Cultura

Como bailarín no puedes avanzar desde casa, hay que buscar por todos lados: Elio Villa

Un martes le avisaron que debía viajar a Bosnia para un montaje y hoy tiene contrato hasta 2022/ Quiero inspirar a las personas y si yo lo logré, los demás también pueden porque es cuestión de trabajo, de disciplina y no rendirse

entrevista

Elio Villa, originario de Zacatecas, dice que la constancia hace que los sueños se hagan realidad.

Elio Villa, originario de Zacatecas, dice que la constancia hace que los sueños se hagan realidad.

Un martes le avisaron a Elio Villa que en menos de una semana debía audicionar en Bosnia y Herzegovina para el montaje de Žetva, de la Compañía Narodno Pozoriŝte Sarajevo, si es que su sueño era obtener un empleo en dicho país, el único inconveniente era el tiempo, pero el joven no dudó, tomó un vuelo, se presentó y hoy es un bailarín mexicano con un contrato hasta 2022 en la ciudad europea de Sarajevo.

Crónica presenta una entrevista con Elio Villa, originario de Zacatecas, quien narra que la constancia hace que los sueños se hagan realidad y también reconoce que en México faltan oportunidades de trabajo para los egresados de danza.

-¿Cómo llegas a Sarajevo?

-Todo fue muy rápido. El martes 9 de noviembre me dijeron que me necesitaban el lunes 15 de noviembre para la audición y el jueves en la noche ya estaba viajando a Sarajevo para tener unos días de llegar a la ciudad, de adaptarme al cambio de horario, al clima y llegar bien a la audición.

“Arribé con Luisa Escamilla (también bailarina mexicana), nos vio la ensayadora de la compañía y al día siguiente hubo otra audición donde la coreógrafa del montaje estuvo supervisando todo. Hablé con el director para ver qué había pasado y nos dijo que sí habíamos sido aceptados y que existía una posible contratación para 2022”.

El montaje en el Elio y Luisa fueron aceptados se llama Žetva, se estrena el 28 de diciembre y es una coreografía de Edina Papo, coreógrafa residente de la Compañía Narodno Pozoriŝte Sarajevo. El ballet tendrá más funciones el 29 de diciembre, así como la segunda y tercera semana de enero.

-¿El contrato de 2022 es un hecho?

-Sí, es mi primer contrato y mi primer contrato en Europa. Me da gusto por mí porque es un logro, pero también lo veo como una forma de poder inspirar a las personas a que si yo lo logré los demás también pueden porque es cuestión de trabajo, de disciplina, de no rendirse, de estar buscando por todos lados. Tarde o temprano la oportunidad llegará o una oportunidad que nos ayude a abrir puertas. Lo que más me interesa es inspirar a la gente a que de verdad lo intenten de manera incansable.

-¿Qué conoces hasta el momento del montaje?

-Es un montaje de ballet neoclásico, es decir, un poco de movimientos más contemporáneos, pero con muchas líneas clásicas. A pesar de que he estado con la compañía una semana me he integrado bien, creo que ha habido un resultado favorable porque entre todos los varones tenemos secuencias en grupo, además en el montaje tengo un pequeño solo que es en lo que quisiera trabajar para que quede bien.

“El pasado viernes hubo un ensayo general, estaba toda la compañía y sí sentí un poco la presión de ser el nuevo, son retos pero el ambiente es muy lindo, todos han sido amables y tanto a mi como a Luisa nos han ayudado en todo lo que pueden.

“Siempre hay que estar atentos a los cambios y a las correcciones aunque resulte complejo porque tanto el montaje como las correcciones se dan en bosnio, no es inglés o francés, la ventaja es que se parece un poco al ruso y de repente no estoy tan perdido, pero es un reto”.

-¿En qué momento decidiste dedicarte al ballet?

-Soy originario de la ciudad de Zacatecas y empecé bastante tarde en el ballet, entré a los 14 años por primera vez a una academia, estuve ahí cuatro años, los maestros que tenía trabajaban bastante conmigo, llegué a varios concursos en danza contemporánea como en danza clásica y después entré a la Escuela Nacional de Arte Contemporánea, a la licenciatura de danza clásica.

“En la escuela, honestamente, me iba bien, éramos un grupo de varones bastante amplio, ocho, eso beneficia al trabajo grupal como al personal, los maestros siempre nos apoyaban, veían que creciéramos. Por ejemplo, al año de que entré se llevó el 40 aniversario de la escuela en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes y fui solista”.

Sin embargo, la pandemia llegó y complicó la formación de Elio Villa, sus clases fueron virtuales.

“En 2020 hice varias audiciones en el país, en Austria y en Alemania, eran audiciones de alto nivel y me estaba yendo bastante bien, no tenía el contrato, pero llegaba hasta la última etapa. En Austria éramos 300 personas, unos 50 hombres y de todos al final quedamos diez, sentí que iba avanzando, pero llegó la pandemia y tuve que frenar todo, incluida una audición en República Checa”, narra.

Para todo el mundo fue un shock y uno como bailarín no puede avanzar bailando desde casa, añade.

“Ya era mi último año de escuela, entonces gestioné algo con lo que mi generación se pudiera graduar, conseguí el Teatro Ramón López Velarde en la ciudad de Zacatecas, organicé una gala de ballet y con algunos bailarines de la generación pasada, que tampoco tuvieron un cierre digno, hicimos una función, se grabó, fue un proyecto muy lindo porque mucha gente estuvo apoyándolo, fue la forma en cómo logramos terminar la carrera de la manera en que se debe, con escenario, vestuario, luces, bailando”, platica.

-¿Qué mejoras para la danza en México te gustaría ver?

-Oportunidades porque México es un país tan grande que está lleno de talento, pero las oportunidades laborales son muy pocas. Conozco increíbles artistas que han batallado y que siguen batallando con contratos fijos y estables, eso es muy diferente en Europa que prácticamente cada estado tiene su compañía que es de buen nivel, es reconocida y sólida, los bailarines pueden vivir ahí trabajando.

“México es un país tan grande con tan pocas compañías estables. Necesitamos más oportunidades laborales porque así la gente no tendría que buscar afuera, se quedarían en su propio país. Si uno genera eso lo que sigue es cíclico, la gente consume más arte, más ballet, más danza, la misma gente se va interesando más. Se necesita una profesionalización en serio”.

Otro aspecto que comenta Elio es que el ballet debe ser algo apasione a quien lo practica.

“En muchas escuelas entran 20 estudiantes y al final terminan cuatro o cinco porque van reflexionando un poco de que no ven un futuro, pero la cosa es buscarle, de que se puede se puede pero necesitamos mejores motivaciones en nuestro país. No rendirse es algo vital para lo que te apasiona, falta lograr llevar esa línea de inspiración, de responsabilidad y de disciplina en México para lograr más cosas”, comenta.

-¿Qué metas tienes para el 2022?

-Cuando uno está contratado en un lugar europeo te ven diferente. Espero que el 2022 sea un año para bien, de muchas oportunidades, aunque uno planea y a veces lo que sucede no depende de nosotros, ya lo vimos con la pandemia, pero lo que nos corresponde es seguir trabajando, buscar e inspirar a otros a lograr lo que quieran lograr.

“Estar en Sarajevo no sólo es beneficio a mi persona también es a nuevas generaciones de México, quisiera ayudar a que la gente se mueva y abrirles puertas porque uno se da cuenta que esta carrera de la danza no se hace solo, necesitamos ayuda de los demás”.

Apoyo familiar.

Elio Villa expresa que lo que más le apasiona es el ballet y que no imagina su vida sin bailar.

“A los 12 años, como proyecto final en la materia de inglés teníamos que bailar y cantar una canción, en ese momento noté que me gustaba bailar, moverme, que lo disfruto”, narra.

También señala que sin el apoyo de sus padres no hubiera logrado concluir su carrera. “Y más que estudiar ballet no es algo tan común en México y menos que hombres lo estudien y que este arte llegue a Zacatecas. Tener un contrato me da un poco de paz porque es el resultado de todo los que han creído en mí”.