El cantante mexicano Carlos Rivera presentó Sincerándome, el álbum más “íntimo” de su carrera en el que se consolida como cantautor al componer todas las canciones y se mantiene fiel a su estilo pese a las presiones del mercado, según expresó en entrevista con EFE.
“Es una parte muy íntima que, por ejemplo, de una manera diferente a la música tal vez jamás lo haría. Siempre he sido muy reservado en mi vida personal. Sin embargo, en la música no tengo ningún reparo en decir lo que siento, en contar lo que vivo, en hablar de mi vida”, confesó el artista.
El músico, con 36 años de edad y casi dos décadas de carrera, muestra su “lado humano” a lo largo de 10 temas inéditos, en los que comparte créditos con colegas como Carlos Vives, Carín León, Eden Muñoz, Nahuel Pennisi, y Melissa Robles.
El disco y su tema homónimo, “Sincerándome”, responden a la presión que siente Carlos de “estar perfecto todo el tiempo” que imponen las redes sociales y la sociedad, algo que casi lo lleva a un punto de quiebre durante una gira en 2019, admitió.
“Era tanto lo que estaba viviendo y lo que me estaba ocurriendo, que me sentí un poco abrumado, y llegó un momento en el que literalmente estuve a punto de colapsar, y a partir de la música es donde no llego a ese punto, porque lo que hago es desahogarme con esta canción”, relató.
CARLOS SE CONSOLIDA COMO CANTAUTOR
Con este álbum, el octavo en su carrera, Carlos se consolida como cantautor, pues escribió temas especiales para este material y otros los tuvo guardados durante décadas.
En “La carta” habla de una situación que marcó su vida, “Mi niña linda” se la dedica a su hermana, “Eres tú (mamá)” la escribió para su madre cuando era pequeño, “Te soñé” es para su tierra natal de Tlaxcala, “Alguien me espera en Madrid” es sobre su gratitud a España y “Siempre estaré aquí” es para su familia.
“El álbum encontró un concepto particular, hablando de emociones, tal vez sí muy personales. Sin embargo, el álbum no pretende ser una biografía de mi vida porque nunca lo he querido hacer así. Al contrario, es compartirle a la gente canciones que tal vez a ellos también les ayuden a decir lo que sienten”, comentó.
Carlos, quien saltó a la fama tras ganar la tercera edición del reality show La Academia, compuso este disco al notar que las canciones que escribía o que no eran los sencillos principales de sus antiguos materiales eran las que recibían más cariño del público.
Entre ellas enuncia “Si te vas”, “La luna del cielo”, “Te esperaba” y “Que lo nuestro se quede nuestro”.
“Este álbum es como si yo dijera: voy a hacer un álbum de ese tipo de canciones, sin estar pensando en las canciones que puedan sonar en la radio o que puedan entrar directamente a las listas y se conviertan en hits inmediatos o momentáneos”, mencionó.
RIVERA ES FIEL A SU ESTILO
Entre los éxitos del mexicano hay canciones urbanas como “Lo digo”, con Gente de Zona, y “Perdiendo la cabeza” con Becky G y Pedro Capó.
Pero el músico es fiel a su estilo, el pop y la balada romántica, algo que “a la hora de la verdad”, dijo, le permite llenar recintos como el Auditorio Nacional de México.
“Fácil no es. Todo el tiempo estás tentado a hacer otras cosas porque es lo más fácil, incluso yo sé que voy a contracorriente, o sea, yo sé que saco este álbum y que no me es tan fácil”, mencionó.
Y aunque piensa que las plataformas ahora son más abiertas, consideró que “alguien tiene que hacer el trabajo sucio o rudo” de hacer música fuera de las “fábricas de hits”.
“Todo lo que se escucha es reguetón o regional mexicano, que a mí me encantan las dos cosas. Sin embargo, yo ahí estoy luchando con mi música, pero desde una manera buena, no es algo que me pesa ni mucho menos. Al contrario, creo que me entusiasma”, finalizó.
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