
Con la Orquesta Filarmónica Mexiquense y el Coro Polifónico, Priscilla Presley honró el legado de Elvis Presley con un concierto en el Auditorio Nacional. Elvis live in concert fue el nombre del espectáculo que celebró en una única función en el Coloso de Reforma a través de su catálogo de éxitos.
El reloj marcaba las 18 horas con doce minutos cuando las luces del recinto se apagaron y apareció Priscila Presley, quien fue esposa de El Rey por cinco años: “Buenas tardes México. Esta noche vamos a cumplir dos deseos de Elvis, el primero es viajar a otros países que él quería visitar, como lo es el suyo; y el segundo es tener una orquesta filarmónica que acompañara sus canciones, ya que a él le gustaba mucho el sonido de la orquesta y antes de morir lo estaba planeando. Desgraciadamente no lo logró, pero ahora vamos a cumplir su sueño”, dijo.
Así comenzó el espectáculo y “Burning love” comenzó a ser interpretada por 80 jóvenes mexiquenses mientras que en la pantalla se observaba a Elvis cantándola en vivo en uno de sus tantos conciertos ofrecidos. “Welcome to my world”, “Fever”, “You gave me a mountain”, “Love me” y “Just pretend” continuaron la velada arrancando aplausos y ovaciones al término de cada una.
Llegó “I can´t help falling in love”, una de las favoritas del público siendo entonada por más de ocho mil personas que se dieron cita en el coloso del Paseo de la Reforma. “In the ghetto”, “How great thau art” y “Bridge over troubled water” pusieron fin al primer acto: “¿Les está gustando?” preguntó Priscila, mientras bajaba del escenario para poder convivir con los asistentes, saludándolos y tomándose fotos con ellos.
Después de un breve descanso, siguió el show con un poco más de rock and roll mientras en la pantalla se proyectaban videos caseros de Elvis y su esposa en diferentes instantes de su vida como su boda o el nacimiento de su hija. “Heartbreak Hotel” y “Blue Christmas” fueron de las más coreadas hasta que llegó “Suspicious minds” con la cual más de uno se puso de pie y miles de pantallas de teléfono se iluminaron.
Después de dos horas y media, “American trilogy” e “If I can dream” fueron las elegidas para cerrar el espectáculo. “Gracias por venir, que viva Elvis y que viva México” concluyó Priscila Presley ante un Auditorio Nacional de pie y entregado a su esposo que desde el más allá seguía con ellos la noche.
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