En una política alimentaria enfocada a tener futuros mexicanos más sanos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) instrumentó una serie de cambios en los menús de sus 1,376 guarderías en todo el país, con una población superior a los 200 mil niños, a fin de que ellos se conviertan en agentes de cambio, para replicar en sus hogares diversas formas de comer más saludables.
Luis Lara, nutriólogo adscrito a la coordinación de Guarderías del IMSS, en entrevista con Crónica, resaltó que en los nuevos menús se ha aplicado una política de cero azúcar y se busca asentar en los niños hábitos saludables, desde evitar bebidas azucaradas y el gusto por el agua simple hasta la eliminación de los embutidos dentro de sus dietas.
Para ello, a partir del primer día del mes en curso, las guarderías del Seguro Social han eliminado alimentos industrializados y han incorporado granos integrales y una mayor variedad de frutas y verduras de temporada.
Precisó que también se deja de consumir galletas y pan de caja integrales, alimentos que fueron sustituidos por bolillo integral o tortilla, y los cereales ahora se preparan a partir del alimento natural: arroz integral u hojuelas de avena.
Además, se incluyeron purés de papa y camote, para favorecer la variedad de la alimentación, para los menores de un año.
Para los niños más grandes, se sustituyó el arroz blanco por integral y la pasta para sopas ahora es integral, y siguen consumiendo carne de res, pescado, pollo y en algunos casos lomo de cerdo.
Asimismo, ya se venían suministrando alimentos ricos en ácidos grasos esenciales como el aguacate, y se ha reforzado con la introducción del aceite de olivo y crema de cacahuate, ricos en Omega 3 y 6.
La decisión se tomó, por toda la evidencia científica existente, y se ha comprobado que no es necesario consumir azúcar en forma refinada, que la tenemos presente en la mayoría de los alimentos que ofrece la industria, dijo el funcionario.
“Al día de hoy, abundó, los menús están en su mejor etapa, con calorías estandarizadas y con la calidad es la adecuada. Se siguen las investigaciones, y quizá pudiera haber otras modificaciones, pero en este momento, se cubren de manera satisfactoria las necesidades nutrimentales necesarias”.
Datos de la Secretaría de Salud, señalan que uno de cada tres infantes con problemas de obesidad podría tener diversas consecuencias a lo largo de sus vidas, y están más propensos a problemas de salud además de la diabetes, a padecer presión arterial.
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