Escenario

La reflexión de ‘Ch’ul be, senda sagrada’: “Hay un interés del pueblo tsotsil por preservar la memoria”

ENTREVISTA. El cineasta mexicano Humberto Gómez compartió con Crónica Escenario detalles de su más reciente documental el cual se mostró con éxito en la pasada edición del festival de Morelia 

cine

Fotograma del filme.

Fotograma del filme.

Cortesía

En el marco del vigésimo primera edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), una de las grandes tradiciones de la competencia es la gran proliferación de proyectos documentales que año con año se presentan ante la audiencia michoacana, y el 2023 no ha sido la excepción con la ópera prima de Humberto Gómez, quien desea retratar una tradición muy particular del pueblo tsotsil con Ch’ul be, senda sagrada (2023).

La comunidad de San Andrés Larráinzar posee una costumbre religiosa muy poderosa basada en el cuidado de sus principales santos, siendo la más importante la Mayordomía Mayor, encargada del santo patrono San Andrés. Es justo una mirada hacia dicha tradición la que realiza el cineasta chiapaneco Humberto Gómez.

La intensidad y grado de responsabilidad del pueblo tsotsil en San Andrés es de llamar la atención; tal es el grado de compromiso que el director posó su interés en una actividad que denota está pasión en sus creencias:

Fueron varios factores los que me llevaron a realizar este documental, entre los cuales se encuentran mi apego a esta comunidad. Durante el proceso de filmación, son mis padres los elegidos para esta labor de mayordomía, lo cual cayó como anillo al dedo. Y es gracias a esto que mi deseo de resguardar la memoria a través de un archivo videográfico del pueblo fue mucho más sencillo”, compartió Gómez sobre su inquietud por plasmar dichas costumbres y tradiciones.

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Imagen de los cineastas en Morelia.

Además, Humberto nos platica sobre sus bases y preparación cinematográfica, la cual sirvió como punta de lanza para iniciar dicho proyecto, así como potencializar su interés por crear memorias fílmicas:

Tuve oportunidad de tomar un diplomado en 2017, donde crecieron las ganas de seguir produciendo, ya que anteriormente habíamos tenido más acercamientos con otros diplomados, pero desde un ángulo más técnico, siendo este último el que nos preparó para realizar nuestra carpeta de producción”, comentó.

El tema siempre estuvo en mi mente, y al tener la figura cercana del músico Román Montejo, quien además tenía las ganas de grabar y ser grabado, lo observé como un área de oportunidad; en el camino nos encontramos a otros personajes que complementaron este trabajo”, explicó el cineasta sobre sus fundamentos, inquietudes y desarrollo de esta pieza audiovisual.

En muchos lugares de la República Mexicana, algunos pueblos con costumbres tan arraigadas suelen ser celosos de sus tradiciones, ya que no poseen un interés por llevar al exterior sus prácticas. Sin embargo, San Andrés fue un lugar que se prestó para documentar un proceso religioso tan complejo e interesante desde sus raíces:

“Para cierto porcentaje de la población tsotsil si hay un interés; ellos tienen esta expresión que traducida al español dice “una foto para la memoria y así ser recordados” siendo gracias a estas ideas las que nos han permitido adentrarnos a dichas tradiciones.

“Aún así existe un número de personas que, si tienen la mala idea de que voy a lucrar con su imagen, convirtiéndose en un diálogo constante para lograr una apertura, teniendo como resultado la realización de varias producciones en este pueblo” mencionó el director tras una ardua labor de convencimiento para realizar el documental.

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Lo más importante para la comunidad es que todo esto que hacemos regresa, y ellos lo consumen, esto con el propósito de generar más confianza, muchos utilizándolo para usarlo como una memoria audiovisual para las nuevas generaciones”, agregó Humberto sobre la aceptación de San Andrés para ser filmados.

La mayordomía dedicada al santo patrono de San Andrés es una labor que requiere un alto grado de compromiso y entrega, al grado de desprenderse de muchas actividades en su día a día para entregarse en cuerpo, mente y alma a una tradición que inicialmente parece una imposición, pero termina siendo sumamente satisfactorio para los que tienen este gran honor:

Hay una preocupación muy fuerte por parte de los participantes de la mayordomía, debido a que no saben si cumplirán con las expectativas, ya que implica inversión tanto económica como de tiempo, además de la función de aprendizaje de ciertas tareas complejas como el rezo, los cuales suelen durar una o dos horas durante varios días de la semana, generando un miedo inicial en la comunidad”, expresó.

Al final suelen tomarle cariño al puesto, al grado que les cuesta desprenderse del cargo, uno que tiene una naturaleza cíclica”, contó el realizador tras narrar las inquietudes que la comunidad llega a tener ante la gran labor que implica la mayordomía.

Finalmente, Humberto nos habla del compromiso que las nuevas generaciones tienen con el enfoque de estas tradiciones y su evolución hacia el futuro:

Ya existe una fragmentación generacional, la llegada de muchas religiones va dividiendo, siendo el catolicismo la predominante. Existen 15 religiones en el municipio, lo cual lleva a una selección más abierta, y está bien. Por otro lado, aún quedan jóvenes que asumen estas responsabilidades lo cual hará que no se acabe tan rápido esta linda tradición” concluyó.