“Es paleta o puño”: Una mirada a Ana Cervantes ganadora del Rally Universitario del GIFF

ENTREVISTA. La cineasta dirigió el cortometraje Pariendo chayotes que ganó la competencia en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato y que se exhibe este miércoles en Cineteca Nacional

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Ana Cervantes dirigiendo a una de las niñas en su corto.
CORTESIA

Ulises Castañeda

27/09/2023 13:14

A veces no recordamos los primeros discursos de los grandes cineastas: “Agradezco al GIFF por darnos la oportunidad de contar la historia de Miguelina”, con estas palabras la joven cineasta Ana Cervantes comenzó el suyo como ganadora del Rally Universitario que se realiza anualmente en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF), gracias a su cortometraje Pariendo chayotes.

Este primer discurso de éxito en el cine se realizó el 30 de julio en el Teatro de la Ciudad de Irapuato, ciudad sede del festival, durante la ceremonia de clausura y este miércoles su corto encabeza la muestra anual del Rally Universitario que se exhibirá en la Cineteca Nacional con los cortos que compitieron este año. A propósito de esto compartimos la charla que tuvo Ana Cervantes con Crónica Escenario.

La joven recuerda con emoción el momento del anuncio: “Estaba primero demasiado tranquila. Estaba contenta con el corto y aunque no hubiéramos ganado tenía presente que había sido una experiencia bonita. Pero el día del anuncio estábamos sentadas frente a la pantalla Elisa (Rubio) y yo viendo pasar a los ganadores”, describió.

“Cuando tocó el anuncio del Rally le tomé la mano porque me puse muy nerviosa porque fue cuando me dí cuenta que era real la posibilidad de ganar. Creo que además se sumó el nervio de hablar en público que siempre me da”, añadió.

Cabe destacar que el Rally Universitario enfrenta a seis grupos de jóvenes que desarrollan un proyecto cinematográfico a contrarreloj, contando con 48 horas antes de su presentación en la sede de León, Guanajuato. El evento anual busca impulsar a nuevos talentos nacionales y presentar a las nuevas voces y miradas con las que contará el cine mexicano.

“Gracias a mi mamá”

“Gracias a mi mamá que es una mujer tan luchadora, pues ella sola nos ha sacado adelante y siempre ha apoyado mis decisiones y ahorita más porque estudio cine”, dijo Ana Cervantes en otra parte de su discurso de ganadora. Y es que su mamá agradeció a los espectadores que el día que se vio por primera vez: “Ese lo hizo mi hija”, le decía a la gente con orgullo.

Su cortometraje cuenta la historia de Miguelina, una niña de 10 años que funge como agente del orden en su escuela primaria, se enfrenta al sistema académico corrupto y descubre que uno de sus compañeros más leales forma parte de un grupo corrompido formado por alumnos y demás cuerpos académicos. Con un ingenioso humor y ternura, la cineasta en representación del Colegio Nacional de Cine (Cenecé) de Querétaro, cautivó a los espectadores el día de la proyección.

“Siempre me ha gustado visitar las infancias. De niña escribía muchos cuentos e historias y me lo siguen recordando mi mamá y mi tía. Ese gusto creo que va ligado a mi pasado. Luego está todo lo que engloba la temática detectivesca también es porque me gusta mucho ese tipo de cine. La premisa fue tomar esas dos partes”, dijo a Crónica Escenario.

Momento en que subió al escenario como ganadora del Rally.
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A propósito de la dedicatoria a su mamá y sus recuerdos, Cervantes compartió que su primer acercamiento al cine fue a través del cine de animación: “Cuando yo era chica era muy cinéfila. Me podían poner la película de Bichos tres veces al día y era feliz. Pero no sabía qué era lo que quería estudiar sino que solo veía al cine como algo que me gustaba pero no lo entendía”, dijo.

“Creo que mi primera película fue Tarzán y fue mi primera película favorita. Aunque una que me influenció mucho y que me inspiró a estudiar cine fue Jim y el durazno gigante de stop motion, porque es una técnica de animación que me encanta, la animación hecha a mano es lo que me encanta y de hecho es uno de mis mayores propósitos para seguir haciendo cine”, añadió.

“Gracias al Cenecé”

“Muchas gracias al Cenecé porque es una de las escuelas con más amor y cariño. Es lo que nos han enseñado durante estos meses y a pesar de que nosotros vamos en segundo y tercer semestre, ya estamos participando en un Rally Universitario y eso me llena de mucho orgullo”, expresó en otro momento de su discurso el día de la ceremonia.

Y es que, al hablar de un concurso universitario hay que hablar de su llegada al Cenecé (Colegio Nacional de Cine), una escuela que vive sus primeros años de formar nuevos talentos y que destaca con sus proyectos: “Me di cuenta de que quería hacer cine hasta que era grande. Cuando tenía 18 yo no quería estudiar ninguna profesión que tuviera que ver con el arte, en ese entonces pensaba que quería algo, según yo, que me dejara dinero, para mantenerme y pagar mis gastos”, dijo Cervantes.

“Alguna disciplina artística solo la pensaba como hobbie, pero no conocía escuelas así en Querétaro, que se dedicaran al cine. Fue como a los 24 años cuando me empecé a meter un poco más al cine y hasta el año pasado fue que descubrí el Cenecé”, continuó la cineasta en la charla con este medio.

“Fue Marco (Bouchan), mi compañero y amigo. A él lo conozco de hace muchos años, y él tenía la espinita de estudiar cine antes que yo. El año pasado yo estaba en una carrera de animación, estuve solo un semestre y en el intermedio Marco me habló que estaba en un diplomado del Cenecé y que le gustaría que estuviera en unos cortos que se hicieron en verano, y esa fue mi primer experiencia en un rodaje y me gustó mucho”, añadió, especificando que en el primer corto que participó fue asistente de fotografía.

Esa primera experiencia en el set fue la que la llevó a tomar la decisión de formarse profesionalmente en la escuela que representó con Pariendo chayotes: “Nunca había experimentado algo como lo que sentí en ese rodaje. Entonces busqué la posibilidad de entrar al Cenecé. Supe de la carrera y tomé una clase con Emilia Michel (cineasta, actriz y directora general del Cenecé) y eso me inclinó a quedarme en esa escuela”, agregó.

“Gracias al Rally”

Cervantes también reflexionó sobre su camino para formar parte del Rally Universitario: “El año pasado cuando sacaron la convocatoria. Marco, el guionista, un día en la escuela le platiqué mi idea y le gustó mucho. Para diciembre se tenía que mandar el guión y estuvo muy chistoso porque el último día que se podía enviar fue cuando lo mandamos a última hora”, comentó entre risas.

Póster de Pariendo chayotes, en el que aparecía aún Marco Bouchan como director.
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En ese registro su amigo Marco Bouchan había quedado registrado como director del cortometraje y ella como guionista: “Cuando lo platicamos confíaba plenamente en él para eso y lo sigo haciendo porque es un gran amigo. Pero hubo cambios en el camino y pasé de ser la guionista a directora de arte, hasta quedar como directora”, explicó.

Este año el equipo del Cenecé compitió contra los siguientes proyectos: La Universidad Autónoma de Aguascalientes, con el proyecto Lirio Blanco; la Universidad Autónoma de Durango con el cortometraje Cenizas; la Universidad Nueva Galicia ubicada en Nayarit con el trabajo titulado Langostas a domicilio; presencia de la Universidad Autónoma del Estado de México con el filme El despertar; y finalmente el representante local de la Universidad Iberoamericana de León con el proyecto Despierta.

Se trata de un concurso que en 14 años ha tenido en competencia a mil 20 alumnos de 17 estados del país que han realizado en total 102 cortometrajes. Luego de la selección los equipos elegidos tuvieron una serie de talleres que les proporcionó el GIFF en distintas ramas del cine hasta llegar al concurso.

“Gracias a nuestro crew”

“Gracias a nuestro crew, no digo mi equipo sino el equipo, el equipo del Cenecé. Sin ellos no habría historia qué contar”, expresó Ana Cervantes la noche de la ceremonia para agradecer al equipo con quien hizo Pariendo chayotes.

“Elisa Rubio (Productora), fue quien vio presupuestos, financiación y tenía comunicación con el GIFF, también a nivel creativo se involucró; Andrea Torres, quien fue asistente de producción y también la hizo de relaciones públicas; Andrés Abad fue el sonidista y diseñador sonoro, además de asistente de RP; Eric Barrera fue el editor, montajista y asistente de RP…”

“Ambar Obregón se quedó como directora de arte y Daniel Vega fue su asistente, ellos se encargaron de toda la parte visual; Daniela Garibay fue directora de foto con su asistente Giral Flores, con quienes vimos todo un plan de tiros y checamos como queríamos que se moviera la cámara y Darla Méndez que fue mi asistente de dirección quien me ayudó mucho en todo el rodaje”, añadió.

También mencionó a Sebastián Botello que fue el voluntario de León asignado por el festival y a Santiago Fortanelli que ayudó con el trabajo detrás de cámaras. Sin olvidar, claro, a las niñas Gillian Sparks (quien interpretó a Betty), Valeria Amairany Rendón (quien fue Miguelina) y Noelia (que fue Valentina), que fueron las actrices que protagonizaron su cortometraje.

“La energía y el carisma ya lo traían ellas. A mí no me tocó el proceso de casting porque no era directora del proyecto pero Marco me pedía mucho mi opinión porque como nosotros escribimos la historia queríamos que se respetaran ciertas cosas (...) Es importante mencionar que sus mamás siempre estuvieron dispuestas a acompañarlas, estar ahí horas esperando y eso también se agradece mucho”, dijo.

Equipo de Pariendo chayotes en el GIFF.
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“Gracias a mis maestros”

“Agradecer también a Emilia, Alex y nuestro profe Inti, sin ustedes tampoco se hubiera podido contar esta historia”, dijo para agradecer a Emilia Michel, Alejandro Íñiguez e Inti Pérez, que son sus maestros del Cenecé y a quienes se refirió como aquellos que le dieron sus mejores consejos:

“Ellos nos decían que al participar en el concurso no nos concentráramos en ganar sino en divertirnos y hacer lo que sabíamos. Ese consejo lo aplicamos porque sí disfrutamos mucho el rodaje. Fue tanto así que se reflejó en el resultado. El divertirse no hay que dejarlo de lado en un rodaje”, enfatizó.

Finalmente, la otra gran lección se la lleva por la experiencia de haber competido en el Rally Universitario: “Me llevo el compromiso y la comunicación en equipo. Nos costó mucho estar en la misma sintonía y además el comprometerse y estar dispuestos a trabajar por la historia. De repente podía haber alguien que estuviera ahí por inercia y no porque le gustara el proyecto. Me llevo que no se debe decir que sí a un proyecto que no me llene”, concluyó.

“Gracias por haber aceptado la historia de Migue en sus corazones”, con estas palabras cerró el discurso en Irapuato.