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Oficialmente han comenzado los ya tradicionales carnavales, festividades que tienen lugar antes de la cuaresma cristiana que inicia el Miércoles de Ceniza. Estos carnavales combinan desfiles, música, disfraces y se realizan en calles y avenidas. Una característica común es la de ser un periodo de permisividad y cierto descontrol. Este año en el estado de Hidalgo, como en muchos otros sitios del país, dio inicio el pasado jueves 28 de febrero. La secretaria de Turismo anunció que van a participar 40 municipios con comparsas, 30 con bandas de música, 49 con muestra gastronómica y 50 con muestra artesanal. Así, las festividades de carnaval estarán en el Valle del Mezquital, la Sierra Baja y Sierra Alta, Huasteca, Sierra de Tutotepec, haciendo presencia también en la Boca Sierra, en el municipio de Acaxochitlán y el Valle de Tulancingo, por lo que corresponde al pueblo otomí de Santa Ana Hueytlalpan. En la comunidad de Arbolado, Tasquillo y en Alfajayucan, el carnaval es el escenario para activar actos de fe a imágenes católicas como el emblema mariano en sus advocaciones guadalupana y virgen de San Juan de los Lagos, así como a la Santa Cruz.
Situación similar, aunque con características propias, es el caso de algunos pueblos otomíes de la Sierra de Tutotepec que realizan carnavales como marco para las fiestas al Señor de Chalma.
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