Búsqueda
Sacudir al público y provocarle emociones como el dolor, placer, alegría, frustración, asombro y miedo con imágenes de vanguardia y presentaciones en vivo es el objetivo de la muestra de performance titulada Marina Abramovic: videoinstalaciones que estará hasta el 25 de enero en el Laboratorio Arte Alameda.
Por primera vez, Marina Abramovic trae a México siete videoinstalaciones que a su juicio son las más representativas de sus 30 años de carrera de performance, en la que ha sido galardonada con el premio Golden Lion Award y el Premio al Mejor Espectáculo en una Galería Comercial.
En entrevista, la artista indicó: “Para mí es muy importante esta muestra porque es una retrospectiva de todo mi trabajo, es como hacer una evaluación de toda mi obra, en la cual se aprecia que en los últimos años se ha enriquecido con videos”.
Marina Abramovic ha trabajado con el performance como una forma de arte visual para investigar sus límites físicos y mentales. Ella se somete a situaciones de dolor extremo, agotamiento, peligro, a fin de lograr transformaciones emocionales y espirituales.
Explicó que “el performance es un intercambio inmediato de energía con el público, que inicia con un contacto lo más personal posible. Nunca podría dar performances privados porque no tengo público… Entre más público hay, mejor el performance, más energía recorre el espacio”.
La participación de la gente define parcialmente el resultado del trabajo; el visitante es parte del performance. “El público debe dar un paso histórico y realmente volverse uno con el objeto y adquirir más experiencia para sí”, añadió la artista.
Dijo que durante sus performances “tengo dos cuerpos de trabajo distintos: el del artista y el del público. En el cuerpo del artista uso fundamentalmente herramientas, pero el del público se basa en objetos y en la relación del público con ellos. Los objetos están ahí para ayudarles en la transformación”.
Las obras:
Mambo (2003)
Es una proyección de un video en el que Abramovic baila mambo sobre una plataforma de acero con zapatos con imanes adheridos a las suelas. Los visitantes deben ponerse también ese tipo de zapatos y bailar sobre la plancha de acero. Este performance trabaja con la percepción del tiempo, la memoria y el uso extremo de energía.
The hero (2001)
En este video en blanco y negro la artista está inmóvil montando un caballo blanco, con una bandera blanca que ondea el viento, mientras que una voz femenina canta el himno nacional de la extinta Yugoslavia.
Video portrait gallery (1975-2003)
Una instalación de monitores que utiliza grabaciones de performances de Marina Abramovic en las que sólo se muestra su cabeza. La pieza está integrada por 16 monitores e incluye el que probablemente es su performance más conocido: El arte debe ser bello, el artista debe ser bello, y el último, Stromboli. La instalación propone la imagen de una Abramovic cambiante y subraya la fuerza y energía siempre presentes en sus obras.
Copyright © 2008 La Crónica de Hoy .