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Xóchitl-Calderón 2006, historia de un desencuentro

 Una foto ha generado críticas (provenientes especialmente de Morena) para la candidata presidencial opositora; su acompañante es Felipe Calderón, con quien, en realidad, en el álgido 2006 no hubiera podido ver y enos 

Aquellos años sin foto

Xóchitl y Calderón, la foto

Xóchitl y Calderón, la foto

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Cuando coincidieron durante una semana en el Gobierno Federal, Calderón como presidente y Xóchitl Gálvez como titular de la Comisión Indígena (heredada del sexenio de Vicente Fox), hubiera sido imposible una foto como la que ha originado críticas morenistas a la candidata opositora.

En realidad, en aquel 2006, el encontronazo no tardó en llegar. Gálvez, a diferencia de otros funcionarios foxistas, no presentó su renuncia y aspiraba a exponer ante Calderón porqué se había creado la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, dejando atrás el Instituto Nacional Indigenista uy su corte asistencialista.

Xóchitl había diseñado ese cambio para pasar a un esquema de coordinación de inversiones públicas en los territorios de los pueblos originarios del territorio mexicano. Así, la llamada CDI representaba para ella mucho más que el cargo de titular y su intención era que en el cambio de sexenio, el modelo pudiera pervivir.

De entrada, la oficina de Calderón realizó cambios inmediatos en las secretarías de estado, pero algunos organismos, como el que encabezaba Gálvez, quedaron para ser modificados posteriormente. No significó un interés especial del presidente Calderón en estas instancias, no al menos en el caso de la CDI donde Xóchitl no fue recibida ni se hizo algún análisis de la conveniencia de seguir con el esquema de “Desarrollo indígena integral” por el que pugnaba Xóchitl.

El quiebre vino en la semana del 4 de diciembre de 2006, cuando la aún comisionada para el Desarrollo de la Pueblos Indígenas recibió finalmente una comunicación de la oficina de la Presidencia en la que se le comentaba que habría un nombramiento para sustituirla, pero que se le pedía seguir en sus funciones normales hasta que este se diera. Así, sin haberle dado ocasión de explicar el nuevo modelo de atención a los pueblos originarios y en una comunicación en la que el centro del asunto era quién iba a tener el cargo público.

Además, Calderón y sus allegados recortaron en su proyecto de presupuesto mil millones de pesos a la inversión etiquetada en zonas indígenas. Xóchitl sabía que sin esas etiquetas presupuestales el dinero sería muy difícil de pelear y terminaría yendo a otros fines.

Finalmente, molesta con todo lo ocurrido, Xóchitl Gálvez se presentó a las 8 de la noche del 7 de diciembre en la coordinación general de Administración de la Presidencia de la República. La premisa que comentó a sus colaboradores era que no había interés en el proyecto y entonces su estancia en la CDI perdía sentido.

Xóchitl Gálvez, como se recordará, era por entonces mucho más bronca que hoy, reprochando directamente a secretarios de estado durante el mandato de Fox por las trabas para la construcción de puentes o carreteras en zonas indígena y solía hablar sin pelos en la lengua del mal funcionamiento que un gobierno y su burocracia podían tener ante necesidades apremiantes en muchos puntos del país.

En aquel tiempo, esa foto, Xóchitl-Calderón hubiera sido imposible.