Escenario

Christian Bach deja un legado en la televisión mexicana tras su muerte

La actriz y productora argentina destacó en México por sus actuaciones junto a José José y Humberto Zurita

Retrato de una mujer joven
Retrato de una mujer joven Retrato de una mujer joven (La Crónica de Hoy)

La actriz Christian Bach, nacida en Argentina y radicada en México, falleció el pasado martes, informó este viernes su familia mediante un comunicado: “Por este medio, queremos compartir con ustedes una pena muy grande para esta familia, Christian Bach murió el 26 de febrero de este año debido a un paro respiratorio”, explicó la familia Zurita-Bach.

El comunicado explica: “siempre fue su voluntad guardar los asuntos personales y familiares en intimidad absoluta” y pide que se trate esta noticia con “respeto y cariño”, para “ser fieles a sus deseos y su comportamiento siempre respetuoso”.

Nacida el 9 de mayo de 1959 en Buenos Aires, Argentina, se graduó como abogada e incursionó en la actuación tras su llegada a México; talento que fue descubierto por el productor, director y actor, Ernesto Alonso.

“Christian fue una gran actriz y una mujer ejemplar, una gran madre y una esposa que llenó la vida de su familia de amor, valentía, coraje y grandes deseos de vivir plenamente, de una manera congruente con sus ideas y sus anhelos”, añadió la misiva.

Algunos de sus primeros papeles incluyen producciones como Los ricos también lloran (1979), telenovela mexicana producida por Valentín Pimstein y dirigida por Rafael Banquells, protagonizada por Verónica Castro y Rogelio Guerra, con la participación antagónica de Rocío Banquells.

Tuvo algunas participaciones especiales en producciones como Soledad (1980), donde compartió el antagonismo con el actor Salvador Pineda, y en Colorina (1980), interpretando a Peggy.

Aunque su primer protagónico se dio en El amor nunca muere (1982), junto a Frank Moro, con las participaciones antagónicas de Sylvia Pasquel y Rebecca Jones, fue hasta la telenovela de época, Bodas de odio (1983) ambientada en el Porfiriato y producida por Ernesto Alonso, en la que compartió el protagónico con Miguel Palmer y nuevamente con Frank Moro; que se colocó bajo el foco del público y la crítica. La cual es una historia original de Caridad Bravo Adams, adaptada por primera vez a la televisión por María Zarattini.

De ahí su carrera se disparó, valiéndole varios papeles principales como en De pura sangre (1985), donde actuó a lado del también productor, Humberto Zurita, quien más tarde se convertiría en su esposo y socio frente a la cámara y detrás de la producción.

Fue entonces cuando el matrimonio fundó ZUBA Producciones, con la que cambiaron de compañía televisiva para trabajar en la producción de contenidos como La Chacala (1997), la polémica historia que pondría a la pareja en el extravagante gusto del público, pues la caracterización de Bach interpretando a una “criatura”, salió de los convencionalismos de las telenovelas mexicanas de esa época. 

También estuvieron detrás de Azul tequila (1998), producción protagonizada por Bárbara Mori y Mauricio Ochmann, que les valió tres nominaciones a los Premios ACE New York en 1999 en las categorías a Mejor Actriz de Reparto —ganado por Claudine Sosa—, Mejor Actor Revelación —Mauricio Ochmann— y en Productores Destacados, reconocimiento otorgado a Christian Bach y Humberto Zurita. 

No obstante, su participación como actriz continuó, casi siempre destacando como antagonista de varias historias como en La Patrona (2013), adaptación realizada por Valentina Párraga de la producción venezolana La Dueña; la cual fue protagonizada por Aracely Arámbula y Jorge Luis Pila.

En 2014, participó en la telenovela La Impostora junto a uno de sus hijos, el también actor Sebastián Zurita, siendo la última serie en la que actuó.

También realizó algunos trabajos para la pantalla grande, haciendo su primera aparición en el filme de acción-comedia argentino Brigada de acción (1977), dirigido por Palito Ortega.

Realizó otros más como La venganza del lobo negro (1980), Duelo a muerte (1981) y Secuestro sangriento (1985), ese mismo año compartió protagónico con José José, en la película Gavilán o Paloma, dirigida por Alfredo Gurrola, la cual narra el surgimiento de El Príncipe de la Canción, desde sus comienzos en la Ciudad de México hasta convertirse en ícono mexicano a nivel internacional.

A ésta le sucedieron Los placeres ocultos (1989) de René Cardona Jr, Soy libre (1991) de Juan Antonio de la Riva, Yo, tú, él, y el otro (1992) de Raúl Araiza, El hombre de blanco (1992) de René Cardona Jr, Retazos de vida (2008) de Viviana Cordero, Me olvidarás (2009) —dirigida por ella misma en colaboración y producida por ZUBA—, El secreto (2010) de Gilberto de Anda y Deseo (2013) de Antonio Zavala Kugler; siendo el drama y el suspenso, los géneros más explorados a lo largo de su trayectora.

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