La actriz estadounidense Hilary Swank conquistó Hollywood -y de paso los Oscar- interpretando papeles reivindicativos como el de Brandon Teena en Boys don't cry (1999) o Maggie Fitzgerald en Million Dollar Baby (2004).
Swank vuelve a las andadas con otro personaje aguerrido e inspirador en Ordinay Angels, el nuevo drama de la factoría Lionsgate en el que da vida a la peluquera Sharon, que mueve montañas para ayudar a una niña de su comunidad a conseguir un trasplante de hígado ‘in extremis’ en medio de una tormenta de nieve.
“Lo que soy hoy se debe en gran medida a estos personajes. Ver a través de sus ojos y caminar en sus zapatos ha abierto mi mente, cómo veo el mundo y camino por él. Llevo a todos (estos personajes) en mi corazón y creo que soy mejor persona por haberlos interpretado de una manera profunda”, explicó Swank en una entrevista con EFE.
El filme, de casi dos horas de duración, llegó a la cartelera este fin de semana bajo la dirección de Jon Gunn, un cineasta especializado en cintas de corte espiritual o religioso y temática trascendental como The Case of Christ, The Power of the Cross o Jesus Revolution.
Al ser preguntada si se veía reflejada en el personaje de Sharon, Swank dijo que “desde luego” le recordaba a sí misma porque “cuando algo es importante” es de las que “pelea por ello” y no contempla “una posible rendición”: “Si no lo consigo, al menos puedo decir que hice todo lo que pude”, concretó.
Para esta producción, Gunn eligió al actor Alan Ritchson (Reacher o Fast X) como Ed, el hombre viudo de un pequeño pueblo de Kentucky (EU) que trabaja duro para llegar a fin de mes con sus dos hijas a la espera de que la menor reciba ese trasplante de hígado que pone en peligro su vida.
Se trata de una historia real ocurrida el 17 de enero de 1994, cuando la familia de Michelle Schmitt -de 3 años, apenas siete kilos y conocida en su localidad como “la bebé de las nieves”- recibe una llamada sobre el transplante que la niña necesita por su enfermedad hepática congénita, pero deben llevarla hasta Nebraska en medio de una histórica nevada.
Conducir era imposible, las carreteras estaban completamente colapsadas por los más de 40 centímetros de nieve y el órgano no podía permanecer en buenas condiciones mucho más tiempo fuera de un cuerpo antes de la operación.
Un desafío a vida y muerte que involucró a personas solidarias de su comunidad como la propia Sharon (Hilary Swank) y que, según declaraciones recientes del director de la película, demostró “el poder de la fe y de héroes cotidianos que consiguen milagros en el día a día”.
“Esta película nos recuerda lo bueno que hay en los seres humanos y especialmente cuando más lo necesitamos. Lo importante es encontrar tu propósito y marcar la diferencia en la vida de las personas para luego cambiar la tuya”, opinó la ganadora de dos Oscar a mejor actriz en su entrevista con EFE.
Recientemente, Swank reveló que durante su niñez, y en parte de su proceso hasta ser conocida en Hollywood, vivió en un parque de caravanas, lo que marcó su vida, le alertó sobre las desigualdades y el clasismo, y constató en sus propias carnes la importancia de ayudar a los demás.
“Creo que hay ángeles en todo el mundo y no hace falta ser perfecto para aportar a los demás y marcar una diferencia en sus vidas”, recalcó la actriz.
Ordinary Angels -escrita por Meg Tilly y Kelly Fremon Craig, y coproducida por Kingdom Story Company- también cuenta en su elenco con Nancy Travis y Tamala Jones.
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