Caía la tarde en la ciudad de México, el calor aún estaba un poco intenso y algunas personas agradecían que por fin era viernes, algunos iban por un trago, otros a descansar, pero un público en específico se dirigía al Centro Cultural Teatro 1, pues como era de esperar, el musical José El Soñador regresaba a temporada después del gran éxito que tuvo.

“Nosotros queríamos que fuera una temporada cortita, pero gustó tanto que fue imposible”, afirmó Alejandro Gou, productor de la obra, quién agregó “la mejor publicidad es la recomendación de boca en boca, así yo gaste en espectaculares gigantes, si al público no le gusta, no vendrá”, dijo durante la pequeña alfombra roja que engalanó este estreno.

Recorrida por algunas celebridades, la alfombra provocó que el público esperara un poco para ingresar e intentara tomarles una foto a esas personalidades que tanto les gustan. Poco a poco la euforia de la alfombra se desvaneció, pero aumentó la emoción por la obra, uno a uno los asistentes se acomodaron en sus asientos esperando el inició.

A las 8:30 la voz del teatro emocionó a los asistentes al mencionar la clásica primera llamada, algunos aprovecharon para comprar algún alimento o bebida, mientras que otros no apartaban la mirada del gran escenario donde se leía “José el soñador”.

La tercera llamada llegó, el público ya en su asiento quedaba perplejo de la emoción, las luces se apagaron y frente a nosotros un cielo estrellado se hace presente, una estrella viaja a través de distintos lugares del cosmos hasta colisionar y de la explosión surge nuevamente el título de la obra.

La luz se coloca en el centro del escenario, dónde Fela Domínguez, con un traje espectacular y una potente voz, comienza a contar la historia de José, para que finalmente se levante el telón.

Al mero estilo del viejo oeste, pero combinado con la clásica Canaán de la biblia, así es como se ve el paisaje, el cual nos adentra a la tierra de Jacob, para, de este modo iniciar este mágico viaje.

Vestuario increíble y la voz potente de los actores provocan que el público aplauda y se sienta eufórico al término de cualquier número musical. La obra nos habla de la triste vida de José, sus hermanos lo venden como esclavo por celos, ya que no soportaban la felicidad de este, como al llegar a Egipto su amo lo encarcela y esto casi hace que pierda la fe.

Pero con un gran número donde Kalimba demuestra su gran capacidad como bailarín, nos dejan en claro que José no pierde la fe, y al contrario, nos preparan para el acto donde le toca brillar.

Después de un intermedio donde algunos la aprovecharon para ir por alguna botana, las luces nuevamente se apagaron para que nuevamente la atención se centrara en Fela, quien como buena narradora nos transportaba nuevamente a Egipto, donde se encontraba José.

Aquí es cuando uno de los números más esperados de la noche llegó, pues el nuevo faraón se hacía presente, así fue como Erick Rubín hacía acto de presencia y maravillaba al público con su potente voz y su gran interpretación.

El acto final fue un deleite, una obra que se disfruta de principio a fin, pero como suele suceder la noche increíble llegaba su fin, con un gran número de actores, cantantes y bailarines, sin mencionar el trabajo de staff que se necesita para tener una obra de este calibre la cual estará disponible por siete semanas.