Escenario

‘La clase’ explora ambos polos de la toxicidad masculina y una imagen femenina que ya no existe

ENTREVISTA. La puesta en escena tendrá dos estrenos, uno el 23 y el segundo el 28 de octubre, esto por la alternancia del elenco, en el Teatro México del Centro Teatral Manolo Fábregas

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La puesta busca poner en tela de juicio algunos de los comportamientos que la sociedad acuña en el día a día.

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¿Cómo es la masculinidad en la actualidad?, no es como en otros tiempos, sigue existiendo machismo, pero ya no es tan obvio, y menos en una sociedad occidental en la que vivimos, muestra de ello es precisamente la puesta en escena La clase, que más allá de remarcar o perpetuar los roles de los varones actuales, trata de evidenciar esos viejos conceptos, el galán empedernido y el hombrecillo pazguato, ambos falsos.

De la misma manera la puesta busca poner en tela de juicio algunos de los comportamientos que la sociedad acuña en el día a día como el amor, la masculinidad tóxica, el engaño, el abandono y la venganza, todo visto desde el lado masculino y desde la visión de cada uno de sus personajes, o eso contaron en rueda de prensa.

Crónica Escenario aprovechó la ocasión para charlar con el elenco de la obra, que cabe resaltar alternarán funciones, primero, el dúo lo componen los actores Alejandro Nones y José Eduardo Derbez y posteriormente estarán en escena los actores Leonardo de Lozanne y Miguel Burra; igualmente se intercambiaron palabras con el productor Xavier López Miranda.

“Es una historia que habla de algo que todos hemos vivido, que nuestra pareja nos deje, nos pongan el cuerno o cualquier problema en una relación, este rollo de depresión, pero también de salir adelante”, apuntó Derbez.

Lalo, interpretado por Derbez y Burra, es un hombre introvertido, mandilón, inseguro, fuera de época que acaba de ser abandonado por su esposa después de muchos años de matrimonio y que está dispuesto a todo con tal de volver al ruedo. Para lograrlo, contrata una clase con Leo, interpretado por De Lozanne y Nones, un galán mujeriego, carismático, manipulador y autoproclamado rey del ligue, que necesita dinero y decide aprovechar su experiencia, dando clases de seducción en su apartamento.

“Hay muchas diferencias entre Leo y mi persona, tenemos herramientas diferentes para solucionar situaciones en la vida y al mismo tiempo tenemos similitudes como actuar desde el corazón”, comentó Alejandro Nones.

“Soy muy enamoradizo, cuando termino una relación si me voy para abajo muy cañón, pero también me levanto muy rápido, pero a diferencia de Lalo yo no soy de buscar ayuda, salgo rápido o me enfoco en el trabajo”, ahondó José Eduardo Derbez.

“Lalo no es muy diferente a mí, excepto por una cuestión de cómo aborda la vida, porque yo soy muy tímido en la vida real, pero he encontrado un lugar desde donde abordarla y de una manera divertida, además la principal diferencia es el sentimiento de venganza y rechazo ante la sociedad que posee Lalo, yo no lo haría”, comentó Miguel Burra.

“Leo es un cuate que se quedó estancado en una etapa de la vida que es la de la seducción y está enganchado y obsesionado por las mujeres. Su pasión, su vida giran alrededor de eso, pero obviamente con un estilo de vida complicado, caro, aunque ya es mayor (...) Es una gran diferencia la visión que tiene Leo de la vida para conmigo, además es un neurótico, yo manejo cierto estrés, pero eso si compartimos que estamos desesperados”, afirmó De Lozanne.

Durante esta relación transaccional la única fémina será una bocina inteligente que dotará de irreverencia ante los temas más mundanos y complejos de la mente masculina, naturalmente la clase se complica, como cualquier relación, llevando a un cambio de roles. Una comedia distinta con un ritmo vertiginoso, diálogos mordaces y personajes familiares.

“Hay algo muy bonito, que se traduce en nuestra realidad como hombre y es que terminamos siendo los más débiles, los más brutos, lo que creemos que tenemos el dominio y no tenemos dominio de nada”, dijo Nones.

“Esta obra no se trata de reivindicar al hombre sino de la búsqueda real del amor y para entender eso hay que pasar por estas otras toxicidades, estas otras visiones de la vida. Además, las dos visiones de la vida son bien válidas, el amor es revolucionario, ya lo difícil es encontrar a alguien que quiera esto”, comentaron Burra y De Lozanne.

Sumado a esto el director de la puesta, Manuel Gonzáles Gil, resaltó en la rueda de prensa que “también los personajes entran en crisis con el nuevo lugar que va teniendo la mujer en la sociedad, la mujer ha luchado por estar donde está ahora y los hombres están poco a poco entendiendo su nuevo posicionamiento (...)Lalo empieza a entender las nuevas formas de comportarse del género femenino y Leo aún piensa que una mujer la puede tener en la palma de la mano y eso ya no es; se habla de evolución”.

“Lo que pasa es sobre este término de la toxicidad masculina, esta obra explora esto, ambos personajes tienen una idea bien chueca de lo que son las mujeres que es mucho de lo que tenemos los hombres, por una lado uno ve a la mujer como un objeto y el otro la ve como una diosa y en medio es donde, a lo mejor, es donde está la mujer real, pero tenemos esta idea de lo que es la mujer ya sea por la cultura o la educación, te mueres de risa porque todos conocemos a alguien como Leo o como Lalo”, apuntó Xavier López Miranda.

Por otro lado, aunque la historia suene trillada, a razón de que otras producciones ya la han explorado con anterioridad como lo es el caso del filme Hitch: Experto en seducción (2015) o su versión mexicana Cómplices (2018), tanto el productor como los actores aseguran que la obra no tiene relación alguna con estos filmes y que a diferencia de ellos La Clase tiene un giro que la hace única.

“Es una cosa muy diferente, definitivamente, lo que se desarrolla dentro de esta clase que tiene una dinámica rara y divertida, aquí la comedia no está en la clase de seducción, va en la interacción de los personajes, que son tan diferentes”, apuntó Nones.

“Hay un giro en realidad, pero estas dos visiones (de la obra) se compensan y son la mitad de la masculinidad o de la búsqueda del amor, no son tan relacionadas salvo el tema”, declaró Burra.

Leo y Lalo son dos caras de una misma moneda, dos polos de la masculinidad mundial, creados por el reconocido dramaturgo argentino Daniel Dátola (4 de copas, ¿Por qué será que las queremos tanto?, Otra vez Papá, entre otras) y adaptada por el escritor Marco Lagarde. Esta producción está a cargo de Espiral, la compañía del productor Xavier López Miranda, en colaboración con Morris Gilbert y Mejor Teatro.

La Clase tendrá dos estrenos, uno el 23 y el segundo el 28 de octubre, esto por la alternancia del elenco, y mantendrá funciones los viernes a las 20:30 horas, sábados 18:00 y 20:30 horas y Domingo 17:00 y 19:30 horas, en el Teatro México del Centro Teatral Manolo Fábregas, en la colonia San Rafael de la Ciudad de México.