Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo; no sea que te chamusques a ti mismo, dice una frase clásica que seguramente no ha leído López Obrador pero que sin duda intuye.

El presidente sabía que tarde o temprano le preguntarían sobre las aspiraciones de Ricardo Monreal para el 2024. “También tiene derecho”, dijo.

Claro que tiene derecho. La insistencia del presidente en dejarlo fuera de todas las listas rebasó los límites de la prudencia. En un acto de legítima defensa, porque el senador es mucho más peligroso fuera del bote de las corcholatas que dentro, resolvió incluirlo.

La cuestión es que Monreal ya vio que, siguiendo su propio camino, y no la línea presidencial, tiene frente a sí grandes alamedas por las que puede caminar, correr incluso, y jugar sus cartas en la carrera presidencial

La presión social dio resultado.

El presidente le dio otra pensadita al tema de la información sobre la adquisición de vacunas anti-covid y anunció que dentro de poco la dará a conocer; porque, dijo, no hay nada qué ocultar. La presión social funcionó.

De modo que a pesar de la protección que le brindó la SCJN, que resolvió que esa información puede reservarse 5 años, los datos de las transacciones y negociaciones se conocerán pronto. Es lo correcto.

La reacción popular al ocultamiento, con la complacencia de los ministros, fue la de percibir que había algo chueco, nadie creyó en el garlito de la seguridad nacional. Para evitar que esa percepción se expanda y se consolide, la información comenzará a fluir.

El peligro de los supremacistas

El tráfico ilegal de armas de Estados Unidos a México es una de los factores de explican el poder de las bandas criminales y su capacidad para desafiar a las autoridades mexicanas.

El canciller Marcelo Ebrard reveló que la demanda presentada por el gobierno mexicano y que se procesa en una corte de Massachusetts no será la única. Vienen más.

Los riesgos se multiplican. Hay una escalofriante concordancia entre los negocios fronterizos de venta de armas con la proliferación de grupos supremacistas a lo largo de la frontera con México. Esos grupos tienen a los migrantes en la mira. Están ubicados en las mismas zonas que las armerías.

México ya demostró que recurrir a los tribunales es la estrategia correcta y que con la ley en la mano puede defenderse mejor.

Desde la derrota

El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, es de los primeros priistas en decir que va por la nominación del tricolor para el 2024.

Levantó la mano, pero muy pocos voltearon a verlo. Al interior del partido lo ven como un aliado más de la 4T que está cerca de apoderarse del gobierno estatal.

Para tener una precandidatura creíble Murat tendría que entregar buenas cuentas el 5 de junio y transmitirle del gobierno del estado a un correligionario.

No puede aspirar a una candidatura presidencial desde la derrota. ¿Quién lo seguiría?

Si no gana, que empaque. Lo que tiene que hacer Murat estos días es limpiar su escritorio, en el sentido más amplia del término, porque le van a buscar por todos lados.