Escenario

‘Guardado, hermano’: Un thriller psicológico sobre la venganza y hermandad, con una historia sobre el autismo

El cineasta Jorge Sanders se inspira en la motivación de un joven artista llamado Leonardo para trabajar un filme de género que compitió por el Premio Mezcal en el FICG

entrevista

El filme tuvo su premier mundial en el Festival Fantaspoa, uno de los más importantes de cine de terror en el mundo. Foto:

El filme tuvo su premier mundial en el Festival Fantaspoa, uno de los más importantes de cine de terror en el mundo. Foto:

Cortesía

En el marco de la 37 Edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara se presentaron interesantes filmes mexicanos que competían por el Premio Mezcal (Mejor Largometraje Mexicano). Uno de ellos fue la ópera prima del realizador Jorge Sanders titulada Guardado, hermano, un thriller psicológico interesante con tintes de horror cuya principal motivación fue un joven artista llamado Leonardo. En Crónica Escenario charlamos con el equipo involucrado en esta cinta, donde hablamos de la creación del relato de Leo y la importancia del cine de género en el país.

“Comenzó todo cuando conocí a Leonardo, que se hace mi amigo y después conozco a su familia y nos volvemos muy cercanos. Él tenía cierta disfunción con la sociedad debido a su autismo que lo separaba de la comprensión general pero de alguna forma sabía que quería ser actor principal. Así es como nace el proyecto, con la iniciativa de hacerle una película para que la viviera. Para que se sintiera cómodo en la grabación tuvimos que usar todo lo que lo hiciera sentir así. La música de gaita por ejemplo, los comerciales que sí veía y todo lo más importante que tenía que estar presente para que todo saliera como debiera y pudiera interpretar de buena forma su papel, que lo hizo de maravilla”, comenzó explicando Jorge Sanders, el director del filme.

“La inclinación hacia lo fantástico y terrorífico ya fue una decisión personal pues es el género que me gusta por lo que se dio ese equilibrio de manera natural. El uso de los diferentes formatos de video en la cinta es fundamental. Los anuncios de whisky que vemos, Leo los amaba por lo que decidimos darle un regalo al meterlo visualmente en ellos, algo que resulta interesante para la creación también de la atmósfera y las realidades”, aclaró.

Foto:

Foto:

Cortesía

Guardado, hermano sigue la historia de Leo y Argel, dos hermanos que enfrentan la pobreza de su familia y su comunidad, casi olvidada por las autoridades. Aunque logran sobrevivir y compartir ciertas y contadas alegrías, Argel también tiene que hacer frente al autismo de su hermano, que le ha causado problemas, pero también ha servido para unirlos más. Cuando su comunidad es atacada por un asesino maníaco, sus realidades se distorsionan y se ven envueltos en una historia de dolor, venganza y hermandad.

Michael Dwyer, encargado de la fotografía de la cinta, también detalló la importancia de crear este aspecto visual y jugar con las percepciones de la realidad. “Comencé mi carrera haciendo documentales así que esta cinta presentaba un reto muy interesante porque estábamos construyendo un mundo basado en los personajes, sus realidades, pero sobre todo la de Leo, el protagonista. Tratamos de hacerlo de la manera más realista posible con un estilo y una intención bien pensadas. Creo que pude llevar mi experiencia previa para que todo fluyera en conjunto. En cuanto a los comerciales que vemos en la película, fue un ejercicio divertido porque esos ya existían así que fue curioso contraponer lo absurdo de ellos contra la visión de Leo y su mundo”.

A pesar de que hay situaciones muy extremas que podrían causar cierto cuestionamiento por parte de la audiencia, Sanders comentó que lo principal en Guardado, hermano siempre fue el proceso de ser el protagonista. “Lo importante para Leo siempre fue vivirlo más allá de que hay cosas súper fuertes que derivan hacia la violencia física o en la misma atmósfera que se vuelve densa porque van desde lo familiar, hacia las mujeres e incluso a la misma infancia. Curiosamente eran temas que él se daba cuenta en su día a día o incluso llegó a enfrentarse sin darle la mayor importancia pues se enfoca en lo que le apasionaba siempre”, mencionó.

Foto:

Foto:

Cortesía

“Decidimos tomarlo tal cual y trasladarlo a la cinta. Ya de manera personal, lo más importante fue el proceso entre tomas, lo que le dimos todos a Leo, las amistades, las charlas, la buena convivencia. Era gracioso que todos los profesionales estaban preocupados por la toma y él ya estaba haciendo su papel de forma excelente para poder terminar e irse a tomar un café con los actores. Francamente, lo extrañamos porque él debería de estar presentando aquí su cinta para que todos conocieran la gran persona que era”, dijo de manera emotiva.

“Leo falleció en noviembre del año pasado sin poder ver el último corte de la película. Eso resultó un poco frustrante al grado de que tuve que resignificar la cinta porque en un momento no sabía cómo seguir pues la idea era que estuviera presente, que estuviera claro todo su trabajo que fue increíble. La versión que vemos en pantalla es totalmente algo construido y actuado por él”, continuó.

“Era todo un artista con una gran pasión por la vida, tenía ideas de guiones que ya estaba haciendo. Su ausencia me pesó y es lo que más me ha costado resignificar a la fecha. Esto se convierte en un homenaje y todos nosotros estamos aquí para no olvidar a Leo y su labor pero si me afecta que no esté aquí para que todos se dieran cuenta del contraste y su gran trabajo. Estoy muy orgulloso de eso y muy afectado de su ausencia ahora”, mencionó nostálgicamente el realizador mexicano.

No cabe duda que apostar por cine de género es algo que se considera aún arriesgado pero la productora del proyecto, Diana Trejo, aseveró que nunca tuvo dudas de afrontarlo y apostar por ello. “El género de terror y sus derivados como el thriller, el slasher y gore es de mis favoritos. Por ello no fue nada difícil poder apoyar este proyecto pero creo que en México deberíamos apostar más hacia este tipo de historias porque, desde un punto comercial, hay un nicho y existe la audiencia para verlo pero nos arriesgamos poco a apostarle a este tipo de cine. Con este proyecto nos arriesgamos, de la mano de Jorge y de Leo, con esta propuesta diferente a lo que hemos visto recientemente en el cine mexicano y como resultado terminamos aquí, en el FICG. Hay que quitarnos el miedo y aventarnos a hacer este tipo de relatos que pareciera no tendrían un futuro comercial tan tangible por lo que es la industria en el país”.

Foto:

Foto:

Cortesía

Ariadnalí de la Peña, quien tiene un papel detonante en la narrativa de la cinta, también ahondó en qué fue lo que la convenció de formar parte de Guardado, hermano y la experiencia al lado de Leo. “Desde un principio cuando Sanders me propuso su proyecto y me mostró lo que tenía, vi en sus imágenes algo de género y me encanta porque a mí también me gusta mucho. Después fue algo mucho más sorpresivo porque sabemos los tintes que colorean a este cine pero también tenían mucho drama además de un realismo brutal que lograba un equilibrio interesante. Me encantó esa originalidad en la propuesta hecho con un diseño muy original en conjunto con la fotografía, las locaciones, todo era muy único y original. Fue un trabajo de ensueño”.

Para Michael, llegar al cine de terror implicaba una montaña de retos que le llamaron la atención más allá de la temática, una que siempre vio con ojos de thriller psicológico. “Las apuestas sin duda eran altas en la creación de este terror pues teníamos que lograr las atmósferas y combinarlas con lo visual y el drama en términos de que la iluminación, los movimientos de cámara y todo lo técnico pudiera sumergir al espectador en el relato de una forma que lo eleva. Eso es lo que me gusta del cine y estoy orgulloso de lo que logramos”, dijo.

Jorge Sanders hizo hincapié en algo muy importante acerca de este tipo de cine, un principio que cree deberían de tener todos aquellos interesados en este tipo de relatos. “En términos del género, me parece que el primer paso es comenzar a decirlo como es y aceptarlo porque de hace cuatro décadas para acá parece cargar con una connotación de baja calidad o de temas muy recurrentes. La premiere mundial de la cinta fue en Fantaspoa que es un festival de género fantástico y veías a los realizadores en las conversaciones evitar la palabra terror, incluso yo lo hice y le daba vueltas con términos como thriller psicológico, gore, etc”, destacó.

“Hay que aceptar que nuestras creaciones son de género por sus momentos espantosos que llegan a tener sin temer a que nos vean con un lente borroso por ello. Es injusto que no se le de la importancia al cine de este tipo que de naturaleza son oscuras pero sí estamos a tiempo de comenzar a reconocer al género como se merece, no debemos evadirlo más allá de que se relacione a fórmulas desgastadas porque tocamos temas y miedos que a veces nos generan muchas emociones a partir de la violencia, antes y después de que ella ocurra. En mi caso, esa inclinación es muy clara y pienso que tenemos que defenderlo en lugar de evadirlo así que agradezco la oportunidad de poder hacerlo”, exclamó.

Foto:

Foto:

Cortesía

Y es que no cabe duda de que en este país y en todo Latinoamérica el mercado del terror es algo que siempre vende a pesar de la falta de apuesta por ello. La productora del filme dijo: “En México somos una sociedad desensibilizada hacia la violencia lo que significa que todo lo que tiene que ver con terror es parte inherente de nosotros. (Guillermo) Del Toro lo ha dicho, somos un pueblo que se burla de la muerte”, comentó.

“Me parece que la connotación negativa al género nace de esa familiaridad que tenemos en nuestras vidas con el mismo. La gente usualmente busca en el cine la disociación de su realidad, buscar historias que lo lleven a olvidarte o alejarte de ello, por lo que cuando les pones género se enfrentan inexorablemente a algo que ya han visto o enfrentado. Es un rechazo inconsciente tal vez pero creo que ese conocimiento de primera mano de estos relatos escabrosos es lo que nos hace la mejor sociedad para hablar de estos relatos”, añadió.

Aunque somos una sociedad perfecta para trabajar este tipo de películas, para Sanders se tiene que luchar más para tirar las barreras que impiden crecer al género. “Hacer terror es mostrar un reflejo de la realidad, sin duda. Todos los monstruos y el género en sí es una metáfora de cuáles son los miedos sociales y en Latinoamérica estamos repletos de ellos. Deberíamos de estar trabajando en ello en lugar de detenerlo, que se desarrolle, se haga aún más y que crezca. Tenemos encerrado en una cajita a un género que adapta la forma de la misma porque está contenida, no se le deja esa libertad para crecer. Los estudios gringos le han apostado a ello, a ese terror psicológico que sería increíble apoyar más por acá. Hay tanto material que se debería estar fomentando”, afirmó.

Con la emoción a flor de piel por su presencia en el certamen cinematográfico, todos los participantes reconocen que Leo siempre fue el corazón de esta cinta por lo que decidieron compartir un recuerdo en particular que no olvidan. Diana Trejo, la productora, comenzó: “Solía tocar la gaita entre tomas, me desesperaba a veces cuando teníamos que regresar a grabar y él seguía con la música, sentado afuera de la locación. Esos recuerdos son los que más me resuenan en este momento, era algo lindo para él”.

Ariadnalí, su coprotagonista agregó: “Recuerdo una vez que le nació el cocinarnos algo en un break para comer y nos preparó algo muy rico. Lo bonito y entrañable era que lo ofrecía con todo su corazón, con una actitud de servicio inolvidable. Fue un gesto único que agradecimos todos”. Por su parte, Michael Dwyer añadió: “Conmigo un día estaba viendo estas canciones celtas y yo, que tengo cierto linaje irlandés, quedé impresionado con la dedicación que mostraba hacia lo que le apasionaba, sobre todo de esas raíces y como se más aprendía, cantaba y tocaba de una forma muy hermosa”.

Sin embargo, fue Jorge Sanders, director y guionista quien concluyó con el recuerdo más emotivo de Leo. “A mí me tocó estar entre la espada y la pared porque tenía que respetar la desesperación que generaba en el crew su comportamiento pero me di cuenta que en el proceso me estaba enseñando algo”, dijo.

“Lo más complicado era que Leo percibía mucho mis cambios de estado de ánimo. Una vez me vio agarrándome la espalda y me jaló para ponerme a hacer posiciones de yoga que son las que ahora uso cada vez que me dan esos dolores. Leo me enseñó aquello. También, en las últimas tomas Leo de repente interrumpía las grabaciones a la mitad para darse un momento sintiendo que debía de hablar conmigo de algunas cosas como la gaita, de Escocia, papas, en fin. Pero ahora me doy cuenta que lo hacía para mí y eso es algo que jamás olvidaré de él”, finalizó.