Escenario

Cuarteto de Nos encumbra su estilo irónico en el rock con un enérgico show en el Auditorio Nacional

COBERTURA. La banda uruguaya se presentó este domingo en el Coloso de Reforma con un show digno de recordar como parte de la gira de su disco Lámina Once

música

Cuarteto de Nos en el Auditorio Nacional.

Cuarteto de Nos en el Auditorio Nacional.

OCESA/ Pablo Deyta

La noche de domingo 12 de noviembre del 2023 marca un hito en la carrera del Cuarteto de Nos al lograr su primer lleno total en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, dieciséis años después de que se propusieron llenar el Lunario, creando una noche única no sólo para ellos, sino para todos aquellos que les han seguido desde entonces.

En punto de las 20:45 y ante un público realmente excitado, comenzaron a sonar los primeros acordes de “Flan” sencillo de Lámina Once su más reciente álbum, donde las letras de la agrupación siguen siendo igual de filosas, aunque con una profundidad que va más allá de lo banal y ordinario. A pesar de que este tema arrancó con una saturación del audio pronto sería corregido y la gente lo disfrutaría sin trabas.

El segundo tema de la noche fue “El hijo de Hernández” donde se alcanzó uno de los primeros puntos altos de la noche con una multitud marcando la diferencia entre ellos y su padre, dejando claro que no tienen nada que ver con él sin importar lo que la sociedad pueda indicar. El ánimo no decaería con “Lo malo de ser bueno” que daría pie a “Enamorado tuyo”, interpretado por Santiago Tavela, con el humor y desparpajo que lo caracteriza.

“Chivo expiatorio”, “Frankenstein posmo” y “Fiesta en lo del Dr. Hermes” serían coreadas en su totalidad por los asistentes, quienes parecía no les importaba que este concierto descansara mayoritariamente en canciones del último disco, mostrando su fervor a la agrupación cantando cada canción.

Una de las imágenes de la noche.

Una de las imágenes de la noche.

OCESA/ Pablo Deyta

“Mario Neta” dejaría lugar a un “Maldito show” que sería otro de los puntos efervescentes de la noche, donde el escenario se convertiría en un punto de atención y de locura.

“Contrapunto para humano y computadora”, la lucha de freestyle entre Roberto Musso y Cathy la computadora, pondría de manifiesto que en la sociedad actual la humanidad cada vez carece más de ella y que un simple ordenador puede demostrar mayor comprensión de la gente.

Con un fondo donde las letras de lo que era replicado al cantante aparecían, la batalla sería ganada, como lo demostraron los aplausos, por la inteligencia artificial, mostrado que el ser humano es un cordero caminando feliz al matadero.

Para interpretar “No llora” se pidió que el público encendiera las luces de los celulares, iluminando totalmente el lugar mientras la desgarradora letra se iba desgranando. Al término de ella Roberto platicaría la historia de cómo se conocieron los integrantes de la agrupación, en una historia que suena más a leyenda urbana que a realidad pero que sin duda funciona para lo que el grupo significa, dejando sin presentar al baterista, Álvaro Pintos, sólo para que él pueda lucirse al presentarse con una versión abreviada de “Yo soy Alvin, el batero”.

La legendaria banda cumplió con creces en el concierto.

La legendaria banda cumplió con creces en el concierto.

OCESA/ Pablo Deyta

Esta parte del concierto cerraría con “Hombre con alas”, “Miguel gritar” e “Invierno del 92” donde Roberto le diría a la audiencia: “Acá somos bastante ‘Bipolares’, acá somos todos pero mucho muy ‘Porfiados’, llegamos a casa de noche y ‘Hablamos con el espejo’, vamos por la vida como ‘Zombies’, no nos gustan los ‘Jueves’ aunque sea domingo, en la ‘Lamina Once’ sólo vemos manchas, y aunque ‘El doctor Hermes’ nos invita a su fiesta no vamos, nada, porque la fiesta es acá, en la Ciudad de México”, arrancando aplausos ante el uso de títulos de canciones y discos de la agrupación.

El encore llegaría con “Buen día Benito” y la infaltable “Yendo a la casa de Damián”, ese tema que sería usado como jingle por el canal Sony y que sería el que los acercara a un público masivo, el que los traería en el 2008 al MOTOROKR Fest, tocando en una de las curvas del Autódromo Hermanos Rodriguez ante un puñado de personas, muchas de las cuales estuvieron de nuevo esta noche con ellos.

Hay que destacar que antes del inicio del concierto la mayoría de los asistentes cantó de forma espontánea el Himno Nacional Mexicano, en uno de los actos más raros que haya tocado presenciar en un concierto de rock.

El concierto marca el cierre de la etapa de la gira en México, la cual seguirá por Ecuador y Chile en este mes.