
Las indagatorias respecto al avión que cayó en Yucatán cargado con 3.7 toneladas de cocaína llevaron a las autoridades a investigar al comandante en jefe de la Dirección General de Aeronáutica Civil en el aeropuerto de Cancún. Sin embargo, esto no progresó: en noviembre pasado el hombre fue “levantado” y después apareció ejecutado.
De acuerdo con funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) se trata del comandante José Luis Soladana Ortiz.
La presunción que tenían las autoridades sobre él, indicaban que aparentemente tenía el encargo de “dar” la pista para que la aeronave que llevaba el estupefaciente pudiera aterrizar.
Pero al no hacerlo la unidad Grumman, que provenía de Colombia, tuvo que permanecer más tiempo en el aire hasta que finalmente se despedazó en el poblado de Tixkokob, en Yucatán.
Fuentes de la PGR explicaron que tras el accidente, ocurrido en septiembre pasado, la dependencia comenzó a buscar cómplices entre el personal del aeropuerto de Cancún, donde los narcotraficantes esperaban descargar la cocaína.
Entre las personas que estaban en la lista aparecía el comandante en jefe de la Dirección General de Aeronáutica Civil, José Luis Soladana Ortiz.
También estaba una de sus personas más cercanas, el inspector en jefe de esa misma área, José Luis Ortiz Navarro.
Para ese momento la PGR ya había capturado al piloto del avión, Omar Alfredo Jácome del Valle. Este hombre también era residente en Cancún y realizaba cotidianamente vuelos privados, según las investigaciones.
Cuando las indagatorias llevaban apenas unas semanas, el comandante José Luis Saldana Ortiz fue “levantado” y ejecutado.
Según los reportes, el pasado 11 de noviembre, el comandante asistió a ver el partido de futbol entre el Atlante y el Puebla. De pronto recibió una llamada telefónica que lo hizo salir del estadio. Ése fue el último instante en que se supo de él.
Al día siguiente su cuerpo fue hallado sin vida en Playa del Carmen. Le dieron siete balazos. Junto a él la policía encontró un pequeño recado que decía “por no pagar”.
La primera de las hipótesis indicaba que este hombre fue asesinado por los dueños del avión cargado con cocaína. Pero sobre ésta hay dos vertientes: una indicaba que no pudo dar pista a los narcotraficantes, aunque ya lo había acordado con ellos. La otra refería que simplemente no les permitió el aterrizaje.
Otra de las hipótesis señala que el comandante realizaba una investigación al interior del mismo aeropuerto para detectar al personal vinculado con el crimen organizado. Y posiblemente eso propició que lo asesinaran.
Hasta el momento la PGR mantiene detenidas a tres personas que trabajaron cerca de este comandante y que presuntamente están relacionadas con la aeronave propiedad de Joaquín El Chapo Guzmán.
Se trata del inspector en jefe de Aeronáutica Civil, José Luis Ortiz Navarro, el agente federal Sergio Rosas Díaz y el ahora ex oficial de operaciones de la Primera Base del Aeropuerto, Martín Gómez Soto.
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