“El ángel de Varsovia” y la fascinante interpretación de Fanny Sarfati

La obra fue reconocida como “Mejor monólogo” en los Premios San Ginés 2020, y en 2021 como “Mejor actriz de monólogo” por la APT · Se presenta hasta el 23 de julio en el Teatro Orientación Luisa Josefina Hernández

de teatro y otros convivios

La actriz Fanny Sarfati intepreta a Irena Sendlerowa.
Cortesía

Brenda contreras paredes*

15/07/2023 12:58 Actualizado a 15/07/2023 16:00

Más de 2,500 niños judíos del Gueto de Varsovia fueron salvados por Irena Sendlerowa, hecho que la llevó a ser candidata al Premio Nobel de la Paz en 2007, reconocida como Justa entre las Naciones, distinción oficial otorgada por Yad Vashem a no-judíos que arriesgaron su vida para salvar judíos durante el Holocausto.

El gobierno de Polonia le otorgó la más alta distinción civil al ser nombrada Dama de la Orden del Águila Blanca. La actriz de enorme talento, Fanny Sarfati, se suma a este histórico y universal reconocimiento a través del espléndido unipersonal que, junto a su equipo creativo, presenta este mes en el Teatro Orientación, Luisa Josefina Hernández.

La obra, que lleva por nombre El ángel de Varsovia, fue reconocida como “Mejor monólogo” en los Premios San Ginés 2020, y en 2021 como “Mejor actriz de monólogo” por la Agrupación de Periodistas Teatrales (APT). La conmoción del público en cada función avala estas distinciones. Fanny es una intérprete grácil que nos descubre con genuina sensibilidad esta compleja historia de vida.

Destacada intérprete

Valga mencionar aquí que la actriz ha sido reconocida internacionalmente por sus monólogos El Balcón de Golda y Dai/Basta!, unipersonales que ha llevado a más de quince países, entre ellos Estados Unidos, Argentina, Chile, España e Israel.

Asimismo, estamos ante la última obra de Tomás Urtusástegui, quien, convencido de la genialidad escénica de Fanny, se la escribió especialmente a ella para su representación.

Y aquí, en la incuestionable brillantez de la dramaturgia del multipremiado autor, me detengo para señalar lo que venimos observando en la escritura masculina, donde aun cuando en la historia se presenta a la mujer como protagónica, se destacan con exageración las “valiosas” participaciones de varones y, en esta ocasión, de una que otra institución, y entonces escuchamos un padre que estuvo con Irena hasta los 7 años y, sin embargo, “le debe a él” su entendimiento de la generosidad, y a las instituciones que la socorrieron en esa orfandad, la gratitud.

Después habla de Atuan, el chofer de la ambulancia como: sin él, nada. Y cerramos la lista de héroes con el papa Karol Wojtyła y Dios, representado en Jesús.

Me parece importante que, sin importar el autor abordado ni la justificación del contexto social e histórico, revisitemos las escrituras y dejemos de pasar inadvertidas la supremacía masculina en ellas, porque ya sabemos todo lo que eso ha traído consigo.

Por el contrario, la inclusión del público es un gesto plausible. Es la ilusión hecha verdad, de estar frente a Irena, de contestar a sus preguntas, llorar y reír junto a ella. También aplaudo la narrativa de guerra, integrada a sus luces y sonido, es tan concisa y elocuente que en breve y como en toda la pieza, se habita.

*Twitter: @andantaymala