
"Hay muchísimas concepciones sobre Dios en el mundo, pero al final de cuentas, todas responden a las mismas preguntas". James Younger, productor de La Historia de Dios hace un ejercicio de reflexión a través de un tema tan delicado y volátil cómo lo es la religión.
Durante la presentación de la tercera temporada de la serie documental, el también doctor en biofísica por la Universidad de Berkley, compartió algunas de las experiencias durante la creación de esta nueva entrega: “Uno de los puntos clave a través de los cuales planeamos la serie, fue hacerla atractiva para todo público, no sólo para aquellos que abrazan una religión, sino también para aquellos que no creen en la existencia de Dios o que se encuentran más cerca de la ciencia. Queríamos que se percibiera cómo una serie abierta al diálogo”, dijo.
La producción de National Geographic detrás de La Historia de Dios, viajó unos 80,500 kilómetros en total -lo equivalente a darle la vuelta al planeta dos veces- visitando algunos de los sitios más sagrados en el mundo. Como la capilla de Lourdes en Francia, donde algunos creyentes afirman haber sido curados gracias a las aguas de su fuente; la ciudad de Pérgamo en Turquía donde se dice, está emplazado el trono de Satanás; o Tel Megiddo, una zona arqueológica en Israel, donde se tiene una de las referencias de Jesús como Dios, más antiguas de las que se tiene conocimiento.
James Younger, también comentó: “Una de las razones principales para crear esta tercera temporada era presentarle al público los puntos en común que tienen las religiones. Muchas personas aprovechan las diferencias que hay entre cada una para dividir sociedades enteras a través de esas creencias. Sin embargo, cuando tenemos una perspectiva más amplia y cuidadosa, nos podemos percatar que cada una brinda respuestas a las mismas preguntas, marcan normas de comportamiento muy parecidas y brindan alivio espiritual a todos sus creyentes.”
Para poder encontrar esos puntos en común entre tantos ritos y creencias, el equipo de National Geographic se encontró con múltiples personalidades expertas y cercanas a ciertas divinidades. Cristianos, musulmanes, druidas, hinduistas, paganos, jainistas, animistas, budistas, agnósticos; todos fueron parte del documental, donde se buscó de manera inalcanzable dar voz a la mayor cantidad de posturas posibles.
Nos encontramos en un mundo plagado de incertidumbre, donde existen más preguntas que respuestas. Younger, también estableció el impacto que querían tener en el público: “La religión ha sido usada cómo un medio para dividir al mundo desde siempre, sólo hace falta echarle un vistazo a la historia del mundo y a la fe misma. Es por ello que queríamos mostrar las similitudes entre ritos y divinidades. Cómo en Katmandú, por ejemplo, la ceremonia del Dashain celebra la victoria del bien sobre el mal, con una historia similar a la de Jesucristo. Estamos en un momento donde lo mejor sería dejar pasar esas pequeñas diferencias y entenderse cómo creencias que pueden convivir bajo el mismo cielo”.
La Historia de Dios aborda en cada uno de sus episodios una pregunta distinta: La búsqueda del diablo, ¿Quién es el diablo? ¿Un dios o un ángel caído? Y que tan fuerte es su impacto al momento de determinar nuestra fe. Pecados capitales ¿Es el pecado una parte natural de la experiencia humana o una elección consciente? Secretos divinos, ¿por qué el secreto y la religión están muchas veces entrelazados?
Sin embargo, uno de los temas en el cual el productor hizo más hincapié fue el de: Dioses entre nosotros ¿Existen personas que encarnan lo divino? Younger relató una de las experiencias que más lo impresionó al respecto:
“En Katmandú encontramos a una niña que encarna una divinidad, Kumari, desde que es muy pequeña es tratada como una diosa, en ningún momento la dejan que toque el suelo, vive confinada en una jaula de oro que la aleja de su infancia, y de su realidad. Lo increíble es que vivirá de esta forma hasta que llegue a su pubertad, en cuanto cumpla 12 o 13 años regresará a ser una mortal de nueva cuenta. El impacto que esto tendrá en su vida es inimaginable y es una de las experiencias que tengo más presentes en la mente.”
La serie es una intrincada búsqueda documental por encontrar las aristas que unen la fe en todo el mundo. Con una calidad respaldada por las nominaciones al Emmy y la producción de Morgan Freeman y el mismo James Younger. La tercera temporada será emitida a través de National Geographic el próximo domingo 28 de abril a las 9 de la noche.
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