Llego el día del draf y su trascendencia en este 2024 es innegable. Para saberlo, basta ver los equipos que tienen necesidades apremiantes de reclutar nuevos talentos. 

Por ejemplo y sólo para empezar, están los acereros de Pittsburgh, que tienen dos brazos pasadores de primer nivel en Russell Wilson y Justin Fields, pero con un sólo receptor de primer nivel.

Denver y Chicago, de donde salieron esos pasadores, tendrán necesidad de llenar los huecos.

En el caso de Dallas, un equipo amado en México, la situación se torna en drama. Nadie niega la capacida que aún tiene Dak Prescott, pero su incapacidad de avanzar en playoff, lo hace ser querido y odiado entre los aficionados a los vaqueros. 

En el caso de los contadores del equipo de la estrellas solicitaria, se le ve como un mostruo que consume 60 millones de dólares mutianuales garantizados y mete en aprietos a al equipo con el techo presupuestal. 

Como se recordará, en la NFL hay varias reglas que permiten generar competencia y que cualquier equipo pueda aspirar a ser campeón: los peores de una temprada, eligen a los mejores novatos en el siguiente draf, además de que ningún equipo puede tener una nómina global que rebase 15.8 millones de dólares  por temporada.

De allí que el draf de este año sea también una encrucijada para Dallas que deberá pensar en construir el futuro de su ofensiva o gastar nuevamente en Dak.

Otros equipos de seguir serán los destruidos patriotas de Nueva Inglaterra, Washington, Cargadores de los Ángeles y Cardenales de Arizona.