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Un catálogo de malas hierbas para trazar la historia de la agricultura

Se trata de un recurso de acceso abierto que cataloga el mayor número de especies de malezas que crecen en regímenes agrícolas tradicionales en Europa, Asia occidental y África del Norte

Malas hierbas.

Malas hierbas.

WIKIMEDIA

Las universidades de Sheffield y Oxford han publicado una nueva base de datos de 928 especies de malas hierbas para comparar datos arqueobotánicos con sistemas agrícolas "tradicionales".

Se trata de un recurso de acceso abierto que cataloga el mayor número de especies de malezas que crecen en regímenes agrícolas tradicionales en Europa, Asia occidental y África del Norte.

El análisis de estos datos permite observar qué tipo de plantas tienen la capacidad de adaptarse o pueden ser vulnerables a las condiciones cambiantes de sus hábitats.

Los datos de esta investigación de años ofrecen el potencial para comprender la resiliencia de los sistemas alimentarios en una época de cambio climático, sequía y degradación de la tierra, y la exploración de una narrativa de los problemas que enfrenta el mundo hoy en términos de alimentación global.

De esta forma, el objetivo del proyecto era utilizar atributos funcionales relativamente simples de diferentes especies de plantas, que pueden medirse más rápidamente que experimentos costosos y que requieren mucho tiempo, para brindar conocimientos completamente nuevos sobre sitios históricos.

Entre otras cuestiones, ha permitido observar que la agricultura comenzó de manera no intensiva y se volvió progresivamente más intensiva con el paso de los años.

Sin embargo, se han encontrado yacimientos del Neolítico y de la Edad del Bronce que desafían esta creencia, pequeñas parcelas de tierra que se cultivaban de forma intensiva, utilizando prácticas como fertilizar, regar y desherbar cultivos como el trigo o la cebada; lugares donde se puso mucho esfuerzo humano en el cultivo.

También se ha descubierto que los sitios de la Edad del Hierro y el período romano que abarcaban áreas más extensas se cultivaban de manera menos intensiva, por lo que se podrían cultivar más cultivos, pero no se cultivarían tan intensivamente como antes, ya que cubrían áreas más grandes. Mientras, la agricultura moderna se caracteriza por abarcar prácticas agrícolas tanto intensivas como extensivas.

"Nuestra investigación nos ha revelado las tendencias de la agricultura herbácea a lo largo del tiempo y cómo las prácticas agrícolas han variado en diferentes entornos", concluyen los autores en un comunicado.