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Las 77 terminales de almacenamiento de combustibles que hay en México no son suficientes para lograr un desempeño más eficiente del mercado de gasolinas, por lo que se requieren mayores inversiones en infraestructura, además de que los procesos de liberación de precios tardan hasta 10 años para lograr cambios significativos en los mercados, de acuerdo con directivos de Oil & Gas de SGS México y de la CRE.
Álvaro Vallejo, director de Oil & Gas de SGS México, dijo que existen factores clave que afectan de forma negativa el precio de los combustibles en México: La falta de infraestructura para transporte y almacenamiento, además de la gran cantidad de gasolina que tiene que importar el mercado, pues los costos de transporte y el tipo de cambio representan un alto costo para las estaciones de servicio.
Durante la Mesa de Diálogo “Factores clave en los costos de la gasolina mexicana”, Vallejo comentó que México importa más del 60 por ciento de la gasolina que consume, debido a que Pemex sólo tiene seis refinerías en todo el país que no operan al tope de su capacidad.
“En México tenemos 77 terminales de almacenamiento, pero no son suficientes, además, todas se concentran en una sola empresa”, dijo.
A su vez, Luis Fernando Herrera Fallas, Director General de Regulación y Tarifas de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), detalló que en México habrá refinerías alternas adicionales a las de Pemex en los próximos 10 ó 15 años, que serán construidas por el sector privado, lo que garantizará una mayor competencia y mejoras en las condiciones de los precios.
“Los procesos de precios liberados tardan hasta 10 años, y nosotros apenas llevamos uno. Sólo el anuncio de la liberación del precio provocó el cambio de marca en 2 mil 500 estaciones”, añadió.
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