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A sus escasos 25 años de edad Ronaldinho se ha convertido en una de las grandes estrellas del panorama futbolístico, en especial después de ganar la liga en España con el Barcelona. Considerado por muchos como el último gran embajador del “jogo bonito” y por otros el relevo de Pelé, Ronaldinho ha conseguido enamorar a la afición de medio mundo con su virtuoso dominio del balón y su característico sentido del humor.
Ronaldo Assis de Moreira creció prácticamente con la pelota pegada a los pies en el seno de una humilde familia brasileña de alta tradición futbolística. Sin ir más lejos, su padre, Joao, llegó a profesional cuando aún vivían en una pobre favela. Más tarde, su hermano Roberto le tomaría el relevo triunfando en el Gremio de Porto Alegre, que le llevaría a convertirse en internacional y en el gran ídolo del joven Ronaldinho.
Pero poco después la muerte prematura de su padre, ahogado en la piscina que les había regalado el club, marcaría su infancia y su trayectoria en el mundo del futbol. Gracias al apoyo inestimable de su familia, especialmente de su madre, según Ronaldinho Gaúcho, su “verdadera pasión”, y a su afición por el futbol logró superar el mal trago y dedicarse plenamente al deporte para demostrar que su padre tenía razón cuando orgulloso le decía aquello de “tú serás el mejor”.
Como su hermano Roberto, Ronaldinho fue perfeccionando poco a poco su estilo y su dominio del balón en la cantera del Gremio de Porto Alegre. Primero en las canchas de futbol sala y después, a los 17 años, en el primer equipo. Parece ser que su hermano intuyó que en el joven Ronaldinho se estaba naciendo una futura estrella, pues decidió colgar las botas y dedicarse en exclusiva al Gaúcho, asumiendo el papel de manager y de padre. Ese mismo año, Ronaldinho ganó con Brasil el Mundial Sub-17 y fue campeón goleador y mejor jugador del campeonato.
A raíz de su triunfo, a Ronaldinho le llovieron ofertas de los mejores clubes europeos, como el PSV Eindhoven y el París Saint Germain, por el que finalmente fichó en el 2000, justo después de proclamarse campeón de la Copa América 1999, donde marcó seis goles, entre los que destacó su gol ante Venezuela, que demostró una vez más su control de la espuela y la pelota.
En el club parisino, el crack brasileño acabó de formarse futbolística y personalmente, sin dejar nunca de lado su familia ni su juego lleno de regateos, peripecias y jugadas espectaculares dignas de los mejores jugadores de la historia. De este modo, sin proponérselo, logró seducir al seleccionador de Brasil, quien contó con él en el lugar de Romario para el Mundial de Corea y Japón de 2002, donde, por supuesto, no defraudó.
Sin embargo, poco después, Ronaldhino rompería su relación con el entrenador del PSG, Luis Fernández, y saldría al mercado el verano del 2003 ante la expectación de los clubes más prestigiosos de Europa. Tres de los grandes, el Manchester, el Barça y el Real Madrid lucharon por el brasileño hasta que finalmente el club catalán, bajo las órdenes de Joan Laporta, se hizo de él.
Con este fichaje Ronaldhino cumplía uno de sus mayores sueños de infancia, pues, como él mismo confesó: “siempre soñé con jugar en el Barcelona, desde pequeño, y ahora que tengo la oportunidad, haré todo el esfuerzo por dar muchas alegrías”. A su llegada al Camp Nou, cuando lo vio por primera vez, no pudo contener la emoción y exclamó lleno de orgullo y satisfacción “¡qué lindo! Ésta es ahora mi casa”.
RAPIDEZ Y HABILIDAD DE JUEGO. La rapidez y la habilidad en el juego son dos de sus principales características técnicas más preciadas por sus entrenadores, compañeros y seguidores. Cada vez que Ronaldinho sale al campo deleita a público y afición con un futbol limpio cargado de estrategia. Un futbol con el que divierte y se divierte sin dejar nunca de lado su característica sonrisa y sus pretensiones de “buen rollo”.
Ronaldinho confiesa que el futbol es su mayor hobby, con el que disfruta y se entretiene a la vez que lucha por convertirse en aquella estrella que su padre veía en él. Asimismo afirma que, de no ser por el futbol, sin duda se dedicaría a la música. Algo que, como el dominio del balón, siempre ha llevado en la sangre. Sin embargo asegura que su verdadera pasión no es tanto el deporte o la música. como su madre, por quien se desvive. Mientras que su mayor defecto sigue siendo el de cualquier jugador competitivo: no saber perder.
De pequeño, Ronaldinho asegura haber sido un niño muy tranquilo, que apenas causaba dolores de cabeza a su madre, a pesar de que sus primeros toques al balón fueron regateos entre los muebles de su casa. Ahora, a sus 25 años, se ha convertido en una estrella indiscutible del futbol mundial, ejemplo de jugadores de los cinco continentes que ven en él la esperanza de convertirse en verdaderos cracks del balón.
Su fama y su prestigio lo han convertido en la imagen oficial de la marca Nike y recientemente ha protagonizado un anuncio de televisión de la conocida marca de chicles Trídent.
A Ronaldinho le llaman también el Gaúcho en referencia a su origen, una zona del sur de Brasil (cerca de Argentina y Uruguay) donde son legendarios estos indómitos ganaderos.
ficha técnica
Nombre completo: Ronaldo de Assis Moreira
Fecha de nacimiento: 21/03/1980
País de origen: Brasil
Ciudad de Nacimiento: Porto Alegre (Provincia de Rio Grande)
Estatura: 181 cm.
Color de ojos: Negro.
Color de pelo: Negro.
Peso: 80Kg.
Juega en: F.C. Barcelona (España).
Juega como: Delantero.
Dorsal: 10.
Club de procedencia: PSG 2003 (por 25 millones de euros).
Fin de contrato: 30 de junio de 2008.
Cláusula de rescisión: 150 millones de euros.
Títulos conseguidos: Campeón del Mundo Sub-17 (96-97),
Copa América (98-99),
Copa del Mundo (01-02), Intertoto (02).
Trayectoria: 1997-2001 Gremio Porto Alegre,
2001-2003 PSG .
Internacional: 30 veces.
Frases
"Soy un feo simpático que con el tiempo acaba siendo guapo. En el conjunto, al final, parezco guapo".
"Mi mayor ídolo es mi hermano. Él es un ejemplo de padre, de hermano y de jugador".
"Salí de Brasil dispuesto a crecer como jugador y como hombre. Quería aprender de todo, conocerlo todo. Así que cada día que pasa aprendo algo nuevo".
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