
El regreso a México del cantante español Enrique Iglesias fue una memorable odisea para las diez mil personas que se dieron cita durante su presentación en el Coloso de Reforma.
El recinto cimbraba desde las afueras, y muy casual en punto de las 21:00 horas, el escenario que salía con una pista poco antes de la mitad del auditorio, recibió a Enrique Iglesias con gritos estruendosos y listos para comenzar la fiesta con “Move to Miami”, “Freak” y “I like how it feels”, con una producción que era capaz de encender a cualquiera.
Iglesias se mostró animado en todo momento, recorriendo el escenario de lado a lado y manteniendo una cercanía con el público, que pocos interpretes tienen. “Venga México”, se escuchaba por parte del cantante, lo que ponía fúrico a su público, que en su mayoría eran mujeres.
Mantuvo un ambiente de fiesta, con luces normalmente en color rojo y azul, y con fuego que salía detrás del escenario, así como fuentes de humo que incitaban a los presentes a no dejar de bailar, y así continuaron al ritmo de “Hearbeat”, “Duele”, “Bailamos”, “Perdedor” y “El baño”.
“Se me ponen los pelos de punta pensando la primera vez que estuve aquí en el Auditorio Nacional hace 25 años, muchas gracias por estar aquí esta noche. Yo llevo 17 años con mi novia, ha habido momentos buenos, malos; hubo momentos donde me decía: chíngate güey, ya no quiero más. Y hubo dos veces en específico que me dijo ya no más, esto es de verdad, escribí esta canción para pedir perdón”, contó Enrique, mientras a capela interpretaba “Loco”, cambiando un poco la frase donde dijo “Yo sé que la cague”.
Desde el momento en que arribó al escenario, el público no toco sus asientos, además de hacer cada uno de los movimientos que el cantante les pedía, mover las manos de un lado a otro, saltar, encender la luz de los teléfonos, y más. Así mantuvo la adrenalina para bailar “Yellow”.
La energía se sentía en cada extremo del recinto, la piel se enchinaba cuando sonaba cada melodía, y la buena vibra se hacía presente al escuchar “Be with you”, “Escape”,
“Tonight”, “Súbeme la radio” y haciendo un breve viaje romántico al pasado con “Héroe”, “Nunca te olvidare” y “El perdón”.
Papeles de colores comenzaron a caer del techo, mientras los animos cada vez eran más y los gritos más y más fuertes, y así se dispuso a bailar con “Bailando”. Los ojos cristalinos se dejaron ver por parte del español, quien agradeció nuevamente a México y se colgó la bandera arrodillándose hasta en frente de escenario, un momento lleno de emociones con el que se despidió, y como todo buen bailador, lo hizo con al son de “I like it”.
havh
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