La desaparición forzada de personas en los discursos oficiales y su construcción en el imaginario social históricamente han devenido en una serie de expresiones y debates que no necesariamente son suficientes para clarificar la importancia de reflexionar sobre las afectaciones e implicaciones que viven en el día a días las familias de personas desaparecidas como víctimas de estos crímenes de lesa humanidad y su atención por parte de la sociedad en su conjunto. Resulta de importancia pensar y discutir una agenda pública de emergencia sobre sus vulnerabilidades no sólo de tipo económico o físico por el desgaste de la búsqueda de sus seres queridos, pues es el acecho de la violencia criminal que se hace cada vez más cercano sobre ellas y ellos como madres, padres, hermanos e incluso las hijas e hijos que buscan y que refieren peligros inminentes de la misma desaparición hacia ellas o incluso la muerte. Es en definitiva una realidad transgeneracional que afecta a niñas, niños y jóvenes y que se acentúa en contextos de precariedad y múltiples desigualdades.

La desaparición de personas en México y de quienes las buscan es un tema prioritario que sugiere pensarse desde diversos niveles de atención porque además del derecho a la seguridad y salvaguarda de las personas buscadoras y sus familias por parte del Estado, implica garantizar que la búsqueda de las personas desaparecidas no concluya de ningún modo hasta su presentación. Son además las búsquedas ciudadanas de tipo forense y el seguimiento a los procesos de identificación lo que motiva a las familias a señalar múltiples deficiencias, omisiones y malas prácticas en diversos sitios como Veracruz, Jalisco y Coahuila por citar algunos ejemplos.

Es necesario recordar que con ello no se concluye la acción de la justicia y el acceso a la verdad, cuanto más se viven tiempos de excepcionalidad en territorios donde la excepción puede convertirse en la norma. La no repetición de estos crímenes sigue siendo un pendiente nacional no sólo como respuesta de todos los niveles de gobierno hacia las familias que buscan a sus seres queridos en condiciones adversas, también para la sociedad en su conjunto, quienes podemos estar expuestos a estos y otros crímenes en México.

No hay otra forma posible de pensar y abordar la desaparición si no es con las y los familiares al centro de esos espacios de búsqueda e investigación, pero también en los lugares de enunciación y de referenciación, donde su actuación es preponderante en la toma de decisiones de cada proceso, puntual y transparentemente que además por ley les corresponde. La exigibilidad de derechos se alimenta además de una pedagogía crítica sobre la búsqueda, localización e identificación de personas desaparecidas desde la experiencia y aprendizajes de las familias. El reconocimiento y compromiso de las victimas con el acceso a la justicia plena, la defensa y promoción de los derechos humanos de ellas y otras familias, están también presentes en esos ejercicios pedagógicos que motivan el involucramiento de todos los sectores de la sociedad, incluidas las universidades en su conjunto.

En ese sentido la relevancia del Proyecto sobre Desaparición Forzada de la Unidad Cuajimalpa ha estado encaminado a centralizar a las familias de personas desaparecidas para la toma de decisiones, su fortalecimiento como individuos sus colectividades y proponer nuevas prácticas de colaboración y de trabajo conjunto con la sociedad. Desde hace dos años se han realizado una serie de trabajos que han culminado en un curso internacional destinado a familiares de personas desaparecidas dictado por ellas mismas y un diplomado que de igual forma ha detonado un trabajo de construcción, producción de conocimiento y colaboraciones exitosas que han puntualizado intercambios a nivel internacional y especialmente un reconocimiento en América Latina. Nada de esto sería posible sin la voluntad institucional, el interés de la propia universidad y de la rectoría de unidad del doctor Rodolfo Suárez Molnar donde inician estos trabajos, y actualmente en la gestión del maestro Octavio Mercado González que además ha resaltado la importancia estratégica de esta propuesta como proyecto de rectoría y espacio permanente de colaboración y vinculación social desde la extensión universitaria.

El Diplomado sobre Desaparición Forzada en México y América Latina lanza una nueva convocatoria en 2022, reforzando los aprendizajes y contenidos en beneficio de las familias y la comunidad universitaria, así como en el interés de las autoridades y personas funcionarias que vean aquí un espacio de oportunidad para su desarrollo profesional mejorando sus prácticas sobre el tema. Como todos los esfuerzos realizados por las familias con el proyecto, ellas estarán dictando sesiones de la mano de especialistas en el área jurídica, forense, de análisis de contexto, psicosocial entre otras. Esta convocatoria estará abierta hasta el 6 de abril.

La importancia de construir un nuevo pacto y agenda social amplia desde la universidad en su quehacer social, remite a imaginar otro destino para las víctimas y familiares como actores centrales de sus procesos de búsqueda, sin olvidar que es una obligación irrenunciable del Estado y sus instituciones. Reconociendo además el trabajo de la comunidad universitaria que motiva desde su práctica cotidiana un aprendizaje y divulgación continua, el desarrollo de tesis de licenciatura y posgrados, que son trabajos de investigación esenciales de formación, conocimiento y divulgación de profesionales que aportan diversas lecturas sobre esta crisis de Derechos Humanos que vivimos en México y que además acompañan de forma decidida en muchas ocasiones a las familias de personas desaparecidas y sus colectividades, divulgando un tema tan complejo desde hace años.

El Proyecto sobre Desaparición Forzada en México y América Latina establece un trabajo de comunicación, escucha atenta y colaboración con las familias para acompañarles y dotarles de más y mejores herramientas para la búsqueda y su desarrollo personal, motivándoles y acompañándoles, pero también aspira a que estos espacios no se normalicen como plataformas educativas, aspirando a no existir, tanto como la exigencia de no repetición y que éstos crímenes cesen en nuestro país y el continente.

* Coordinador del Proyecto sobre Desaparición Forzada en México y América Latina de la Unidad Cuajimalpa de la UAM