Todos tenemos una sombra y entre más la queremos esconder, más sale a flote”, expresa el artista Plácido Merino a propósito de la exposición Siniestro, en el Centro Cultural Bella Época (Avenida Tamaulipas 202, Condesa, CDMX), donde muestra más de 80 óleos que reflexionan sobre la identidad de las personas.

La exposición que permanecerá hasta este 7 de noviembre, en un horario de 11:00 a 20:00 hrs, nació de la pregunta: ¿cómo se aproxima el artista a un modelo?

“Estuve trabajando en un proyecto que tenía que ver con las emociones y con la sombra como soporte conceptual. La sombra es este lugar del que habla Jung, este arquetipo donde depositamos nuestra parte oscura, lo que no nos gusta, nuestros morbos, temores, envidias, corajes y celos. Fue ahí donde surgió la pregunta ¿cómo se aproxima el artista al modelo?”, explica Plácido Merino.

Lo que el artista hizo fue una serie de retratos donde pudiera plasmar su parte oscura, su sombra.

“Me reuní con modelos durante meses donde llegaban a mi taller y tenían sesiones donde grababa con audio y video y platicábamos, me contaban sus mayores secretos, sus intimidades, sus perversiones, sus odios, y ya que yo encontraba lo que necesitaba, hacía un retrato. En la exposición entras a la sala donde está un retrato y escuchas parte de estas sesiones”, detalla.

Después, Plácido Merino trabajó en el Servicio Médico Forense (Semefo) donde se cuestionó: ¿qué pasa cuando no sé sabe la identidad del modelo?

“Trabajé el proyecto durante seis meses, trabajé con los cadáveres para ver cómo aproximarme al cuerpo de un modelo del que no recibo datos. Entonces hice un análisis de la identidad, de si yo soy porque el otro me da esa validez, ¿hasta qué momento existo?, ¿hasta que el otro me valida como existente? porque en la morgue con estos cuerpos que iban a la fosa común ¿cómo poder pintarlos y adentrarme a sus vidas si nadie me puede contar su vida?”, expresó.

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