Escenario

Sentidos Opuestos ilumina de colores el Pepsi Center

CORTE Y QUEDA. Alessandra Rosaldo y Chacho Gaytán se presentaron la noche de este sábado en la CDMX con un show que conmemora treinta años desde la creación de la agrupación con el inicio de su tour “Eternamente”

música

Sentidos Opuestos en el Pepsi Center.

Sentidos Opuestos en el Pepsi Center.

Daniel Luna

La concurrencia citadina se hacía presente la entrada del Pepsi Center minutos antes del concierto de Sentidos Opuestos, el recinto emanaba un penetrante aroma a palomitas, se podía divisar a un séquito de fieles seguidores alistándose para una noche que hasta el momento no sabrían estaría invadida por la resonancia musical, luces color neón y la nostalgia de un pasado que se hacía más vigente que nunca.

La presencia de la música que hacía remembranza a décadas pasadas se vio presente desde el inicio de la noche con la apertura de las integrantes de Mentiras el Musical, tocando temas como “El apagón”, “Yo te pido amor”, “Cosas del amor”, “Que ganas de no verte nunca más”, entre otras, en donde el público disfrutó la presentación de las integrantes de Mentiras que demostraron el por qué continúan vigentes.

El reloj marcaba las 21:41 horas, cuando el escenario apagó sus luces, y mientras sonaba de manera ascendente un solo de guitarra, el público lo sabía, el show principal estaba a punto de comenzar, miradas y murmullos en la oscuridad se hacían cada vez más presentes y entre la audiencia más ansiosa los teléfonos con las cámaras abiertas no se hicieron esperar; la guitarra ahora se acompañaba del beat de una batería con un ruido cada vez más estridente, se escuchaban silbidos provenientes de todas direcciones, y de las butacas superiores una voz masculina gritaba “¡Te amo, Chacho!”. 

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La introducción musical que permaneció durante más de tres minutos se detuvo, las luces de manera abrupta iluminaron el recinto y el escenario, la voz dulce de Alessandra Rosaldo emocionó a los presentes que de inmediato se pusieron de pie para corear la canción “Tú y yo”, misma con la que dieron pie a un viaje en el tiempo, donde los asistentes regresaron a las épocas añoradas de la juventud. Las personas en el recinto comenzaron a calmarse y a tomar nuevamente sus asientos.

El espectáculo se dividió en tres partes que fueron marcadas por el cambio de vestuario de Alessandra, siendo la primera parte la más calmada del show, en el que, vestida en un conjunto negro de lentejuelas que parecía emular una noche estrellada y brillante, que combinaba a la perfección con unas botas de color rojo, detalles en el vestuario que creaban la ilusión de haber asistido a un concierto bajo la luz de la luna.

Por su parte, Chacho Gaytán vestía elegante y sobrio con colores que contrastaban a la perfección con el de su compañera, cantando éxitos como: “Atrapada”, “Duro de pelar”, “Fuego y pasión” y “¿Dónde están?”, mientras que el público con la sensaciones a flor de piel no dejaba de bailar y cantar las canciones más icónicas de la agrupación bajo el velo de luces rojas, azules y amarillas, Chacho Gaytan sorprendía con sus habilidades en el teclado, las parejas emocionadas, no perdían un instante para robarse un beso entre canción y canción.

Alessandra lució con sus coreografías.

Alessandra lució con sus coreografías.

Daniel Luna

“¡Listos para cantar, bailar y celebrar!”, diría Alessandra Rosaldo, mientras el público contestaba con un embriagante vitoreo que animaba hasta los visitantes más amargados presentes en el recinto.

Entre la pausa para dar entrada al siguiente éxito, el dueto expresó lo emocionados que se encontraban de volver a juntarse con el público, mismo que se rumora maduró, y ahora entre las butacas no solo se divisaban fanáticos, sino personas que crecieron con la música de Sentidos Opuestos y ahora eran padres o madres de familia, nuevas generaciones que se redescubrieron con la música del dueto mexicano, gente de todas las edades y de diferentes partes de la República mexicana recordaban un tiempo pasado inevitablemente presente la noche del sábado 4 de marzo del 2023.

Se abrió pasó a una nueva canción, “Ardiente tentación”, sería el éxito con el cual continuaron el espectáculo, que se pinto en luces color amarillo, creando una atmósfera más alegre entre todos los asistentes, en espacial se puede destacar que la audiencia más animada se encontraba del lado izquierdo en la parte de enfrente. 

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Entre apresurados vendedores de cerveza, con su uniforme rojo, corriendo de entre los pasillos para mitigar las ansias del público más exigente. Las luces vuelve a cabia de color y ahor un azul en la gama más eléctrica existente, y el sonido del guitarrista encendieron el escenario y a la audiencia de manera inefable, “Duro de pelar” sonaba de fondo y el escenario se encendía con coreografías con bailarines profesionales engalanando más la presencia esénica de la vocalista del agrupamiento.

La noche continúo en efervescencia, entre canción y canción se podía denotar alegría, tristeza, y emoción por estar presentes en aquel instante hasta que ya más avanzada la velada, las memorias se apoderaron de la audiencia, un simple acorde logro empatizar con los asistententes en una unión dedicada a la memoria, el recuerdo y al constante miedo al olvido, que nos obliga a recapitular y volver a enraizarnos con nuestro pasado y rescatar todo aquello que evoque felicidad para usarlo en nuestro presente.

En ese instante se marcó un antes y después del concierto, esa fue la pauta que partió en dos el espectáculo, que tomaría Sentidos Opuestos a lo que nos habrían ofrecido en el transcurso de esa velada. 

Chacho Gaytán mostró su destreza en los teclados.

Chacho Gaytán mostró su destreza en los teclados.

Daniel Luna

En ese momento la nostalgia infantil cobró vida al escuchar en la voz de Alessandra Rosaldo la canción de la cinta Toy Story 2, “Cuando ella me amaba”, secuencia melódica que fue acompañada con fragmentos de la película a blanco y negro en las pantallas, bajo una interpretación mágica, hasta los más pequeños de los asistentes prestaron atención a lo que sus oídos estaban escuchando, nos detuvimos en el tiempo, en el tiempo del pasado presente, pero escuchando de forma diferente más amena, más madura y más conciente.

¿SON BUENAS LAS SEGUNDAS PARTES?

La segunda parte del espectáculo se tornó más activa, y en ocasiones un tanto menos conmemorativa que la primera parte del concierto de Sentidos Opuestos, que si bien eres fan del grupo, no molestaría para nada esta segunda parte. Para dar entrada a esta parte hubo una pausa con coreografías y música de guitarra eléctrica, segundos después, Alessandra sale al escenario con un conjunto más sobrio y menos destellante que el primer vestuario, se siente rígido e incómodo para bailar.

Aunque a pesar del cambio abrupto de los colores de la luces, que ahora solo se mantenían en tonos azulados, el dúo logró volver a encender al público con una canción icónica en la cultura del pop noventero mexicano Amor de papel, logró catapultar las energías nuevamente de manera embriagante, en ese instante todos se levantaron de sus asientos, la audiencia se torno más audiencia que nunca, lo que motivó a que estuvieron de pie el resto de la segunda parte, en la cual se pudo escuchar covers de la época de lo años 90 de grupos como Magneto, Flans, también dieron paso a música más electro, incluso cantaron covers de ABBA

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Algo que cabe resaltar fue que es y fue un espectáculo realizado y pensado para los fans, el momento más memorable de todo el concierto fue la interpretación de la primera balada de Sentidos Opuestos, que si no saben cual es, se las dejo de tarea, para que se comprenda el sentido de lo vivido en aquel recinto la noche de este sábado. El momento es indescriptible, toda la audiencia se puso de pie y encendió las luces de sus teléfonos y al unísono corazón aquella bella melodía en una sensación de hermandad casi etérea e invisible al ojo humano.

Así que las segundas partes si bien no son perfectas tampoco son tan malas, y este nuevo capítulo de Sentidos Opuestos parece ser una excelente propuesta al público.

LA BOLA DE DISCO

La bola de disco, excelente e impertinente descripción a la tercera parte del concierto de Sentidos Opuestos, tras una pausa de unos 60 segundos y un solo de coreografía, en el escenario aparece Chacho Gaytan con su primer cambio de vestuario, ahora no lleva un traje oscuro, sino que lo cambia a uno totalmente blanco, en conjunto con Alessandra Rosaldo que luce hermosa y despampanante con un traje blanco que emula a una bola de disco, con un saco, lleno de peluche o plumas todo se armoniza con el repertorio musical elegido para la recta final del concierto. 

Alessandra en una de las grandes postales de la velada.

Alessandra en una de las grandes postales de la velada.

Daniel Luna

Esta parte fue más emocionante y la correcta para terminar el concierto, con una selección de canciones disco Alessandra y Chacho se despiden cantando ABBA, Bee Gees, R.E.M, con pantallas coloridas y el escenario más blanco que nunca, comienza la fiesta que estaba a punto de finalizar, el reloj ya marcaba casi la media noche, algunas butacas ya se encontraban vacías, algunos presurosos se habían retirado del lugar, pero los aún presentes pudieron disfrutar de un medley atinadamente seleccionado para llevar la euforia al máximo y bajarla de sopetón con un inminente adiós, algo cruel que debemos procesar, pero la vida es así la euforia termina y dicta, pero la memoria permanece intacta en el tiempo. Eso describe al show de Sentidos Opuestos. Ellos no serán recuerdo, ya son memoria porque viven impregnados en las mentes de sus más fieles seguidores.