‘M20 Matamoros Ejido 20’: La danza vista como un archivo de historias vivas
ENTREVISTA. “Quería que se fueran trenzando las historias de vida, contadas de una manera narrativa y una manera corporal, y dentro de eso envolver al espectador”, comparte Leonor Maldonado a Crónica Escenario.
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"M20 Matamoros Ejido 20" participa en el FICM
La ciudad de Matamoros, Tamaulipas, es uno de los lugares más peligrosos del país. Las personas que lo habitan están constantemente en el dilema de pertenecer a un cártel para sobrevivir, o buscar sobrevivir de otras maneras alejados de un estigma que los persigue por el simple hecho de permanecer ahí.
Leonor Maldonado, coreógrafa y bailarina, comparte con Crónica Escenario su testimonio al dirigir el documental M20 Matamoros Ejido 20 que pretende ser una pista de baile donde la danza, el cuerpo y la historia del grupo M20 sean uno mismo.
“Me enseñaron un video en YouTube con ellos bailando en la calle y se veía un tanque militar atrás. Sabía que era Matamoros y fue como un golpe… Una danza bellísima y súper fuerte en un contraste como la guerra”, expresó.
Así surge la idea en Leonor Maldonado de hacer un documental que cuente las historias de algunos integrantes de este grupo de danza, que crecen y conviven en un ambiente de constante peligro y delincuencia.
“Lo primero que pensé fue: ¿qué es lo que viven estos hombres para necesitar inventar una nueva forma de moverse, de bailar juntos, y de poner su cuerpo en un territorio de guerra?”, ésta fue la primera pregunta que la directora se hizo y lo que la acercó a contactar al protagonista y fundador del M20 a través de Facebook.
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La idea de la película, comenta Leonor, “es meternos de una manera sutil a las historias que no se cuentan, de hombres que son tan temidos en México porque tienen la posibilidad de ser sicarios, a veces sólo con verlos o con la facha ya los tachan de delincuentes cuando su vida es otra”, como es el caso de los hombres de esta historia.
Es en este contexto que entra “la danza vista como un archivo de historias vivas, la danza como una pregunta: ¿qué historia tienen estos cuerpos”.
Entre tomas enfocadas en los tenis, a la vestimenta particular de los integrantes, a los sonajeros hechos por ellos mismos, y al movimiento fuerte y seguro de sus pasos, Leonor Maldonado “quería que se fueran trenzando las historias de vida, contadas de una manera narrativa y una manera corporal, y dentro de eso envolver al espectador”.
La experiencia de hacer el documental para la ahora cineasta no fue sencilla, ya que es la primera vez que hace cine, y como coreógrafa y bailarina, tuvo que estudiar y prepararse mucho para lograr el proyecto. “Dudé porque yo no he hecho cine, pero dije: tengo herramientas coreográficas y a mí me interesa hacer una película desde lo coreográfico”
Agrega que una de las cosas importantes era que la cámara no era esteril o lejana, y por eso la historia se dividió en dos líneas narrativas. La primera, el testimonio directo de los protagonistas, y la segunda, la foto del cuerpo, los movimientos y esta parte de la danza que conecta directamente con sus testimonios.
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El proyecto, no sólo consistió en las historias de los danzantes de Matamoros, también conectó con las de la propia Leonor y las de Tatiana Graullera, productora del documental. “Otra cosa importante es mi encuentro con Tatiana Graullera, la película es lo que es también por ella, porque es una productora muy artista… Nos movimos la vida juntas y con ellos también”.
En este sentido, comparte que hubo personas y expertos en cine que le recomendaban no involucrarse demasiado con los personajes, “que guardara cierta distancia, y para mí era como: no estoy de acuerdo”. Fue así que tanto ella como Tatiana abrieron sus propias vidas para poder capturar las de ellos, a pesar de los peligros que implicaba estar en una zona de guerra. “Compartirnos la vida entre todos, y siento que a todos nos la cambió y hubo momentos muy duros, no es fácil querer tanto a gente que está en lugares tan peligrosos”
M20 Matamoros Ejido 20, presentada en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), es la ópera prima de Leonor Maldonado interesada en las posibilidades conceptuales, discursivas y políticas del cuerpo en movimiento.
Como parte del equipo se encuentran Romy Tatiana Graullera en la producción; en la fotografía está Luis Montalvo y Julio Llorente; en la edición Leonor Maldonado y el sonido de Javier Umpierrez. También vale la pena mencionar al reparto: Rodrigo de la Torre, Alexis Magaña, Marco Castillo, Rubén de la Torre y Feliz Cabrer.
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