Escenario

Blink-182 en el Palacio de los Deportes, saciar 20 años de una insospechada espera

COBERTURA. La banda de pop punk se presentó en la primera de cuatro fechas en el Palacio de los Deportes luego de cancelaciones y su paso por Pa´l Norte

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Tom DeLonge, Mark Hoppus y Travis Barker en el Pa’l Norte y en el Palacio de los Deportes finalmente saldaron esa deuda pendiente con el público mexicano

Tom DeLonge, Mark Hoppus y Travis Barker en el Pa’l Norte y en el Palacio de los Deportes finalmente saldaron esa deuda pendiente con el público mexicano

OCESA/Liliana Estrada

La primera vez que escuche el punk rock de Blink-182 y otras bandas que comparten el estilo fue precisamente en la turbia pero esclarecedora época de la secundaria. En este periodo se construyen las bases de lo que será nuestra personalidad y una parte importante de esta es la música, principalmente el rock, el ska, el rap y el pop.

En esta construcción y en una constante búsqueda de pertenencia, experimentando varios impactos sonoros, el Pop Punk, Punk Rock o Happy Punk como se le conoció a este vástago del rock puso ese impulso en la generación que viviría el cambio de milenio y que encontraría en este sub género esa guía.

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Blink-182 en el Palacio de los Deportes.

La semana pasada finalmente la Sultana del Norte pudo experimentar a Blink-182, concierto que los expertos y fanáticos catalogaron como extraordinario, luego de una espera de casi dos décadas, una separación y la inevitable reunión de Tom DeLonge, Mark Hoppus y Travis Barker, el trío original sacando de la ecuación a Scott Raynor el baterista fundador supuestamente expulsado por su adicción al alcohol y sustituido por uno de los más grandes bateristas de la historia Travis Barker o The Baron Von Tito como era conocido en su época en The Aquabats.

La noche de ayer la banda oriunda de Poway, California, se presentó ante un atestado Palacio de los Deportes en lo que fue su primera de cuatro fechas con las que cierra su gira por Latinoamérica y que continuará en Estado Unidos y Canadá a partir de junio del presente año, concierto por demás consentidor de ese adolescente que habita en nuestra alma dosmilera.

No es nada raro que toda una generación tenga en bandas como Blink-182 un referente y un pedestal que se ha mantenido erigido por más de 20 años.

No es nada raro que toda una generación tenga en bandas como Blink-182 un referente y un pedestal que se ha mantenido erigido por más de 20 años.

OCESA/Liliana Estrada

Tom DeLonge, Mark Hoppus y Travis Barker en el Pa’l Norte y en el Palacio de los Deportes finalmente saldaron esa deuda pendiente con el público mexicano, mismo que se presentó en el Domo de Cobre de la CDMX ataviados con playeras alusivas y unos ánimos desmedidos que se vieron desde antes de entrar a la venue.

En lo personal luego de este bombardeo musical que experimente en la secundaria y en la preparatoria fue el que constituyó el actual super aleatorio que manejo en la música, el universal stereo que soy. En gran medida a Blink-182 que abrió esos horizontes sonoros y que guio hacia otras grandes bandas de la época y que hoy día siguen dando lata.

Pudimos recordar los desmanes de la juventud en “The rock show”

Pudimos recordar los desmanes de la juventud en “The rock show”

OCESA/Liliana Estrada

No es nada raro que toda una generación tenga en bandas como Blink-182 un referente y un pedestal que se ha mantenido erigido por más de 20 años, antes era un poco difícil en primero que llegara la música salvo por la radio, la tv de paga y uno que otro programa de la tv púbica como aquel canal 28 que a toda hora había algún videoclip de cualquier género musical. Dios lo tenga en su gloria.

La primera vez que Blink-182 vino a México y que de hecho se tardó un poco ya estaban considerados una bandota a lo largo del globo, pero en esa “First Date” con el país ahí nomás fueron tres fechas distribuidas en dos para el extinto Distrito Federal y una más en Monterrey, aunque todo el que asistió aseguró que fueron shows memorables, uno no pudo asistir, sí cosas de varo y disposición. Pero eso si Travis subía al escenario con una pie lastimado y aun así rifandose el físico.

“I never wanna act my age, What's my age again?, What's my age again?”

“I never wanna act my age, What's my age again?, What's my age again?”

OCESA/Liliana Estrada

Pero esta vez no se podía pasar la oportunidad. y sentirse nuevamente como un adolescente de treintaitantos años, recordar los desmanes de la juventud en “The rock show” y a programas televisivos como Jackass o la anhelada libertad como se percibe en “Feeling this” o exprimir los pulmones con la canción mas emo que muchos tendríamos en nuestros repertorios “Stay together for the kids”, recordar a algún amigo en “Adam’s song”, contar tus increíbles historias sobrenaturales como en “Aliens exist”.

Claro cantamos con una singular alegría “I miss you” y “Always” que se alejaron de esa época colegial y ya nos conducía a una adultez contemporánea con temas de rompimientos y relaciones sexo afectivas y tres de los éxitos de su época mas álgida “What's my age again?”, “All the small things” y desde luego recordar la primera cinta con “First date”, que hoy día sería cancelable su videoclip.

Fue una concierto increíble, algo corto que dejó esas ganas de más, porque canciones las tiene, la energía también, pero ya a cierta edad hay que administrarse mejor, 20 años de una espera que no sabíamos que estábamos pasando hasta que anunciaron, cancelaron y movieron las fechas, aunque algo que si no ha cambiado en dos décadas es el rebote sonoro del palacio, un clásico.

“I never wanna act my age, What's my age again?, What's my age again?”.