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El viernes 11 de agosto falleció Eugenio Polgovsky, uno de los cineastas más importantes de México en la escena documental. El anunció del deceso se dio a conocer hasta el martes 15. Se trataba de uno de los directores más comprometidos con las causas sociales, con un trabajo que fue reconocido internacionalmente en certámenes como el Festival Internacional de Cine de Venecia o la Berlinale.
Su más reciente producción fue Resurrección (2016), un filme que reflexiona sobre la ilusión del progreso, la avaricia y la explotación en la lente del cineasta, a través de la historia de la desaparición de El salto de Juanacatlán, un lugar considerado antiguamente “las cataratas del Niágara mexicanas”. Este lugar que fue paradisiaco en su momento fue devastado por la contaminación industrial y fue en medio de estas ruinas tóxicas donde Polgovsky encontró a una familia que lucha por su supervivencia y sus memorias.
En una entrevista concedida a Crónica, en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia, donde presentó este filme, el cineasta habló del cine como una herramienta mucho más importante que el entretenimiento: “Un autor debe tener un punto de vista sobre el mundo, eso implica una búsqueda personal que va más allá de filmar lo que se tiene enfrente”, dijo.
Eugenio Polgovsky Ezcurra, nacido en la ciudad de México en 1977, comenzó como autodidacta, tomando fotografías en Polonia, Nueva York y México. Su primera exposición fotográfica se llamó Imágenes de Cracovia, mientras que la segunda consistió en impresiones de sus viajes por México y Nueva York.
Luego estudió cinefotografía y realización en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) de la Ciudad de México, en donde hizo su primer documental como proyecto de tesis. Se trata de Trópico de cáncer, sobre la historia de varias familias pobres que sobreviven gracias a la cacería de animales salvajes, como serpientes, ratas y pájaros, a la altura del Trópico de Cáncer, en el desierto de San Luis Potosí, el cual le dio numerosos premios incluido el Premio Ariel a la Mejor Ópera Prima y la proyección en la Semana de la Crítica de Cannes.
Su documental Los herederos tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Venecia y abrió la sección Generation al documental del Festival Internacional de Cine de Berlín, ha dado la vuelta al mundo y en 2009 este documental recibió el apoyo de UNICEF para su difusión en México y el mundo, como eje de una campaña de sensibilización sobre el trabajo rural en la infancia.
En una emotiva carta publicada por El País, el actor Gael García Bernal narra de las experiencias que vivió con el cineasta y le atribuye la semilla de la creación del festival de documentales Ambulante: “Un niño come tierra. Mientras tú lo filmabas, él la seguía comiendo y tú no apartabas la vista de allí (…) No éramos padres aún, pero la forma en la que te acercaste al niño que no podía hablar, quizás de tan pobre que era, sólo la podías lograr tú. Es ahí cuando surgió la idea de Ambulante, nuestro festival que siempre te tuvo a ti y a todos los que se parecen a ti”, dijo.
El realizador falleció y dejó en proceso un documental sobre niños con infecciones parasitarias en África, como parte de una campaña para resolver este problema que afecta a la salud y la educación.
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