Escenario

Catástrofe en ‘Carretera 15’: No es de a fuerza hacer cine

CORTE Y QUEDA. El filme dirigido por Rafael Altamira y escrita por Frank Rodríguez, intenta adentrarse en la psicología de un grupo de jóvenes enfrentados a una situación extrema

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Fotograma del filme.

Fotograma del filme.

Especial

Carretera 15 es un desafortunado ejemplo de cómo una premisa intrigante puede ser completamente malograda por una ejecución deficiente. La película intenta adentrarse en la psicología de un grupo de jóvenes enfrentados a una situación extrema, pero falla estrepitosamente en cada aspecto crucial para construir una narrativa convincente y emocionalmente impactante.

Dirigida por Rafael Altamira y escrita por Frank Rodríguez, Carretera 15 presenta un guion totalmente desastroso. Las decisiones de los personajes son tan irracionales y absurdas que es difícil entender cómo llegaron a ese punto sin una justificación adecuada. En lugar de experimentar un auténtico descenso a la locura, los espectadores son testigos de una serie de eventos que parecen sacados de un mal chiste, dejando la sensación de que el guionista no se molestaron en dotar a la trama de coherencia y profundidad.

Y es que el trabajo en la dirección tampoco es mejor; la cinta se nos presenta como una especie de thriller con tintes dramáticos, pero no es una ni otra. El manejo del suspenso se queda en un intento de película de terror barata en donde la música aumenta conforme la “tensión” crece, sólo para destacar las pésimas actuaciones. Eso es otro tema.

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Desde el principio, las interpretaciones resultan tan forzadas y carentes de autenticidad que es imposible creer en los personajes que se nos presentan. La falta de habilidad actoral hace que las supuestas luchas internas y emociones de los protagonistas caigan en saco roto, convirtiendo lo que debería haber sido un viaje psicológico en una serie de interacciones incómodas y poco convincentes. No paraba de reírme de lo malas que son. Pero es que ni como chiste funciona.

Además, los personajes son, sin lugar a dudas, el talón de Aquiles de la película. Todos son presentados como seres unidimensionales y desagradables. No hay desarrollo real de los personajes, lo que hace imposible empatizar o incluso interesarse mínimamente por su destino. Marcos, en particular, se convierte en un símbolo de lo peor de la película, siendo un personaje detestable que provoca una profunda aversión en el espectador.

Pero, hey, no todo es malo, la única gracia de Carretera 15 es su duración relativamente corta, lo que impide que la audiencia sufra por mucho tiempo esta estupidez lamentable. En pocas palabras, no es de a fuerza hacer cine tampoco.