Resultados de búsqueda:
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
La riña entre el presidente de México Andrés Manuel López Obrador (quien siempre se ha considerado a sí mismo como un hombre evangélico y creyente de Cristo) y el clero ha escalado circunstancialmente luego del asesinato de los sacerdotes jesuitas en Chihuahua, al menos en sus discursos.De un lado, López Obrador niega que su estrategia de seguridad sea equivocada y confía en su lema de "abrazos, no balazos", pero la Iglesia es incrédula, considera que el Gobierno, más allá de comportarse pacíficamente, ha caído en la inacción frente a la violencia.