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Gabriela Morales González: de las refinerías a la investigación en Química Apollo

Acerca de mujeres que participan en la ciencia y ocupan espacios donde antes difícilmente llegaban, como las refinerías: esta es la trayectoria de la ingeniera química Gabriela Morales González, actual coordinadora de Investigación y Desarrollo de Química Apollo

Gabriela Morales González, ingeniera.

Gabriela Morales González, ingeniera.

Gabriela Morales González es con orgullo, una de las mujeres que puede presumir en su currículum haber trabajado en dos refinerías de Pemex: la de Salina Cruz y la de Tula. Por su notable trabajo, hace un año fue nombrada coordinadora de Investigación y Desarrollo en el corporativo de Química Apollo, compañía de servicios integrales para el sector energético, en Toluca, Estado de México.

“Disfruto mi trabajo porque me gusta aprender cosas nuevas. Lo que estoy haciendo es algo que nunca había visto; el hecho de que mis jefes de área me involucren y me insten a conocer más, es lo que me motiva. No me limitan, me ayudan a que adquiera conocimiento, dándome esa confianza para que crezca”, comenta la ingeniera química.

Gabriela ingresó a Química Apollo, empresa líder en servicios integrales para el sector energético mexicano el 3 de junio de 2014, como técnico analista en el Centro de Trabajo de la Refinería de Salina Cruz.

Posteriormente, tuvo un movimiento lateral a la Refinería de Tula, permitiéndole ampliar su experiencia en dos diferentes centros de trabajo donde los procedimientos y problemáticas varían en su aplicación.

Por su desempeño, en 2022 fue promovida para el corporativo de Química Apollo en Toluca, donde es coordinadora de Investigación y Desarrollo, cargo en el que ha destacado en sus funciones, evaluando formulaciones y participando en el desarrollo de nuevos productos.

La ingeniera de 31 años se siente agradecida por estar en una empresa con políticas inclusivas, que impulsa a su personal a estar en diversas funciones y campos, independientemente del género. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en México sólo 3 de cada 10 profesionistas que eligieron carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas son mujeres, una brecha que empieza en la infancia y crece hasta que participan en el mercado laboral.

Es importante que las empresas implementen políticas de inclusión, algo que Química Apollo ya está haciendo al desarrollar cada vez más acciones en beneficio de su personal. Muestra de ello es la adopción voluntaria de la Norma Mexicana NMX-R025-SCFI-2015, que reconoce los centros de trabajo que cuentan con prácticas en materia de igualdad y no discriminación laboral, para favorecer el desarrollo integral del personal.

Romper las brechas

Además de su compromiso en el trabajo, Gabriela Morales González ha logrado compaginar su vida laboral con la personal, criando un hijo de dos años y medio en corresponsabilidad con su pareja; en la medida de su respectiva participación, él y su jefe la respaldan cuando tiene alguna situación extraordinaria.

Sin embargo, para llegar a donde está actualmente, ha tenido que enfrentar distintos retos, sobre todo en el trabajo de campo, donde menciona que no es tan bien apreciado que las mujeres tengan más poder al ocupar puestos de mando.

“No faltan los comentarios discriminatorios. A veces no ven bien que una mujer sea representante, incluso piden que sea un hombre. Es un tema cultural que todavía tenemos en el país”, detalla.

Otra limitante para que las mujeres crezcan en el ámbito profesional que Gabriela ve es el entorno familiar, pues a diferencia de su experiencia, no todas tienen disponibilidad de tiempo ante las labores del hogar que también deben desempeñar, o no cuentan con el respaldo de su familia.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la mayor carga de trabajo del hogar no remunerado recae en las mujeres adultas y adolescentes, debido a que se cree que esta labor está destinada a ellas.

Gabriela opina que para visibilizar el papel de las mujeres en las empresas -sobre todo en campos que han estado históricamente destinados solo a hombres-, las compañías deben apoyarlas para que se animen a desempeñar esos puestos y a incursionar en áreas distintas como la ciencia, pues como ella, las profesionales se sentirán con más confianza de aprender e involucrarse en otros sectores donde antes no eran bienvenidas.