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El Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) reabrirá este año la tienda ubicada en Avenida Juárez 89, alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México, que cerró sus puertas hace año y medio por las afectaciones que sufrió el inmueble tras los sismos de septiembre de 2017. Así lo comenta en entrevista con Crónica Emma Yanes Rizo, directora del Fonart.
“Ya se realizaron los trámites para recuperar la casa de Fonart de Avenida Juárez. Ya están los trámites para aplicar el seguro, será este año cuando se abra”, indicó la también historiadora.
La tienda Fonart ocupa un inmueble de 780 metros cuadrados del Centro Histórico y por acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación en 1997 es reconocido como un centro de venta de artesanías cuyo dueño es el Fonart.
— ¿Quién pagará el seguro de daños?
— No se aplicó a tiempo el seguro después del sismo, pero ya se está aplicando. Estamos en esa parte de negociación de cuánto pone el seguro y cuánto nos toca. Esta semana será la primera reunión con el seguro, el resto del recurso sería con el programa del Fondo de Desastres Naturales (Fonden). Se hará un presupuesto para entrar el programa del Fonden.
— ¿Cómo va la incorporación de Fonart a la Secretaría de Cultura?
— El proceso inició en diciembre, ha sido complicado. Hay apoyo de la Secretaria de Bienestar, como de la Secretaría de Cultura, pero Hacienda lo tiene un poco enredado. Esperamos a fin de mes estar jurídicamente en cultura porque cooperativamente ya lo estamos.
Yanes Rizo también comentó que la Secretaría de Cultura pudo haber acudido al Fonart para la compra de 2 mil petates de palma usados en la proyección de la película Roma en diciembre de 2018 en el Centro Cultural de Los Pinos; sin embargo, en las tiendas Fonart no venden esta artesanía.
La dependencia federal resolvió la compra no con artesanos sino con la adjudicación directa por 285 mil 418 pesos al intermediario Estrategy & Solutions S.A. de C.V. bajo el argumento de “facturar” el gasto.
“Hay convenios con Presidencia (para) que adquieran piezas a través de nosotros, de cualquier manera sí pueden por su propia parte hacer un trato directo. Hay muchos particulares que tienen trato con artesanos y venden a su manera”, indica.
— ¿Por qué Fonart ya no apoya a los productores de petates de palma?
— No sé. Nunca he visto petates, no parece ser una artesanía fundamental. Los petates los puedes comprar en mercados, claro que es una representación cultural pero no creo que sea un objeto artístico tan desarrollado, claro que tiene todo un procedimiento y una tradición.
“El conflicto particular de los petates y la Secretaría de Cultura no lo conozco a detalle. Nunca nos han pedido petates entre la lista de clientes. Que pudo haberse hecho (la compra con nosotros), quizá”, responde.
— ¿Los artesanos no pueden emitir facturas?
— En el Fonart hay un esquema muy establecido, hay un padrón de artesanos y se les avisa cuando se realizará la compra de sus productos. Existe una contraloría social, es como una asamblea comunitaria, ahí se reúne a los artesanos, corroboras que a quien le vas a comprar es un artesano y Fonart entrega de manera directa a los artesanos el recurso que corresponde a la compra. Después el artesano da un recibo a la institución con sello y firma.
“El que pone el precio es el artesano, no hay regateo. Una vez que llega a la tienda, se aplica un incremento del 40% de costos de operación. Todo está reglamentado y claramente estipulado. No podemos ir a comprar por nuestro gusto a determinado artesano”, explica.
“La pregunta que se les hizo fue quiénes habían realizado alguna actividad artesanal y salió un mundo de gente, pero si lo acotas a quién vive de esos procesos artesanales y si son de pueblos originarios, se calcula cerca de 1 millón y medio de personas”, aclara.
— ¿Harán un nuevo censo?
— Se tiene que hacer un nuevo padrón de artesanos, se está trabajando en eso. Fonart tiene un buen padrón de beneficiarios hecho con las casas de artesanías y gobiernos estatales. No se parte de cero.
El Fonart ofrece tres tipos de apoyos financieros: proyectos artesanales estratégicos con hasta un millón de pesos, corredores turísticos artesanales con hasta 70 mil pesos y salud visual con hasta 15 mil pesos.
“Estamos reelaborando las reglas de operación de los programas actuales no con la intención de quitarlos, sino de que puedan tener una medición. Eran prácticamente un fondo perdido. Estamos discutiendo si se mantendrán los montos. Las convocatorias, esperemos, salgan a final de mes”, indica.
— ¿Fondo perdido?
— No hemos visto un mal uso de los recursos pero sí una falta de seguimiento preciso de cómo se aplicaron.
“Haremos seguimiento. Si das un apoyo para la producción de camisas de manta, ¿dónde está la camisa terminada? de manera que Fonart pueda comprarla y avanzar al otro paso: mejoras en la producción”, responde.
Yanes Rizo comenta que los artesanos del sur del país tendrán prioridad ante la construcción de Tren Maya y del tren en el Istmo de Tehuantepec.
“Se priorizará el apoyo a los artistas de los pueblos que forman parte de la línea de los proyectos federales: Tren Maya e Istmo de Tehuantepec. También se priorizarán comunidades afectadas por la violencia”, apunta.
— ¿Cómo funcionaba el programa de ayuda visual?
— Lo cambiaremos a salud ocupacional. Se entregaba un kit de trabajo básico, por ejemplo, se daban guantes, botas, cascos… eso funciona, sí y no porque llegabas con el kit a determinado oficio que no requería lo que estaba ahí entregándose.
“Se detectó que tejedoras y gran porcentaje de artesanos tenían problemas de la vista y hasta donde entiendo, no fue tan personalizado, se hacía una entrega general de lentes pero no con un diagnóstico preciso”, responde.
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