Cultura

El origen de los olmecas no está en África sino en América: Ann Cyphers

Las esculturas de las cabezas colosales corresponden al retrato de gobernantes, añade. Son las hipótesis que presentó la investigadora de la UNAM en su conferencia en El Colegio Nacional.

La arqueóloga Ruth Shady expone sobre Caral, la ciudad más antigua de América
La arqueóloga Ruth Shady expone sobre Caral, la ciudad más antigua de América La arqueóloga Ruth Shady expone sobre Caral, la ciudad más antigua de América (La Crónica de Hoy)

El origen de los olmecas no está en África sino en América, el aspecto de los rostros alargados y mofletudos de dicha cultura situada en Veracruz y Tabasco se debe a que a los habitantes eran sometidos desde bebés a una modificación craneal y las esculturas de las cabezas colosales fueron esculpidas probablemente para conservar el retrato de los gobernantes olmecas.

Esas fueron las hipótesis que planteó ayer Ann Cyphers, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, durante la conferencia Las cabezas colosales olmecas, primera actividad del ciclo La arqueología hoy, que organiza en El Colegio Nacional el arqueólogo y Premio Crónica, Leonardo López Luján.

Una de las primeras preguntas que hizo la también ganadora 2019 del Premio que otorga el Foro Arqueológico de Shanghai fue si las cabezas colosales están ligadas a un origen africano, como se planteó a mediados del siglo XX, cuando se encontró la primera cabeza.

“La primera fue encontrada en 1862, en Hueyapan, Veracruz. Después, el coleccionista José María Melgar y Serrano la fue a ver y dijo que era tipo etiópico pero en ese momento no se sabía nada de los olmecas, era un descubrimiento aislado, y no poda hacer referencia a otras culturas de Mesoamérica porque no había nada similar, entonces él debía buscar asociaciones”.

A partir de ese momento iniciaron las polémicas de los olmecas y su posible origen en África, por lo que —recientemente— se han realizado estudios para ver si en los sitios olmecas hay objetos africanos y el resultado ha sido nulo. Otra línea de investigación ha sido obtener ADN de entierros olmecas, pero tampoco existe evidencia de contacto africano.

“En San Lorenzo encontramos entierros olmecas y se hizo un estudio del ADN y ninguno tiene ADN africano. El origen de los olmecas no está en África sino en América”, dijo.

La segunda pregunta que respondió Ann Cyphers fue ¿por qué los rostros olmecas tienen la cabeza alargada con el dorso plano, ojos rasgados, nariz ancha, mofletudos y boca con comisuras hacia abajo?

“No nacieron viéndose así. Todo eso es resultado de la modificación del cráneo y la modificación cambia los rasgos del rostro, entonces el look tiene que ver mucho con la modificación del cráneo”, señaló.

Dicha modificación se realizaba cuando los olmecas nacían. “Los adultos tenemos la cabeza dura, pero los bebés tienen la cabeza blanda y los huesos son fácilmente moldeables. Un bebé no puede decidir si quiere tener ese aspecto y la cabeza modificada, eso es decisión de sus papás y de su sociedad, porque tiene que ver con identidad”

Esa modificación se relaciona con el ciclo de la vida, agregó. “Era necesario tener esa deformación para poder participar en ciclos de rito de la vida, qué tal que no alguien no se podía casar con el amor de su vida. Cuando una sociedad tiene una población, más del 90%, con un tipo de modificación craneal, está indicando que es una decisión que va más allá de la familia”.

“Son retratos de los gobernantes, ¿quién más podría hacer su retrato de forma colosal?, ¿quién más tenía los recursos para hacer algo tan grande y moverlos de la zona de los Tuxtlas hasta las capitales olmecas?”

De acuerdo con estudios comparativos hechos en las 10 cabezas halladas en San Lorenzo, cuatro en La Venta y tres en Tres Zapotes, indican que además de compartir una forma prismática y estar bizcos, llevan un casco y atavíos que significan gobierno.

La investigadora señaló que existió la escultura de un trono que era el asiento de los gobernantes, el cual se recicló para crear cabezas colosales.

“Se transformó de trono a cabeza y podría haberse hecho a la muerte de un gobernante porque se convertiría en su retrato. Puede ser que al momento en que fueron dejando los tronos, se empezaron a hacer retratos de los gobernantes ancestrales. Esto es, reciclar para conmemorar al gobernante”, destacó.

Durante la conferencia, Leonardo López Luján invitó a los asistentes a acudir a algunas exposiciones actuales: Azteken en el Museo Linden, Stuttgart; Tetzáhuitl. Los presagios de la conquista de México y Luz de adentro. Ofrenda al Templo Mayor, en el Museo de Templo Mayor.

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