Escenario

Una expresión de la descentralización: ‘Peek!’ de Unperro Andaluz

El álbum debut de la banda, procedente de Ecatepec, ensambla y complementa los ires y venires de la ciudad mediante 8 temas, mostrando su mundo rezagado a través del amor hacia su lugar de origen

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Unperro Andaluz buscar evacuar, en cierta forma, la glorificación y puntualidad que la CDMX le brinda a sus exponentes

Unperro Andaluz buscar evacuar, en cierta forma, la glorificación y puntualidad que la CDMX le brinda a sus exponentes

Especial

Todo tiene un significado y un porqué. El arte de la música es la expresión más poderosa y de impacto directo para mostrar lo que piensas. Amoldado a esto, cuando el arte no sólo es eso, sino también una crítica social, se vuelve algo sumamente poderoso.

De esto va Peek!, de la falsa vehemencia a la centralización de la música en México. Y de buscar evacuar, en cierta forma, la glorificación y puntualidad que la CDMX le brinda a sus exponentes.

Así es, en Ecatepec, Estado de México, desde hace ratito vienen sucediendo cosas. Mucho ruido con coherencia. Desde su desigualdad y su propio caos, Ecatepec tiene a sus hijos natos, esos mismos que “con cariño miran el mundo con rencor” de la escalinata de verterse en sus rutas, sus destinos, sus transportes, y llegar de nuevo a otra repetición de los mismos factores al área céntrica de la capital.

Unperro Andaluz, de manera poética, ensamblan y complementan estos ires y venires mediante 8 temas, sin pérdida alguna en ninguna de ellas, mostrar su mundo rezagado y abastecido por injusticias a través del amor hacia su lugar de origen.

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Por que sí, éste es un álbum creado en su totalidad desde las tierras del Puente de fierro, Ecatepec. Y porque sí, Unperro Andaluz muestran el orgullo de sus raíces viéndolo desde un lado político y de protesta, como se muestra en “La piedad”, el primer y único sencillo con toda su algarabía de sonidos de la urbe, de un día a día para la gente y su rutina laboral tan agobiante de camino a la gran capital.

El que sólo haya existido un sencillo promocional a Peek! es un enorme acierto, porque escuchar en su totalidad el álbum sin conocer una sola pieza, aparte del dicho sencillo, el factor sorpresa se vuelve algo mágico. Una de esas tremendas sorpresas es “Intervalos de 40 días” ¡Santo infinito! ¿Cómo dejar de escuchar tan magnífica pieza?

Algo que no tiene género, es simplemente la poesía de Yael Vargas (vocal/guitarrista y compositor) fluyendo sobre la música, donde también, hacia la segunda parte, se le suma la calidad vocal de Jordana Zavala de Grito Exclamac!ón (otro proyecto al qué debes prestarle atención inmediata). Una bomba llena de nostalgia y sensaciones es la que contiene esta pieza en sus ocho minutos de duración.

En alguna ocasión Hayde Corona de Arts & Crafts México me preguntó si Jonás Derbéz de Diles que no me maten, también era vocal de Unperro Andaluz, dado su parecido de interpretación. Ese recuerdo regresó a la mente al escuchar “bossy” con Jonás colaborando en algunos versos y su sax en acción para hacer de esto una inminente locura de fusión artística.

Porta de 'Peek!'

Porta de 'Peek!'

Cortesía

“Manos de Caca” y “Fayuca” son los temas más rebeldes y divertidos (por llamarlo de alguna forma) pero que no rompen el patrón en ningún momento a lo que la banda quiere decir, resaltando sobre líneas de bajo poderosas por parte de Noé Ramírez, riffs alucinantes de Enrique Tenorio, y sintetizadores que brindan el toque electrónico en colaboración de Christopher Sordo y Eduardo Pichardo; este último también productor, master e integrante de Discos Erizo, sello donde se siguen cocinando grandiosas cosas.

“Canícula en el Cerro” por momentos pareciera sacada de algún disco de Shame o de Viagra Boys con sus referencias de punk electrónico creado a base de sintetizadores y aparatos análogos. Un Drum n' Bass muy al estilo británico, pero aquí creado con percusiones reales por parte de Marcos Galván se nos aparece y nos demuestra el porque el también llamado “Motoric Boy” es uno de los bateristas más interesantes en el mundo del underground mexicano. Un cachito de lo impresionante que es verle tocar en vivo.

Pero si de en vivo nos referimos, es mucha la emoción y satisfacción de escuchar, al fin, la versión de estudio de “El charco”, una de las canciones más emblemáticas de los héroes de Ecatepec. Una canción que renace los más recónditos recuerdos de sus shows por toda la urbe, como en aquella ocasión del Xolo Foro Bar cuando se les conoció ante la mirada sorprendida de absolutamente todos los que les presenciamos. 

Todo aquel sudor. Todos aquellos empujones. Todos esos momentos de rostros de euforia en El Squash, en el Multiforo Alicia, Foro Indie Rocks!, Sangriento, Rabioso... Un himno de Unperro Andaluz que sólo se cantaba entre 10 personas y que ahora pasará, a pasos agigantados, a ser coreada por multitudes. No tengo pruebas aún, pero tampoco ninguna duda.

Peek! sabe mejor escucharlo entre la gente, entre el agobio y el padecer del día a día a las orillas, en el área conurbada a las afueras de la Ciudad de México, en ese transcurso de más de una hora de camino en donde no sabes si tu vida vale realmente la pena; en donde no sabes si el llorar por dentro con la vista clavada hacia la nada te esté solventando la existencia. Unperro Andaluz son la excelente musicalización a tus momentos más grises como uno más en la sociedad donde, al menos, moverás la cabeza con tus audífonos puestos y podrás sonreír ligeramente ante tal ironía.

Unperro Andaluz no es una banda cualquiera, es un concepto.

¿Disco del año? Es muy pronto aún, pero vemos.