‘Mi papá es un peligro’: La fórmula desgastada de las comedias genéricas
CORTE Y QUEDA. Dirigida por Laura Terruso es protagonizada por Sebastian Maniscalco y Robert De Niro, siendo este último el nombre más destacado y quién aún sigue sorprendiendo con su participación en este estilo de historias
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Fotograma de 'Mi papá es un peligro'.
Dentro de un verano cinematográfico que parece saturarse con blockbusters de altos presupuestos – muchos de ellos retrasados debido a la pandemia – siguen apareciendo algunas cintas que van llenando los huecos de un mercado que parece reducirse en números de taquilla. Una de las fórmulas infalibles para complementar dichos espacios son las comedias estadounidenses, que no buscan más que momentos de esparcimiento insustancial, pero con la capacidad de acercar a una audiencia que, día a día, parece no interesarse en un cine más propositivo.
Pueden existir mil y una razones para dicha metamorfosis del mercado fílmico – algunas de ellas en relación con las opciones digitales – pero no cabe duda que producciones como Mi papá es un peligro (2023) llegan a tener cierto magnetismo por su humor ligero y que no demanda una atención desbordada por parte de la audiencia.
Con algunos días en cartelera, la película dirigida por Laura Terruso es protagonizada por Sebastian Maniscalco y Robert De Niro, siendo este último el nombre más destacado en el reparto y quién aún sigue sorprendiendo con su participación en este estilo de historias, con una línea más desenfadada y libre de la presión de producciones de mayor renombre y aceptación por parte de la crítica especializada.
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Sebastián (Sebastian Maniscalco) está a punto de proponerle matrimonio a Ellie (Leslie Bibb), pero la personalidad de su padre, Salvo Maniscalco (Robert De Niro), así como las costumbres derivadas de su ascendencia italiana, crearán una hecatombe en la familia adinerada de su prometida, cuestionando sus fuertes pero extraños vínculos familiares.
Cuando se presentan este tipo de comedias que transitan por la cartelera sin pena ni gloria, la complejidad de su análisis recae en el impacto de su taquilla, ya que no suelen sostenerse por sus propios pies, a pesar de lo mediático que suelen ser sus repartos. Sebastian Maniscalco ha comentado la cercanía del guión con su historia personal sobre la relación con su padre, lo cual no termina por darle un valor extra a la producción de Terruso.
Al intentar no caer en un tono demasiado dramático la cinta tiende a utilizar recursos de comedia burda que poseen una naturaleza anticlimática, rompiendo con un ritmo que hubiera logrado enriquecer y potencializar una historia más entretenida. Aún con dichos ejercicios fallidos, podemos mencionar que la química entre Moniscalco y De Niro es de lo más positivo del filme, creando momentos agradables para el espectador, pero que desaparecen a los minutos por la irregularidad de su tratamiento.
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El camino predecible que la película construye aleja cualquier atisbo de curiosidad en el público, desconectando la atención del mismo para enfocarse en los momentos de pastelazo que aumentan gradualmente ante la imposibilidad de crear un atractivo narrativo de mayor peso.
La verdadera pregunta ante el estreno de esta producción es: ¿por qué se sigue confiando en este tipo de cintas dentro de un mercado que parece decantarse exclusivamente por largometrajes de altos presupuestos y mayor captación de mercado? En muchos de los casos se necesitan cumplir ciertas cuotas, ya sea de total de filmes por realizar al año o contratos más específicos; aún así, parecería ser un riesgo innecesario, pero que en ciertas ocasiones logra dar algunos dividendos.
Mi papá es un peligro (About my father, 2023) es una historia que pudo ser más de lo que prometía pero que se queda estancada en una comedia pantanosa y genérica, con intermitentes momentos de lucidez que prometen llevarte por un terreno de divertidos instantes ahogados en una fórmula desgastada y que – al parecer – no tiene fin.
Finalmente, aquel mensaje sobre acercarse a nuestros orígenes, sobre no olvidar aquellas raíces que formaron nuestro presente y nos encaminan hacia un futuro que está en constante evolución, no se redondea por un forzado intento de recolectar risas con formas poco efectivas.
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