debería tener como estándar mínimo, un total de 2.8 elementos de policías por cada mil habitantes.

De acuerdo con la información oficial, en el país se tenía, hasta el cierre del año 2020, una tasa de únicamente 1.2 policías por cada mil habitantes. Es decir, México se encuentra con un indicador 1.33 veces menor al que se sugiere como estándar a nivel mundial.

En este contexto, México requeriría pasar de los 127,840 policías en activo que tiene a 224,528 uniformados locales, es decir, nuestro país registra un déficit de más de 101, mil policías.

El IBD recuerda que la encuesta anual del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C detalló que de 50 ciudades más violentas del ranking 2021, de acuerdo con la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes, 18 se ubican en México, 11 en Brasil, 7 en EU, 4 en Sudáfrica, 4 en Colombia, 2 en Honduras y una en Puerto Rico, Haití, Ecuador y Jamaica.

CADA VEZ SON MÁS

De las 18 ciudades mexicanas consideradas dentro de las 50 más violentas del mundo de acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C, tres se encuentran en Michoacán; tres en Guanajuato; dos en Baja California; dos en Chihuahua; y una en cada uno de los estados de Sonora, Zacatecas, Colima, Guerrero, Morelos; Quintana Roo; Sinaloa y Jalisco.

Sin embargo, cada vez son más las ciudades que se tornan muy violentas e inseguras.

Además de las ciudades incluidas en el ranking, hay otras mexicanas que no llegan a los 300 mil habitantes, pero tienen tasas por encima de los 100 homicidios por cada 100 mil habitantes, como es el caso de, Manzanillo, Guaymas, Tecate y Fresnillo, Zacatecas, entidad que en las últimas semanas ha sido escenario de una escalada de violencia , balaceras y ejecuciones.

Según el INEGI, las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Fresnillo, Ciudad Obregón, Zacatecas, Cuautitlán Izcalli, Irapuato y Guadalajara.

De acuerdo al estudio, la violencia e inseguridad sigue planteando una amenaza importante para las ciudades a nivel nacional por cuenta de las organizaciones criminales, sus nexos con funcionarios públicos corruptos, importantes sectores económicos, como la minería y la agricultura, y estructuras de poder en continua evolución.

Explica que una de las características más evidentes al marcar un espacio como inseguro es que sólo las personas con ciertos atributos pueden transitar por él. “La caracterización de un lugar como peligroso justifica la exclusión de ciertos cuerpos y el protagonismo de otros” , establece

Es decir, las ciudades violentas alejan a las personas de determinadas zonas o calles, debido a los riesgos que implica.

Asimismo, generan características acerca de tipo de delitos, horarios de tránsito o armas que pueden ser utilizadas en actos ilícitos; lo que afecta las conductas de las personas y aumenta la percepción de inseguridad.

Aunado a lo anterior, algunas fuentes relacionan los índices de inseguridad en las ciudades, debido a la falta de personal como estado de fuerza en las policías locales, además de carencias de recursos económicos, equipo táctico o sistemas de videovigilancias; lo que permite la realización de conductas ilícitas ya sean del fuero común o realizados por grupos de la delincuencia organizada.

SIN POLITCAS NI LEYES

El análisis establece que la propuesta de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública (ENSP), aprobada por el Senado en 2019 cuenta con 8 objetivos estratégicos en seguridad pero no establece aspectos concretos para reducir la incidencia criminal en las ciudades del país.

En el lado legislativo, detalla que se han presentado seis iniciativas respecto al tema de ciudades. Pero ninguna de ellas aborda el rubro específico de ciudades violentas.

Sin embargo, reconoce que la crisis de seguridad pública ha permitido el desarrollo de múltiples conductas delictivas en ciertas regiones del país.