Juliette Binoche: “Cuando hago un personaje me transformo, y tengo la necesidad de mostrar esa transformación”
COBERTURA. Referente del cine europeo y con una trayectoria que abarca cuatro decenios, añadió este Goya concedido por el cine español a una colección de premios que incluye también los César del cine francés y los Bafta británicos
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Momento en que la actriz fue homenajeada este fin de semana.
La actriz francesa Juliette Binoche, que este sábado recogió el Goya Internacional de la Academia de Cine de España, declaró su amor por la interpretación y aseguró que “no le hubiera merecido la pena” esta profesión si no hubiera disfrutado de cada película que ha hecho.
“Cada instante, cada segundo de una película ha de ser especial, si no, no es la expresión de algo nuevo, sería solo un trabajo. Si una película no te cambia, es que algo no está bien”, explicó en rueda de prensa Binoche, la ganadora de un Oscar por El paciente inglés (1996).
Binoche (París, 1964), referente del cine europeo y con una trayectoria que abarca cuatro decenios, añadió este Goya concedido por el cine español a una colección de premios que incluye también los César del cine francés y los Bafta británicos.
Contó que no piensa en dirigir porque, para ella, “actuar es un modo invisible de dirigir”.
“No firmas la película -comentó-, pero estás ‘en’ la película y ‘eres’ la película. Siento que entre actor y director se produce una sinergia tan importante que, muchas veces, esa función de dirigir no está clara”.
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“Yo amo la interpretación, pero eso no es sólo lo que yo hago: es dejar que mi abnegación salga, es soltar algo que llevo dentro pero no soy yo, sino que sale a través de mí”, dijo en la ciudad española de Sevilla (sur), donde mañana se entregan los Goya de 2023.
“Cuando hago un personaje me transformo, y tengo la necesidad de mostrar esa transformación. Todas las películas que he hecho me han cambiado de forma inesperada”, agregó.
“ME ENSEÑARON A SER FUERTE DESDE PEQUEÑA”
Para la actriz, último Premio Donostia del Festival español de San Sebastián, “es un honor” recibir este reconocimiento internacional de la Academia española de Cine, que sólo tiene su colega australiana Cate Blanchet.
Al tiempo, siente que “no es un premio para Juliette, no es a mí -dijo-, sino a mi fuego y mi energía interior, es a mi necesidad de transformar mi propia vida”.
Reconoció que, en los años ochenta, cuando ella comenzaba su carrera, trabajar en el cine era una cuestión “de seducción”, pero ahora “las cosas han cambiado”, comentó.
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“Ahora hay más mujeres directoras que en esa época en la que los directores se prestaban a ese juego de seducción, que no sé muy bien cómo funcionaba. Y tampoco sé cómo conseguí librarme de situaciones peligrosas con hombres mayores” a los que consiguió “frenar”.
Quizás se ha salvado, argumenta, por la educación que recibió de pequeña: “Yo fui criada por una mujer que era muy consciente de los peligros, me educó sólidamente para estar preparada. Una persona independiente y feminista que me enseñó a ser fuerte desde pequeña”, explicó.
“Y sí me ha pasado -confesó-, directores, productores han venido a besarme y a tocarme y yo he dicho que ‘no’, es que ni siquiera me lo planteaba; y cuando eres consciente de ello, puedes ser fuerte, puedes luchar por defenderte”, aseguró.
Y respecto al movimiento #MeToo, Binoche celebra que se haya producido: “Ha cambiado muchas vidas para mejor”.
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