Escenario

Rita Leistner muestra la vida de los plantadores de árboles en Canadá en ‘Forest for the trees’

La escritora y fotoperiodista canadiense hace un documental testimonial e inspirador sobre la relación de los seres humanos con la naturaleza. Formó parte del Festival Internacional de Cine en Guadalajara

entrevista

Evan y Ernest en Burn Site (2018). Foto:

Evan y Ernest en Burn Site (2018). Foto:

Cortesía

Después de su paso por una docena de festivales internacionales en Estados Unidos y Canadá y ganar tres premios internacionales, se estrenó en la 37 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) un documental íntimo y artístico que muestra la vida de los plantadores de árboles en Canadá. Este es Forest for the trees (Un árbol a la vez) de la multipremiada fotoperiodista, escritora y cineasta canadiense Rita Leistner con quien en Crónica Escenario charló acerca de la realización del proyecto.

“Planté árboles por unos 10 años antes de volverme fotoperiodista de guerra, donde trabajé unos 15 a 20 años. Durante ese tiempo, jamás olvidé esa labor porque me dejó una gran influencia e impresión en mi vida. Cuando estaba en zonas de guerra me preguntaban por ese trabajo y les respondía, se sorprendían porque tenían la idea de que plantar árboles no era difícil pero francamente es algo que a la fecha ha sido de lo más laborioso que he hecho. Así que me dije que un día haría una cinta retratando esa experiencia”, comenzó recordando la artista canadiense acerca de cómo nació esta idea.

“Llegó el año 2006 y pensé que era el momento para comenzar a hacer ese proyecto. Regresando al bosque, encontré muchas cosas que habían ocurrido en todos estos años y me di cuenta de lo difícil que sería tomar fotos y filmar el documental, especialmente porque ahora tenía 50 años, doblándole la edad a los nuevos plantadores. Además, en el lapso que pasó entre mi último árbol y mi regreso a este lugar me habían pasado ya muchas cosas, enfrentado dificultades grandes y pensé entonces en ese paralelismo entre lo complicado que es la labor de plantar con lo complicada que es la vida y cómo este trabajo podría crear una alegoría o metáfora de la perseverancia con el poder de recuperación de la tierra y de uno mismo”, agregó Rita acerca del rumbo que comenzó a tomar su relato.

La cineasta Rita Leistner. Foto:

La cineasta Rita Leistner. Foto:

Cortesía

Uno de los ejes narrativos son justamente los plantadores de árboles en los que Leistner encontró una interesante conexión entre sus vidas y la del suelo mismo que buscan recuperar, dándole un enfoque íntimo y humano al relato. “Ellos suelen regresar por el dinero, la experiencia y la comunidad que se genera, así como el desafío que representa. También, les da un espacio para estar a solas en medio de la naturaleza y así reflexionar sobre sus vidas”, dijo.

“Eso lo vemos en el documental, hay testimonios de cómo este trabajo les ayuda a enfrentar los retos en sus vidas. Hay un joven, por ejemplo, que tiene una adicción a la heroína y menciona que esta labor le salvó la vida. Hay una joven también que habla de ese dilema que tiene con las autolesiones, algo que conecta con el daño que sufre la tierra y el de nosotros como humanos. De alguna forma, esa tierra destruida que retrato da una sensación de que no podemos rescatarla. Pero un árbol a la vez, podemos liberarnos de ello, así como un día a la vez podemos salir de esas adicciones o problemas que nos agobian a todos, eso es lo que quería crear con la cinta”, afirmó.

Sin embargo, también existía un enfoque mucho más personal por parte de la fotoperiodista que también decidió abarcar. “Claro que también abarco esa parte del artista y todo su proceso creativo. Me interesa hablar de la creación y la vida psicológica en contextos visualmente duros. Forest for the trees resulta algo de esta índole pues es una poesía visual en la que quiero que los espectadores en la gran pantalla puedan imaginarse en el ambiente del bosque destruido y que a través del encuentro con los plantadores podamos entender la importancia de lo que hacen estos profesionales que plantan de 2 mil a 5 mil árboles por día. Prácticamente son atletas de alto rendimiento, para ellos es como un deporte donde las pagan por cada uno que logren donde queman 8 mil calorías al día”, declaró la canadiense.

Foto:

Foto:

Cortesía

Todo proceso artístico genera un cambio en quien lo hace, por lo que Leistner, al hablar de esta evolución en sí misma, se mostró nostálgica y reflexiva. “Al inicio pensé que al finalizar este proyecto no sería la misma Rita y ha sido un viaje muy emocional. Con la pandemia, hubo grandes cambios en mí que fueron amplificados. Y es que otra parte de la cinta que me motivaba era encontrar quién era yo en lo individual, en la comunidad de los plantadores y entre la sociedad misma del mundo. Mis proyectos suelen tratar de gente que vive en situaciones difíciles como los soldados en guerra, mujeres en lucha, pacientes en hospitales psiquiátricos. Creo que a través de todo ello siempre he tratado de buscar mi lugar en el mundo y me hace pensar que es imposible que sea yo la misma de hace 6 años. Podemos cambiar nuestras habilidades, pero sigo siendo Rita”, confesó.

En el proceso de este documental la realizadora también se dio cuenta de las dificultades que hay en la industria del cine algo que acabó por ser un motor para hacerlo por su cuenta en contra de toda adversidad. “No encontraba quien compartiera mi visión cinemática, pues los productores que contactaba me decían que no podía dirigir, ser la fotógrafa o hacer las entrevistas en mi proyecto en un estilo periodístico. Eso derivó en que lo hiciera todo yo misma y me hace tan feliz que la perseverancia que obtuve en esa labor de plantar árboles me haya llevado por esta decisión de hacer exactamente la cinta que quería hacer a pesar de las negativas, de lograr esa combinación perfecta entre la recuperación personal tanto mía y de mis entrevistados como de la tierra, poder captar todo eso que es esencial para el filme me hace sentir esa confianza de que estoy devolviendo algo que me enseñó la misma naturaleza”, aseveró Rita.

Durante la historia de Forest for the Trees, Leistner se incluye a pesar del consejo de que no lo hiciera, algo que realizó debido a una motivación muy particular. “Nunca busqué ser la protagonista principal, pero quería formar parte del mismo porque empatizo con los demás chicos. También tuve que enfrentar problemas de adicciones y otros desafíos como ellos, además de que me quería incluir como la periodista que soy, para dar conciencia a los espectadores no sólo del problema ambiental sino de esta labor tan interesante que es curarnos a través de estos actos”.

Foto:

Foto:

Cortesía

La artista canadiense sacó adelante su filme pero no sin antes llevarse unas buenas lecciones del arduo trabajo que eso implica. “Hacer una película es muy difícil, sin duda. Además, tengo un libro que diseñé a la par de la filmación. Me encargué mucho de la parte visual mientras que mi editor se enfocaba en las entrevistas, fue una cooperación muy agradable. Pienso que el trabajar en ambos provocó que en el documental esté muy presente el trabajo visual, pues hay características de un libro de fotografía en ella y es evidente que una fotógrafa hizo el filme. Incluso tomé algunas imágenes que actualmente están exhibidas en la Galería Nacional de Arte en Canadá. Pero si, la labor en la creación de la película provocó que llorara frecuentemente debido al trabajo agotador. No miento, hubo puntos en que pensé que llegar a la meta era imposible, que nadie apreciaría las imágenes ni la cinta porque era un gran reto encontrar quien se interesara en ella, pero se logró”, mencionó.

Finalmente, Rita Leistner no dudó en enfatizar la importancia de estos tópicos ambientales no sólo de manera artística, sino a nivel mundial pues aunque pueden resultar incómodos, son necesarios para tomar acciones en las que se pueda contrarrestar el cambio climático. “Aunque pareciera que la temática de plantar árboles es de poca importancia y que la labor de hacerlo es pan comido, no es así. Está científicamente comprobado que la manera más económica de combatir el cambio climático que sufrimos es plantando árboles, billones y billones de ellos. Hay hombres y mujeres que lo hacen profesionalmente, como los que vemos aquí”, comentó.

“Es curioso que haya lugares que no acepten tan fácilmente mi cinta, pareciera que de repente es imposible de imaginar los estragos que ha causado la deforestación. A muchos les gusta hablar del medio ambiente pero jamás toman verdaderas acciones además de que creo que existe una falta de respeto por el trabajo manual, algo que busco revertir un poco con mi película, generar respeto por los plantadores no por los taladores, pero pareciera que hay un problema en crear retratos de la realidad, que no creen que este trabajo es una situación de acción que puede ser hasta heroica para nuestros tiempos. Es tiempo de valorar este trabajo antes de que sea más tarde”, concluyó.