Opinión

Monreal, bestia negra de Morena

El presidente López Obrador está fabricando al rival más fuerte de Morena para el 2024: Ricardo Monreal. El zacatecano puede vencer a la candidata presidencial de Morena, o puede evitar que gane, y convertir al partido en un ave de paso en el quehacer político nacional.

Cuartoscuro

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El empeño del presidente con ningunear a Monreal ha rendido frutos. El resultado es que en Morena se ve al zacatecano como un adversario no como un correligionario. Para cualquier efecto práctico, Monreal es un rival más poderoso que Claudio X. González o Felipe Calderón o Ricardo Anaya, entre otras cosas por Monreal es un mejor político, pero, además, y es muy raro que el presidente lo pase por alto, comanda la Junta de Coordinación Política del Senado que es un cargo con mucho más peso político que cualquier secretaría de Estado, acaso con la excepción de la actual Secretaría de Gobernación, con Adán Augusto no la de Olga.

AMLO pudo, pero no quiso, dejar ir a Monreal en el 2018 cuando el penoso incidente de las encuestas lo sacó de la batalla por la jefatura de Gobierno de la CDMX. De hecho, le pidió que no se fuera, pero nunca lo aceptó realmente como parte de su equipo. El deslinde definitivo detonó cuando el presidente mismo comenzó a dar nombre y apellido de las corcholatas que él mismo destapará en el 2024 incluyó a varios que no tienen ninguna posibilidad y dejó fuera, una y otra vez, a Monreal. Incluirle entre otros seis u ocho nombres no le hubiera generado ningún problema, peo lo dejó fuera para humillarlo y mostrar que está lejísimos de su ánimo.

Claro que el grupo en torno a Claudia Sheinbaum lo celebró. Ni ella ni el presidente recordaron el adagio ese de que al enemigo hay que tenerlo lo más cerca que se pueda. Monreal reaccionó diciendo que él va porque va, que su nombre aparecerá en la boleta y que espera que sea por Morena, lo ha dicho muchas veces al grado de que se estableció como una fisura que crece al interior del grupo gobernante que se romperá en el 2024. Claudia y su grupo lo quieren fuera de combate desde ahora, pero lo cierto es que los puede descarrilar.

Es muy importante comentar el papel que está teniendo Marcelo Ebrard. El canciller está cerca del senador para, llegado el momento, operar como amable componedor, evitar que Monreal se vaya a la oposición, que se quede en Morena y que respalde la campaña presidencial del propio Marcelo. Me ha tocado escuchar a morenistas furibundos decir que Ebrard y Monreal siguen siendo priistas y que la única opción distinta al tricolor es Claudia. De ser cierto, el 2024 se disputará entre los integrantes del equipo de AMLO surgidos del PRI, en el que también se debe incluir a Adán Augusto López y los que hicieron carrera política al margen de ese partido como Claudia, Batres, Luján, Alcalde que son el bloque duro de Morena que domina con puño de hierro al partido.

Monreal tiene el cargo actual para aspirar a una nominación. Puede ir a cualquier lado, tratar con todos los sectores, acercarse a la oposición, salir seguido en los medios y claro no depender el temperamento, siempre cambiante, del presidente que quiere lealtad rigurosa las 24 horas al día de los 365 días del año. Lealtad entendida como sumisión. AMLO quiere que le digan, como ya lo dijo Solalinde, que es un santo y como Monreal no se lo dirá, lo castiga con el látigo de su desprecio.