Opinión

Crecimiento de deuda, el huevo de la serpiente

Jamás podemos olvidar los motivos por el cual México atravesó por más de 15 crisis económicas, desde aquella en que el peso dejó la banda de los 12.50 para aterrizar en los 17.50. Al finalizar el sexenio de Luis Echeverría, muchos analistas achacaron el deslizamiento a la enorme deuda contratada por motivo de los juegos Olímpicos de 1968 y el Mundial de Futbol 1970. La realidad es que el fue un derroche donde el Presidente llevaba maletines de dinero para repartirlos como Santa Claus en la comunidad donde se paraba.

Con José López Portillo vivimos una época muy parecida a la actual. Se tomaron recursos de dónde se pudiera y terminamos con una deuda impagable, el huevo de la serpiente, que inauguró la década de los 80s. Renegociación de deuda, crisis monetaria, inflación, altas tasas de interés. Vivíamos al día, con precios que escalaba en pocas horas. O comíamos o pagábamos deuda, que superaba  los 100 mil millones de dólares de aquella época.

Junto con estas crisis recurrentes a final de sexenio México vio alejarse las posibilidades de crecer. Fue cuando los países de Asia, como Corea del Sur, Singapure, etc, superaron a México en producto per cápita, cuando en los años 60s, éramos el ejemplo, con un nivel de vida que permitió crear una clase media, como ejemplo Ciudad Satélite. Nacieron fraccionamientos que permitían pagar una hipoteca en tan sólo 7 años y comprar un auto en 12 meses.

El llamado neoliberalismo llamó a la cordura con Carlos Salinas. México era un país sin credibilidad, poco serio, con políticos metidos a funcionarios como lo actuales que dicen una cosa y hacen otra. El ahorro privado se fugó con tantas devaluaciones y el peso fue cuesta abajo. Hoy en términos reales el dólar debería costar 17 mil pesos, pero una reforma le quitó 3 ceros.

Las sociedades, dicen analistas económicos, suelen olvidar en una generación las enseñanzas y traspiés. El dolor de la crisis es tal que se emprende una carrera por olvidar y esos son los motivos por los que los países, sociedades y familias caen de manera recurrente en bretes y vamos a los ejemplos.

1).- La actual administración ha caído en una espiral de contratación de deuda que marca récord históricos, 5.2 billones de pesos en el sexenio es una cantidad descomunal. Solo en este año se autorizó 1.8 billones. Hoy tenemos la borrachera de los políticos, que llegan a planear que en México se puede vivir sin trabajar, porque todo lo paga papá gobierno. Se olvida que después de la fiesta viene la cruda.

2).-  Las tasas de interés no bajan, porque la inflación sigue alta y se debe a falta de productividad. La expansión del gasto se va en dádivas y alzan sin sustento a los salarios. El FMI acaba de recortar la perspectiva del PIB a 2.4%.

Sin dudas que llegará el momento de ajustar cuentas y como siempre los ciudadanos deberemos pagar la deudas. El Fobaproa, que costo un billón de pesos será cuentos de niños y si el gobierno toma el ahorro de Afores, el peso se va a quedar en el limbo. No podemos descartar que para el 2026 tengamos un IVA de 18 por ciento y un ISR del 42%.

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