Escenario

Pierce The Veil combina a la perfección la nostalgia con la actualidad en la CDMX

COBERTURA. La banda se presentó en el Velódromo Olímpico en la capital del país después de casi seis años de ausencia en la capital mexicana y a un año de su regreso a la música

música

Pierce The Veil en el Velódromo Olímpico.

Pierce The Veil en el Velódromo Olímpico.

Andrea Gonar/@andreagonar

La expectativa de este 30 de marzo apuntaba por completo al caos; ocho conciertos en la Ciudad de México ubicados en los escenarios más importantes del estado marcaba la saturación de la línea café del metro; aunado a ello, la amenaza de una lluvia tan feroz como la de el día anterior, la cuál provocó la reprogramación del concierto de Billie Eilish, acechaba a los asistentes.

El frío de la noche desapareció en el Velódromo Olímpico gracias a la multitud que se unió en un solo remolino de energía imparable.

Los primeros en pisar el escenario del Velódromo Olímpico fueron The Horror Between Us, quienes mantuvieron todo el rato la energía a tope gracias a los asombrosos guturales y el estilo de banda de garage que hacía que se sintieran tan cercanos al público.

El guitarrista Tony Perry.

El guitarrista Vic Fuentes.

Andrea Gonar/@andreagonar

“Qué hermoso lugar para venir a tocar”, comentó posteriormente el vocalista de All At Once, la segunda banda en abrir, quien además pidió disculpas y alargó un poco su discurso llevándose en consecuencia algunos chiflidos por parte de la audiencia.

Poco a poco, el optimismo del vocalista junto con la fluidez musical de la banda consiguió llevarse los aplausos del público.

Durante el espacio gris anterior al inicio de Pierce The Veil, el público se entretuvo con las canciones clásicas de la época de los dosmiles que seguro acompañaban en sus playlists a la banda americana; a todo pulmón cantaron canciones como “Helena” de My Chemical Romance y “Misery Business” de Paramore.

Los músicos hicieron agitar las cabelleras.

Los músicos hicieron agitar las cabelleras.

Andrea Gonar/@andreagonar

La audiencia creaba olas en el tumulto con la intención de llegar lo más cerca que se pudiera al escenario y la emoción creció conforme se acercaba la hora marcada para la aparición de Pierce The Veil.

“Death of an executioner” fue la canción con la que arrancó la agrupación; perteneciente a su más reciente disco, The Jaws of Life.

“¿Listos para tener la mejor noche de sus vidas?”, preguntó a la audiencia el vocalista Vic Fuentes después de interpretar “Caraphernelia” y continuó “cuando está canción entre, déjenme ver a cada una de las personas aquí saltando con nosotros” para presentar “Pass The Nirvana”, canción que marcó el regreso a la música de la agrupación.

La banda tenía seis años desde su última visita.

La banda tenía seis años desde su última visita.

Andrea Gonar/@andreagonar

Una mezcla entre la nostalgia y lo más nuevo de la banda jugó todo el tiempo con una audiencia receptiva que se desgarró la garganta con las canciones que marcaron historia en la agrupación; de “Dive in” a “Emergency contact” y llegando a la imperdible “King for a day”.

Fuentes subió a una chica al escenario, quien llevaba el pelo corto y una playera de Trasher. Tras un abrazo, Vic le indicó sentarse y le cantó “Hold on till may”. Este fue uno de los momentos relativamente más tranquilos de la noche junto con la interpretación de “Bulletproof love”, pues la audiencia se concentró en observarlos y corear las emotivas canciones.

La banda no solo demostró que nos perdimos de mucho al no tenerlos en el país desde hace alrededor de seis años, pues con orgullo hicieron honor a sus raíces mexicanas al traer como preludio a la voz de Vicente Fernández con “El Rey” y posteriormente “Hermoso cariño” antes de “Bulls in the Bronx”, una canción que destaca por el solo de guitarra en requinto.

La banda prometió volver pronto.

La banda prometió volver pronto.

Andrea Gonar/@andreagonar

El público mexicano pedía canción tras canción “Besitos”, del disco Selfish Machines (2010), sin embargo, parece que la agrupación liderada por Vic Fuentes tenía muy claro qué canciones querían interpretar en el Velódromo Olímpico; una selección simplemente impecable que dejó a la audiencia con ganas de quedarse más tiempo escuchandolos.