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Público se "arrodilla" ante presentación de Sheinbaum en el Zócalo, lloran de alegría

Aunque las acciones a favor de la diversidad sexual, cultural y de los indígenas y de la ciencia provocaron leves gritos y aplausos, todo lo relacionado a tarjetas y al Banco del Bienestar los hacía brincar de alegría

Claudia sheinbaum

Público se

Con la finalidad de sentir la energía que le otorgaban a Claudia a través del ritual, las personas subían a bancos para que su mano estuviera lo más cerca posible de la presidenta.

Jorge Aguilar

Miles de personas permanecieron en el Zócalo capitalino, así como en las calles aledañas, Madero, Motolinea, y 20 de noviembre, para escuchar el discurso de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Con simpatizantes cautivos, que repetían las palabras de la mandataria y a quienes se les salían las lagrimas cada que la mujer levantaba la mano, defendían el respaldo que le dieron el dos de junio.

Desde que el grupo de mujeres indígenas "limpiaron" el camino de Claudia para los próximos seis años, los asistentes morenistas no dejaron de levantar la mano para acompañar a Sheinbaum en el humo que emergía de las ollas y aromatizantes que se quemaban y dirigían hacia Sheinbaum.

Con la finalidad de sentir la energía que le otorgaban a Claudia a través del ritual, las personas subían a bancos para que su mano estuviera lo más cerca posible de la presidenta.

Los simpatizantes lanzaron otro grito cuando lanzaron papeles verde blanco y rojo, la sonrisa de Claudia Sheinbaum era contagiosa entre los predentes; "ahí está, va a ser la mejor presidenta, sí se pudo, sí se pudo ¿Quién dijo que no?", decían.

La euforia de algunos era tan grande que empujaban a los que estaban delante de ellos, varios pelearon, pero al mismo tiempo estaban atentos al discurso, sobre todo cuando se trataba de becas a través de tarjetas.

"Escucha, escucha, va a dar becas, ponte atenta hija, está diciendo que van a ir a los pueblos a hacer las inscripciones; no se te vaya a pasar", enunciaba una señora a su hija.

"Nos van a aumentar mi amor, ya nos van a dar más, la verdad eso es lo que me importa, ja ja", añadió mientras se tapaba la cara apenada.

Las mujeres y hombres a quienes no les importó las gotas de lluvia que caían del cielo, no pararon de grabar con sus celulares, tampoco de gritar cuando se anunciaban logros impulsados por la Cuarta Transformación, como la Reforma al Poder Judicial y a la Guardia Nacional.

Aunque las acciones a favor de la diversidad sexual, cultural y de los indígenas, deporte y de la ciencia y tecnología, así como la desaparición del examen COMIPEMS, provocaron leves gritos y aplausos, todo lo relacionado a tarjetas y al Banco del Bienestar los hacía brincar de alegría, algunos se abrazaban con los desconocidos que tenían a un lado.

"No puede haber Gobierno rico", decía Sheinbaum --- con pueblo pobre ---, contestaban. "Por el bien de todos", --- primero los pobres y para los pobres, lo mejor --- respondían.

Más gente se reunía, casi todos atentos, otros, como adultos mayores dormían en el piso encima de mochilas y cobijas qué simularon con las banderas de distintas alcaldías y municipios como Gustavo A. Madero, Chalco y Nezahualcóyotl.

Algunos jóvenes tomaban cervezas a un lado del asta bandera del Zócalo, sin restricción, brindaban con sus micheladas.

Los puntos del discurso avanzaban y los muñecos de los pueblos no dejaban de bailar.

Luego de varios puntos, los morenistas más fieles se quedaron en el sitio y calles aledañas, sin embargo, varios que tenían banderas, carteles y gorras, abandonaron el sitio rápidamente, desalojaban por la calle madero, para no cargar nada, dejaban todos sus artículos de apoyo a Claudia en el suelo.