Escenario

Sergio Arau: “Me quedé con la idea de que hay que cantar en español y que no hay que tener miedo al ridículo”

ENTREVISTA. El ex integrante de la icónica banda Botellita de Jerez llevará al Lunario su llamada “standópera” titulada ‘Tocada y fuga con la cual sigue rompiendo las reglas

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El músico Sergio Arau.

El músico Sergio Arau.

OCESA/José Jorge Carreón

Este 28 de febrero, en el Lunario del Auditorio Nacional, el artista multidisciplinario, Sergio Arau “El Uyuyuy”, presentará su “standópera” Tocada y fuga; un proyecto que nació durante la cuarentena con el apoyo de su esposa, Yareli Arizmendi, quien le aplicó la de Bocanegra: “o terminas este proyecto o no cuentas conmigo”. Arau mencionó que su amigo, el ingeniero de sonido y músico Germán Briseño, le facilitó un estudio para la grabación del material.

“No es rock ópera, es un espectáculo muy teatral, muy visual (...) es un género nuevo que llamamos ‘standópera’. Como saben voy a cumplir 346 años y trabajé directo con Bach, con Tchaikovsky, demasiado serio, con Beethoven, él era insoportablemente necio y terco y todas estas experiencias se dan a conocer el show y el Lunario da para eso”, dijo Arau, explicando un poco del argumento de su nuevo espectáculo.

El padre del Guacarock y el Art nacó, sabe que hoy se siguen necesitando cosas que representen la identidad de la gente, que sean estandartes de la cultura popular. Recordó a su padre, Alfonso Arau, y a Carlos Monsiváis, con su grupo Los Tepetatles, que tenían un espectáculo de cabaret que hacía una parodia a The Beatles y al rock del momento: “Me quedé con la idea de que hay que cantar en español y que no hay que tener miedo al ridículo, tienes que atreverte a romper las reglas a no hablar de lo mismo”, declaró Arau.

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Tengo una necesidad de hablar de quiénes somos. En 1992, que me mudé a Estados Unidos, cuando me había ido de la chingada 3 o 4 años acá, hicimos Un día sin mexicanos (largometraje de drama de 100 minutos estrenado en 2004), o sea que todo lo que hago tiene que ver con quiénes somos, así que también esto que hago, se relaciona con eso”, dijo Sergio sobre su inspiración artística.

El músico también habló de las nuevas generaciones de artistas que, a su consideración, mantienen a sus mejores elementos en la escena underground, a donde hay que acudir para buscar y encontrar nuevas joyas alternativas que no están en los medios masivos de comunicación. Él mismo ha podido grabar algunas colaboraciones con bandas como Nunca Jamás y reconoce el esfuerzo de agrupaciones que se mantienen en su nicho con el ejemplo de carrera de Ampersan.

Para Sergio fue “un juego muy divertido” saltar entre géneros musicales, entender que la cumbia y lo clásico podían tener un puente sólido en medio. El debut en el stand up de Arau representa un ejercicio sin métodos ni rutinas que lo agarra “a cualquier hora y en cualquier momento”. El Uyuyuy sabe que su trabajo se ve siempre necesitado de oficio y de novedad. Tocada y fuga arma recetas e historias con rumba flamenca, rap e ingenio para atender al público que visitará el escenario alterno del Coloso de Reforma

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A Sergio no le gusta que el arte no sea “real”, que no hable de lo cotidiano y que sea solamente ornamental. No todo es un “rollo político” en su arte, pero sí tiene la necesidad de hablar de lo que hoy se comparte, de una misión que va más allá de solo presentar algo nuevo. Después de muchos años de luchar por la reivindicación de conceptos de la cultura popular mexicana, hoy, la tarea de Arau está en seguir encontrando y cosechando las causas de su arte.

En el marco actual de la sociedad mexicana, con intereses políticos entrometidos en una creciente y marcada división entre la población de la república, Arau se declara naco y representante de “raza y la banda”, con interés en las microhistorias y la manera en la que pueden plasmarse y transmitirse al público del país, por ello, considera este evento un punto de arranque para nuevas perspectivas y nuevos proyectos; recientemente, salió al mercado la reedición de su libro La Netafísica, con caricaturas que critican las formas de enajenación del hombre urbano y está en charlas para una serie con el mismo concepto del largometraje antes mencionado.

“Este (Tocada y fuga) es para la raza, para quien esté enfrente, sin esta cosa solemne de la música clásica. Es como una evolución, como una historia, creo que está funcionando el concepto y vamos a escuchar todo el disco. Me parece que hay géneros muy buenos para involucrarlos en esto, pero hay otros como el reggaetón, que me parece lo más básico, que no me atrae para nada y creo que ya duró demasiado”, indicó Arau.

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Tocada y fuga es un repaso por la historia de la música clásica y el mito de los cientos de años que carga encima Arau con experiencias cercanas en compañía de compositores de renombre y trascendencia histórica. Todo es parte de un artificio ingenioso, un coqueteo intenso con la ficción y los divertimentos de su alter ego Lazlo de la Vega Morris Van Claus Vitelli y Pavón, viajero y rebelde musical (Sergio piensa que la rebeldía misma se agota y hay que “mantenerla viva”).

Así, se dibuja el panorama general de lo que será una experiencia multifacética (con elementos de sus pinturas, sus caricaturas y su carrera musical) del derroche de perspicacia de uno de los artistas más sólidos y completos de la escena mexicana de la cultura popular desde hace ya varias generaciones. Sergio sigue coleccionando imágenes callejeras y asignándoles espacios disruptivos para construir conceptos que creen un impacto en la sociedad.