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Algunas teorías de la conspiración, ésta es la primera columna en Crónica de Anamari Gomís

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Algunas teorías de la conspiración, ésta es la primera columna en Crónica de Anamari Gomís

Algunas teorías de la conspiración, ésta es la primera columna en Crónica de Anamari Gomís

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Existe la fascinación por conocimientos ocultos desde el principio de los tiempos humanos. La realidad resulta muchas veces difícil de aceptar: no hay plan sino azar y caos. ¿Cómo acceder a estos conocimientos?

Por ejemplo a través de la Deep Web, la internet profunda, que se trata del contenido de internet que no está indexado (es la palabra que se usa) por las búsquedas comunes que usamos todos los días en nuestra computadora. Así lo explica Wikipedia y agrega que el término lo acuñó un especialista en informática llamado Mike Bergman.

Existen Deep Web, Dark Web y Dark Net, que no sé qué demonios contienen ni me interesa.

El caso es que hay algo llamado Estado Profundo Q Anon. Esto surgió en un foro subrepticio de internet. Un usuario dijo llamarse Q, trabajar en el Gobierno de los Estados Unidos y poseer muchísima información desconocida. Anon viene de Anonymous, Anónimo. Q, porque se le ocurrió, supongo. Y una de las vigentes teorías de la conspiración es, justamente, la de Q, según la cual Super Donald Trump, entre otras hazañas, lucha contra la pedofilia y el malvado Estado Profundo, ambos temas de ultraseguridad.

Hacia octubre de 2016 se reveló que Anthony Weiner, exesposo de Huma Abedin, mano derecha entonces de Hillary Clinton, había descubierto que crecía un grupo de pedófilos, todos del Partido Demócrata. Por eso, mientras sólo los enterados tomaban conciencia de este peligro, el 4 de diciembre de ese mismo año, Edgar Maddison Welch, de 28 años, se metió a un restaurante de pizzas, en Washington, D.C., para disparar con un rifle de asalto a los pedófilos del Partido Demócrata que supuestamente se reunían en ese lugar. Miembros de la extrema derecha y opositores de la campaña presidencial de Hillary Clinton habían difundido esta Teoría Conspirativa en redes sociales como 4chan, 8chan, Reddit y Twitter.

Suena increíble ¿verdad? Pero no pocas personas creyeron a pie juntillas en semejante teoría. Pululan otras teorías conspirativas y no nada más en los Estados Unidos. ¿Han oído ustedes del grupo Bilderberg, formados por sujetos poderosos y adinerados? En Europa se organizan mesas redondas sobre este “temible” clan, en el que se encuentran personajes de la realeza, políticos, y personajes influyentes del planeta, que es redondo y no plano, para analizar sus siniestros fines.

En 1954, a unos años de terminada la II Guerra Mundial y la proclamación del Plan Marshall, la idea era debatir sobre la cooperación económica en el marco del libre de mercado y de la sociedad occidental. El primer encuentro, convocado por el príncipe Bernhard de Lippe-Biesterfeld, se llevó a cabo en el Hotel Bilderberg en Holanda, el 29 de mayo de hace 66 años. Lo que desde entonces han venido tratando los 130-150 miembros, y que escuchan algunos invitados famosos, no sale de ese cenáculo, de allí que al grupo lo rodea un halo misterioso y conspirativo. Lo que se rumora es que en estas capilla de notables se traza el orden mundial, un estado en secreto, fuera del destello político e informativo. En realidad, a pesar del misterio que guardan los asistentes, se supone que, en nuestros días, discuten asuntos como la macroeconomía, la amenaza del terrorismo y la seguridad cibernética.

En este año germinó una teoría conspirativa sobre la aparición del SARS – COV-2, la COVID-19. La culpa nace de la existencia de las redes 5G, unas torres de antenas que ofrecen velocidades de conexión muy altas. Muchas personas creen que, instaladas por vez primera justamente en 2019, son las que produjeron el virus. Y Bill Gates, que es muy perverso, según los conspiradores, intenta que se desarrolle una vacuna que introducirá un chip en nuestro cuerpo, el cual habrá de espiar todos nuestros movimientos. En algunos meses, seremos todos los vacunados contra la COVID unos esclavos de gente omnipotente como Bill Gates.

¿Y qué decir de los que se han convencido de que el maldito virus fue creado en un laboratorio? El presidente Donald Trump, que odia a los chinos, lo ha bautizado como el virus chino, cuando este temible coronavirus pudo haber salido del cualquier mercado, en el mundo.

Nada nos sorprende, los Illuminati, desde el siglo XVIII , se han organizado como un grupo de élite con el cometido de dominar el mundo, según afirma mucha gente. Incluso hay quienes vinculan a los miembros con la adoración al Diablo. En fin, que, igual que la idea del Demonio, muchos necesitan creer en conciliábulos ocultos que rigen a nuestro planeta.

Para acabar esta pequeña nota me pregunto el por qué de la decisión de Sistema Nacional de Investigadores (SNI), en nuestro México lindo y querido, que ha abolido la biotecnología del firmamento de la investigación. El área que integra el conocimiento biológico y la ingeniería (la cerveza y el queso son antiguos productos biotecnológicos) inquietan al CONACYT. ¿Habrá detrás una teoría conspirativa? ¿Será el temor de María Elena Álvarez-Buylla Roces a los transgénicos y a la ciencia neoliberal?